La artista Moxie atrapa en fieltro a locos monstruos de la humanidad
Moxie, una artista de Seattle, crea esculturas de fieltro que, al igual que ella, son desesperadamente locas y juguetonas.
"Me gusta lograr que la lana haga cosas imposibles para convertir algo suave en algo duro", dice la artista, cuyo blog se llama We are All Angry.
Las creaciones más recientes de Moxie fueron exhibidas en marzo, en la galería Hahahou en Manhattan. Icons & Totems & Pieces of the Past es una colección que muestra objetos cotidianos, desde una aspirina blanca del tamaño de un ladrillo hasta una caja de cerillos con un solo cerillo en el centro.
Al centro de su arte y de su vida hay una sinceridad infantil. La ex directora de un programa de guardería, de 40 años, ve a la gente llena de historias problemáticas pero cree que vale la pena conectarse con ellas.
Moxie es parte de la generación de artesanos indie, cuyo trabajo lento y repetitivo es un antídoto y muestra del acelerado mundo de hoy. Su trabajo aparece en revistas como Make y Craft y en el documental Handmade Nation. También tiene una tienda en Etsy.
Incluso después de que su carrera creativa despegara, Moxie simplificó su vida e identidad cambiando su nombre a su apodo.
Intentó muchas artesanías antes de dar con esto, a través de talleres infantiles con fieltro. Al igual que una crayola, sintió que se trata de un material colorido e inofensivo de la infancia. Convertir pedazos etéreos de lana brillante en una hoja de fieltro se le facilitó, y le evocaba una sensación de juego.
Ella se preguntó "¿qué pasaría si…'" y después comenzó a crear. Finalmente, la lana se convirtió en una masa escultórica de fibra sólida.
"Con cada toque estamos decidiendo lo que será y significará la pieza", explica. "Hay muchas posibilidades en la lentitud y simplicidad de la herramienta”.
Moxie habló de su obra con CNN.com. A continuación, una transcripción editada.
CNN: ¿Cómo es que tu historia personal, el crecer como un “malvavisco judío al norte de California”, influyó en tu arte?
Moxie: Fue un choque de riqueza y condición. Cuando el condado de Marin (fuera de San Francisco) tenía una sección pobre yo crecí en pequeñas casuchas cerca de la gente más rica de California. Yo vengo de una familia trabajadora con dinámicas familiares complicadas.
En los últimos años perdí a mis padres, que no es exactamente una tragedia como un tsunami, pero es algo fuerte cuando has tenido una relación complicada.
Creé una obra de bordado desde la perspectiva de estar detrás de una calle llena de gente. Esa obra trata de mis padres, sobre la pérdida. Nunca dejas de extrañar a tus padres. Nunca dejas de saber que la vida es diferente cuando ellos no están. Pero la vida también te enriquece con ese conocimiento.
Su muerte me hizo concentrarme como una persona trabajadora para preguntarme qué hacemos en este mundo. No creo que se trate de decirle que sí a la gente que quiere que hagamos cosas malas. Todos tenemos antecedentes complicados y estoy segura de que se manifiestan en mi trabajo.
CNN: Tu serie Hunger (con un precio de entre 80 y 400 dólares por pieza) muestra partes de muñecas siendo devoradas por monstruos de fieltro. ¿De qué se trata?
Moxie: Hay una naturaleza banal y desesperada, un sentimiento de vergüenza en algunas de las criaturas. Es sólo sobre mis sentimientos hacia la humanidad, de aceptación y también de repulsión. Cualquier pregunta que puedo responder implica para mí más preguntas. Ahí es cuando sé que una obra está funcionando.
CNN: ¿Qué influencia tuvo para ti trabajar con niños?
Moxie: Yo impartía un programa para después de clases a 65 niños, y contrataba a artistas para que vinieran una vez por semana para enseñarles. Aprendí mucho con ellos cuando contraté a Nikola Davidson, con una aguja plana para fieltro.
Era alguien que estaba jugando con un juguete nuevo y obtenía cierta satisfacción de eso. Comencé a preguntarme qué pasaría si inventaba historias sobre mí misma y si creaba títeres de dedo en tercera dimensión para contar mi historia. Nadie más había hecho algo así con fieltro.
Si alguien me hubiera dado algo de arcilla ese día, ¿habría tenido el mismo efecto de transformación? No lo sé. Es difícil decir qué hubiera ocurrido.
CNN: ¿Cuál es tu técnica?
Moxie: La lana, como el pelo de cualquier animal, tiene ligeras escamas en la fibra. Mi aguja industrial de fieltro tiene agujeros. Cuando la introduzco a la lana, la aguja se abre y libera las escamas para que se levanten las fibras para que se peguen como el velcro.
Básicamente, la lana es mi arcilla y la aguja son mis dedos. La toco para dejar una marca, y agrego más lana cuando quiero crear una forma.
CNN: ¿La conexión de fibras es una metáfora para la conexión que quieres que tenga tu arte?
Moxie: Creo en las posibilidades. Todos tienen un contexto, una historia que nadie sabe más que tú. Yo buscaba la oportunidad para celebrar todos los días de una forma espontánea y directa, para reírme con alguien en la fila del mercado sobre algo gracioso o para dar a alguien cambio de un dólar. Te lo voy a ofrecer. No soy una niña especial ni nada. Sólo creo en el potencial de la gente. Mi día sólo será lo que yo logre de él. Una forma es conectándome contigo. Invito a todos a que lo intenten.
CNN: ¿Qué influencia tienen el ti la duda y el miedo?
Moxie: Tienen la mayor influencia. Dominé la capacidad de ignorar la voz en mi cabeza que me dice que no sé hacer nada. Algunas personas la llaman el cerebro lagarto, y nunca se va. Aprendí a hacerlo de cualquier forma… no que tenga miedo.
CNN: ¿Escuchas o ves algo mientras trabajas con el fieltro?
Moxie: No puedo ver películas que son importantes para mí, como cualquier cinematografía. No veo televisión. Escucho podcasts como You Look Nice Today: A Journal of Emotional Hygiene, Stitching n Junk, y WireTap.
Uno relativamente nuevo, Back to Work, trata sobre el proceso creativo y de producción. Trata de cómo evitar distraerte por gente que te enseña a no distraerte, y a ponerte en obra.
También adoro WTF porque soy una nerd anticuada de los monólogos cómicos, y Marc Maron, el anfitrión, es muy listo y realmente arruinado. Entrevista a sus colegas y en ocasiones habla de lo arruinados que están. Eso es candente, realmente bueno.