El libro de 'Tres tazas de té' envuelto en la polémica por su veracidad
Greg Mortenson, el defensor de la educación de las niñas en Afganistán y Pakistán, se vio obligado a defender su exitoso libro Three Cups of Tea: One Man's Mission to Fight Terrorism and Build Nations ... One School at a Time, contra las acusaciones de que las historias clave son falsas.
Mortenson despegó a la fama internacional con el libro que describe cómo se perdió en su esfuerzo por escalar el K2, la segunda montaña más alta del mundo, siendo perseguido por aldeanos pakistaníes en la villa de Korphe y prometiendo regresar a construir una escuela para las niñas locales.
También dice haber sido capturado por el talibán y haber estado cautivo varios días antes de ser liberado.
Otro autor exitoso, Jon Krakauer de Into Thin Air, dijo a 60 Minutes al aire el domingo que la historia es falsa. “Es una historia hermosa, y es una mentira”, dijo Krakauer al programa.
Three Cups of Tea, de la coautoría de David Oliver Relin, permaneció en la lista de libros mejor vendidos del The New York Times durante cuatro años, después de haber sido publicado por primera vez en 2006, volviéndose una sensación editorial que ya vendió más de 3 millones de copias y ha sido traducido a 47 lenguas.
Mortenson también es el autor de la secuela de 2009, Stones into Schools: Promoting Peace with Books, not Bombs, in Afghanistan and Pakistan, otro éxito del Times.
Ambos libros cuentan el recorrido de Mortenson por llevar escuelas a algunas de las partes más remotas de Pakistán y Afganistán bajo la teoría de que la educación, sobre todo para las niñas, es la mejor forma de poner fin a los azotes del talibán y de otros grupos extremistas en la región.
El editor de Mortenson, Penguin Books, modestamente lo describe como un “Indiana Jones de la vida real”. La lucha de Mortenson por terminar con el extremismo a través de la educación lo volvió el favorito del ejército estadounidense.
Una fotografía en el libro Stones into Schools muestra al principal asesor militar del presidente Obama, el presidente de los Jefes Conjuntos, el Almirante Mike Mullen, inaugurando una escuela de niñas al norte de Afganistán con Mortenson en 2009.
Krakauer es alpinista y ex donador a las causas de Mortenson. CBS dijo que era uno de los principales seguidores de Mortenson, donando 75,000 dólares a su causa, pero retiró su apoyo por preocupaciones de que la ayuda estuviera siendo mal administrada.
Krakauer dijo al investigador de CBS News, Steve Kroft, que “un amigo cercano” de Mortenson, quien escalaba con él en K2, nunca escuchó de Korphe, la provincia a la que dice que llegó, hasta un año después de haber fracasado en su intento de llegar a la cima.
En una transcripción de la respuesta escrita de Mortenson a las preguntas planteadas por CBS (publicada en el sitio web de la organización caritativa de Mortenson, el Instituto de Asia Central), el autor niega las acusaciones.
Mortenson dice que visitó Korphe en 1993, después de su intento fallido por escalar el K2, pero que la gente local “tiene una noción completamente distinta del tiempo” que en occidente, implicando que no habrían podido recordar el año exacto que los visitó.
60 Minutes también puso en duda la veracidad de otros episodios del libro, incluyendo un supuesto secuestro en 1996 en la remota región tribal de Pakistán, Waziristan, cerca de la frontera afgana.
Esta historia es uno de los episodios más emocionantes de Three Cups of Tea. En el capítulo, Mortenson describe haber sido secuestrado por hombres tribales de Waziri y haber sido recluido en una prisión hechiza por guardias de Kalashinikov durante ocho días, hasta que fue liberado.
En Stones into Schools, Mortenson incluso ofrece una fotografía de sus secuestradores, 13 miembros de una tribu, muchos de los cuales cargan armas.
CBS dice que encontró a cuatro de los hombres en la imagen y todos negaron haber sido talibanes. La cadena dice que los hombres ofrecieron otra imagen del grupo con Mortesen, y en ella, el autor aparece cargando una AK-47.
La fotografía levanta la duda sobre la verdad de que Mortenson haya sido secuestrado. Es inusual que un grupo de secuestradores pose en una fotografía en la que se puede apreciar por completo su rostro. Gary Noesner, ex negociador de rehenes en el FBI, que ha trabajo en 120 casos de secuestro, dice que “no es común pero sí se ha escuchado” de secuestradores que posan para fotografías.
Uno de los supuestos secuestradores en la fotografía de Mortenson es Mansur Khan Mahsud, quien dirige el centro neurálgico paquistaní que se especializa en investigaciones de regiones tribales paquistaníes. Mahsud ha investigado para la Fundación New America, donde Peter Bergen es director.
