Christian Louboutin revela la ciencia detrás del tacón perfecto
Su nombre es sinónimo de moda de alta costura y de otros tipos de altura: los tacones. Christian Louboutin es el diseñador parisino de zapatos cuyos tacones rascacielos son codiciados por mujeres de todo el mundo, y elogiados en la cultura popular por personalidades como Jennifer Lopez, que incluso canta una canción sobre ellos.
Pero detrás de cada suela de marca existe una hazaña de ingeniería personalizada. "El tacón es ingeniería misma", dice el solicitado diseñador en su taller en París. "Esta cosita que apoya el cuerpo humano debe tener un balance preciso".
Los materiales necesarios para crear el zapato perfecto incluyen hormas de madera (el molde de un zapatero en forma de un pie humano) y pies de apoyo de metal que se insertan en los tacones, que pueden llegar a medir hasta 16.5 centímetros, para asegurar que quien los use no pierda el equilibrio.
"Si ves el tacón, de inmediato podrás ver que si no contara con la ingeniería adecuada, se rompería”, dijo el diseñador a CNN. “Si no se encuentra justo en el centro de la posición de gravedad, dentro de la línea de gravedad, el peso te haría caer hacia atrás, o el peso podría hacer que rompas el tacón y caigas hacia adelante", dijo.
Pero incluso con tacones de apenas cinco centímetros, estas puntas de metal aún necesitan ser insertadas en el tacón para perfeccionar el equilibrio del usuario. "No diría que es un arte", dice, pero sí admite que "es complicado".
Louboutin nació en París en 1964 y desde muy pequeño se vio atraído al mundo del calzado. Uno de sus recuerdos más antiguos es haber visto un letrero que prohibía el uso de tacones de aguja en un museo en París, debido al daño potencial que pudieran causar a los pisos de madera.
En 1992 creó su propia marca, y sus zapatos, que en promedio cuestan 700 dólares y se venden en tiendas de lujo en todo el mundo. Las celebridades y los editores de moda aman sus creaciones. Según Terresa Cannata, escritora para Vogue en Italia, "sus creaciones son sexys y originales, algunas son juguetonas y otras son definitivamente clásicas".
La carrera de Louboutin ha tenido algunos giros inesperados, como haber entrado a un internado durante su adolescencia en el teatro musical Folies Bergere en París. La experiencia fue básica para desarrollar su estética del diseño.
"El zapato es muy importante porque muestra la postura", dijo con respecto al calzado que usan las chicas del espectáculo. "Debe ser cómodo, pero también debe dar la forma perfecta y alargar las piernas al máximo".
La influencia de estas chicas sigue siendo evidente en sus diseños vertiginosos y llamativos, e incluso nombró a un tacón de aguja con el nombre de la famosa zona parisina de Pigalle, hogar de las chicas bailarinas y del Moulin Rouge.
Pero sus influencias son amplias y el embellecimiento de sus zapatos está inspirado en motivos de diseñador tan diversos como los tamaños de los peces, las camas Masai y las telarañas. La creación de sus zapatos, dice, toma una inspiración arquitectónica y él cita los edificios que parecen retar a la gravedad con mucha naturalidad del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, quien influyó fuertemente en él.
Aunque sus zapatos suelen ser usados por mujeres que quieren llamar la atención, sobre todo por celebridades como Beyonce, Rihanna y Jennifer Lopez, así como las actrices Gwyneth Paltrow y Sarah Jessica Parker, Louboutin dice que el zapato ideal es aquel capaz de "aparecer y desaparecer", es decir, un par de zapatos que llamen la atención en el usuario pero también favorezcan la figura al punto que los "zapatos se desvanezcan con la silueta".
También cree que no tiene sentido usar un zapato que te haga sufrir, sin importar lo bellos que sean. Aunque sus zapatos están acolchonados especialmente para proteger del dolor causado por la presión en las puntas y en los arcos del pie, él cree que todas las mujeres son distintas y por lo tanto tienen distintos umbrales del dolor.
Pero mientras las mujeres sigan codiciando sus diseños, él asegura que el cielo es el límite, en cuando a lo que puede diseñar. "Para mí no hay un tacón alto lo suficientemente alto", dice.