Los británicos prefieren a Carlos por sobre Guillermo como su próximo rey
Más británicos quieren que el príncipe Carlos se convierta en el próximo monarca, en lugar de su hijo Guillermo, a pesar del enorme interés en el matrimonio del primogénito de Diana y de las sugerencias previas de que él era la elección popular, mostró este jueves una encuesta.
Poco después de que se anunció el compromiso de Guillermo con su novia Kate Middleton en noviembre pasado, dos encuestas mostraron que una mayoría de los británicos pensaba que él debería suceder a la Reina Isabel II y no el heredero al trono, Carlos.
Sin embargo, según una encuesta de YouGov para la revista Prospect Magazine dado a conocer el jueves esa situación se ha revertido.
La consulta realizada a 2,409 personas reveló que el público prefiere que Carlos sea el próximo rey por un margen del 45% frente al 37%, lo que revierte una consulta similar realizada en el 2005 en la que Guillermo recibía un respaldo del 41% frente al 37%.
La revista Prospect sugirió que una posible razón para el cambio es que el público sienta que a Guillermo y Middleton se les debería permitir disfrutar de una vida lo más normal posible después de su matrimonio del 29 de abril.
El experto constitucional inglés Norman St John-Stevas dijo que no existe posibilidad de que se ignore a Carlos como sucesor al trono, en cualquier caso.
"Sería una gran violación a nuestra Constitución", dijo.
"Debilitaría a la monarquía y haría la tarea del príncipe Guillermo infinitamente más difícil, sería un acto de grave injusticia con el príncipe Carlos, quien ha hecho tanto por la monarquía", agregó.
La encuesta también descubrió que el apoyo a la eliminación de la monarquía ha disminuido. Poco después de la muerte de la princesa Diana, esposa del príncipe Carlos, en 1997, cuando había una molestia generalizada contra la familia real, un cuarto de los británicos quería deshacerse de ellos.
La encuesta mostró que esa cifra cayó al 13%.
También existe un fuerte respaldo a la reforma de la ley de 300 años que da preferencias a los herederos masculinos al trono británico.
Por un margen del 75% contra el 17%, el público cree que el hijo mayor del monarca, sin importar su sexo, debería ser su sucesor.