Al ser contactado por CNN, Mahsud dijo que el recuento de Mortenson de su viaje a Waziristán “era una bola de mentiras y ni una palabra era cierta”. Mahsud dijo que Mortenson había llegado a Waziristán del Sur en 1996 con uno de los parientes de Mahsud y que habría permanecido en la villa Kot Langer Khel, más de una semana. Agregó que no fue secuestrado, sino que su familia lo trató como “un huésped de honor. Éramos sus protectores en Waziristán del Sur”.
En su sitio web , Mortenson dice haber sido secuestrado por el talibán, pero ellos no tenían presencia en el país en 1996, pues llegaron a la región en el invierno de 2001. El talibán también prohibió una fotografía de aquel entonces y negaron haber secuestrado a Mortenson.
En la transcripción, Mortenson dice que fue “detenido” ocho días en Waziristán en 1996. “Fue contra mi voluntad, y me quitaron mi dinero y pasaporte. No fui tratado mal ni herido, pero no podía irme. Me pusieron una sábana en mi cabeza y fui trasladado en auto. Un ‘talib’ es un estudiante en árabe, y sí, eran talibanes en la región. Algunas personas son talibanes, otras no, y las afiliaciones pueden cambiar de la noche a la mañana”.
El viernes, Mortenson, que vive en Montana, dio una entrevista al Bozeman Daily Chronicle diciendo que pensó que lo mejor habría sido hacerse amigo de sus captores, y que quizás ellos habían percibido una situación distinta.
En un correo enviado el domingo a sus defensores, Mortenson dice que la “entrevista” en 60 Minutes pinta una imagen distorsionada con información imprecisa que se concentra sólo en el IRS 990 financiero de un año (1990), y que algunos puntos del libro ocurrieron hace casi 18 años.
Mortenson también rechazó las acusaciones de 60 Minutes en una declaración el viernes realizada por el Instituto de Asia Central, antes de la transmisión.
“Respaldo la información del libro”, dijo Mortenson. También defendió el papel del Instituto en dar poder a las comunidades para crear y operar escuelas que han educado a más de 60,000 estudiantes.
Definió a Afganistán y Pakistán como “lugares complejos afectados por lealtades en conflicto, y con gente que no quiere que la misión de las escuelas para niñas tenga éxito”.
Mortenson rechazó la petición de CBS para dar una entrevista y CNN aún no logra contactarlo. Dice en el correo que no quiso aparecer frente a las cámaras de CBS “después de que intentaron cuestionarme de improvisto, y tuvieron un enfoque irrespetuoso” que podría generar un reportaje tendencioso.
“El programa de 60 Minutes puede parecer plantear preguntas simples, pero las respuestas pueden ser complejas, que no pueden resumirse en 10 segundos”, dijo Mortenson.
Su Instituto también dijo en una declaración a CNN el domingo que no hará comentarios debido a una condición médica. “Greg sufre de hipoxia (una condición de niveles de oxígeno bajos) desde hace 20 meses. El viernes pasado fue diagnosticado con una lesión en el corazón y se someterá a una cirugía el martes para corregirla. Cuando su cardiólogo lo permita, podrá hacer comentarios en persona”, dijo la declaración.
Los antecedentes caritativos de Mortenson y sus historias de relatos épicos han ayudado a hacer crecer al Instituto de Asia Central. La organización registró ganancias de 14 millones de dólares en 2009, sobre todo a partir de individuos privados, muchos de los cuales fueron inspirados por los libros de Mortenson.
Pero en 2009, menos de la mitad de ese dinero (41 por ciento) se dirigió a la construcción de escuelas en Afganistán y Pakistán, según la junta directiva del Instituto. En su sitio web, el instituto dice que “una porción significativa de lo recaudado” fue asignado a otros programas de la caridad, como alcance y educación sobre las necesidades de las escuelas.
El Instituto también dice que 1.7 millones de dólares sirvieron para promover los libros de Mortenson en forma de publicidad, eventos, cuotas de grabación y profesionales, y viajes. Dijo que las contribuciones de los eventos de Mortenson “superaron por mucho los gastos de viaje”.
Daniel Borachoff, presidente del Instituto Estadounidense de Filantropía, dijo a CBS que el Instituto sólo ha emitido una declaración financiera auditada en sus 14 años de existencia, y que eso demuestra la falta de transparencia y la “decepcionante” mezcla de los intereses personales de Mortenson con los de su caridad.
Krakauer también dijo tener preocupaciones sobre las finanzas de la organización de Mortenson.
“Nadie supervisa lo que pasa. No sabe cuántas escuelas ha construido. Nadie sabe su costo”, dijo.
En el correo electrónico, Mortenson dice que recientemente regresó de Afganistán, donde su organización planea establecer y construir más de 60 escuelas nuevas este año.
También dice que tiene programada una cirugía esta semana para arreglar la lesión en su corazón, y “después de unas semanas mi médico me dirá que estoy como nuevo”.