Archivo olvidado revela la historia real detrás de 'The King's Speech'
Siempre había tres fotografías del rey Jorge VI en el la repisa de la chimenea de varias de las casas en las que Mark Logue vivió mientras crecía – incluyendo una firmada y fechada por el rey en el día de su coronación – pero como un niño en los setenta y ochentas, Logue no recuerda haberse preguntado por qué.
Sólo algunos años después,cuando su padre murió y le heredó una caja de papeles y álbumes de recortes, todo comenzó a tener sentido.
El abuelo de Logue era Lionel Logue, el terapeuta del habla australiano interpretado por Geoffrey Rush en la película nominada al Óscar, The King's Speech (El discurso del Rey).
Mark Logue – nacido 12 años después de la muerte de su abuelo – había heredado un archivo: tarjetas de Navidad del rey y la reina, una carta de condolencia de Jorge VI a Lionel Logue cuando su esposa murió, una carta de agradecimiento de la reina por una carta que Logue escribió cuando el rey murió varios años después, etc.
Los papeles también incluían cientos de cartas intercambiadas entre el rey y el terapeuta del habla, a quien conoció más de una década antes de que fuera coronado.
“El contenido de las cartas entre ellos es increíblemente amigable, como esperarías que lo fuera entre dos amigos”, dijo Mark Logue. “Pero existe un tipo de etiqueta bajo la cual Lionel se rige”, llamado a Jorge VI como “su alteza real”.
Jorge VI se dirigía a su amigo como “Querido Logue” y firmaba sus primeras cartas como “Albert” - su nombre antes de que fuera coronado rey. Las cartas posteriores fueron firmadas como “Jorge”.
También, entre las cartas de su abuelo, está lo que Mark Logue cree que es la copia real del discurso que Jorge VI leyó en el estallido de la guerra contra Alemania en 1939 – la escena climática de la película El discurso del Rey.
“En esta grave hora, tal vez la más funesta de nuestra historia..”, comienza el discurso.
La copia en el archivo de Logue contiene notas escritas a mano con lápiz, indicando palabras que recalcar y dónde realizar pausas.
The King's Speech (El discurso del rey) condensa la amistad entre el monarca y el plebeyo durante alrededor de un año, pero los verdaderos George y Logue se conocieron por más de un cuarto de siglo.
“La primera cosa que encontré y que me sorprendió fue su tarjeta de citas”, dijo Mark Logue.
Escrito en letra muy pequeña, Logue registró su nuevo paciente: Albert, duque de York en 1926.
El duque “tiene una aguda tensión nerviosa que fue causada por el defecto. Tiene una disposición nerviosa... Contrae los dientes y las muelas, y mecánicamente cierra la garganta... un hábito extraordinario de recortar pequeñas palabras – a, en – y diciendo la primera sílaba de una palabra y la última sílaba de otra”, escribió Logue.
El duque vio a Logue casi diario durante los dos o tres meses siguientes, antes de una visita real a Australia, indican los registros de Logue.
La amistad duró por el resto de sus vidas, aunque parece que nunca fueron fotografiados juntos.
En la Coronación en 1937, Logue está sentado en el palco real, con su esposa Myrtle. Están en lo alto y ella usa lentes de ópera.
Myrtle murió repentinamente de un ataque al corazón después de la Segunda Guerra Mundial, lo que provocó que el rey escribiera: “Querido Logue, debo enviarle una línea para decirle cuán terriblemente apenado estoy al enterarme de su duelo. Y le envío mi más profunda compasión en su gran dolor... lo siento tanto por usted porque sé que tenía en ella una compañía perfecta. Suyo sinceramente, George”.
A Mark Logue se le hace un nudo en la garganta al leer la carta generaciones después.
“Es pensar en él, dolido tras la muerte de Myrtle... lo que lo hace real”, dice.
El archivo lo inspiró a escribir un libro con el autor Peter Conradi.
El director de The King's Speech, Tom Hooper, comenzó a ver el material de Logue alrededor de siete semanas antes de comenzar a filmar, dice Logue – y fue capaz de agregar algunos detalles a la película como resultado.
Hooper no sabía, por ejemplo, que el rey se quito su saco y se puso de pie para dar el discurso en 1939, ya que las fotografías del evento lo muestran sentado y con completo uniforme militar.
Y, del diario de Logue, puede descubrirse una pequeña broma:
“Fui a Windsor el domingo para la transmisión... sólo un error... la 'w' en weapons (armas)”, escribió Logue. “Después de la transmisión estreché mi mano con la del rey y lo felicité. Le pregunté por qué se detuvo en la 'w'. Me respondió con una sonrisa. Lo hice a propósito. Exclamé – ¿a propósito? Y él dijo que sí: si no cometía un error, cómo iban a saber que era yo”.
La película realizó algunos cambios, por supuesto: El verdadero Lionel Logue era más respetuoso que el personaje de Geoffrey Rush, y un poco más bajo que su contraparte en la película.
Y otra cosa que la película no dijo a las audiencias es que el rey y su terapeuta permanecieron cercanos por el restos de sus vidas, Jorge VI murió en 1952. Al año siguiente, su amigo Lionel Logue murió también.