La vida y la guerra de Afganistán inspiran obras breves de teatro
Mientras la insurgencia en Iraq crecía y los soldados estadounidenses morían a un ritmo vertiginoso por bombas al borde del camino, un director de teatro en Londres tuvo una epifanía.
Las obras en torno a la carnicería iraquí se apilaban sobre su escritorio, pero no había ninguna sobre las calamidades ocurridas en Afganistán .
Fue entonces cuando Nicholas Kent, director del pequeño Teatro Triciclo, lejos del brillo y el glamour de los legendarios teatros del West End, decidió actuar.
"Me di cuenta en 2007-2008 que todo estaba mal en Afganistán", dijo. "No estaba siendo reportado en los medios y ciertamente no había una respuesta artística a ello".
Comisionó a una docena de escritores para que produjeran una docena de obras cortas sobre la historia afgana. El resultado fue El gran juego, que cambió el debate sobre Afganistán en el Reino Unido de un golpe.
Cuando el Jefe de Defensa británico, Sir David Richards, vio la obra, dijo: "Desearía haberla visto antes del primer despliegue en Afganistán en 2005. Me hubiera hecho un mejor comandante".
La obra viaja rumbo al Pentágono. Kent dijo que el general Richards ha sido una significante fuerza conductora al llevar la obra a sus contrapartes estadounidenses.
El gran juego se suele interpretar en tres días, con cuatro presentaciones de media hora cada una representadas cada día.
La parte uno "traza la historia de la participación de extranjeros y occidentales en Afganistán desde la derrota de los británicos en 1842", dijo Kent.
La segunda instalación de la trilogía "es más o menos un reflejo actual", dijo: "El surgimiento soviético que fracasa durante más de una década, la llegada de los talibanes y el arribo de las tropas de Estados Unidos"
Las cuatro últimas obras destacan los problemas que enfrentan los trabajadores humanitarios, los afganos y las tropas hoy en día.
Los ejércitos británico y estadounidense recibirán presentaciones especiales, al interpretar todo el ciclo en un día en vez de tres.
Kent quería estimular el debate y la discusión sobre un combate que él percibía como incorrecto.
"Te estás poniendo en los zapatos de alguien más", explica acerca de lo que pasa con la audiencia. "Estás teniendo empatía, simpatizas con la gente, pensando qué harías tú en su situación".
Está emocionado porque los ejércitos británico y ahora estadounidense han adquirido un interés significativo en la producción, asegurando que no puede haber mejor manera de luchar con las complejidades de Afganistán.
"Si lees un libro puedes cerrarlo, si lees un periódico puedes pasar la página. Si ves televisión puedes cambiar de canal", dijo. "En una obra de teatro estás atrapado ahí durante algún tiempo, y en este caso por un día entero. Realmente tienes que pensar acerca de los desafíos".
Pero no sólo son sus audiencias las que han sido desafiadas. The great game ha cambiado la propia visión de Kent.
Ahora piensa que retirar las tropas precipitadamente sería un desastre , y está cada vez más preocupado por la inestabilidad en la frontera con Pakistán, que posee armas nucleares, tanto que está considerando una obra de no-proliferación.
"Si la gente comenzara a pensar desde un ángulo distinto y mirara estos problemas de diferente forma, no en una sala de lectura, sin quizá en forma de arte, aprenderían mucho", dijo.