Expertos analizan hallazgo de uno de los primeros bocetos de Da Vinci
Peter Hohenstatt era escéptico al principio, especialmente cuando descubrió que el dibujo databa de alrededor de 1500.
El boceto era “absolutamente Leonardesco”, pensó el historiador del arte de la Universidad de Parma, pero era probablemente el producto de uno de los estudiantes, imitadores o admiradores del maestro. Cuando un examen técnico demostró que el dibujo se había originado cerca de 1473, el escepticismo disminuyó.
¿La razón? Leonardo Da Vinci fue un aprendiz hasta fines de la década de 1470. Él no tenía ningún estudiante, admirador ni imitador todavía.
“No puedo estar seguro de que sea un dibujo de Leonardo, no científicamente ni de ninguna otra forma”, dijo Hohenstatt, “pero estoy fuertemente convencido de que tenemos aquí uno de los primeros dibujos. Estoy muy convencido de que es uno de sus primeros bocetos de retrato”.
Hohenstatt no está solo. El experto en Da Vinci Luigi Capasso dijo a CNN que existe una “muy alta posibilidad de que este boceto haya sido hecho por Leonardo da Vinci”.
El objeto de su fascinación es titulado simplemente dibujo a lápiz rojo del perfil de la cabeza de un hombre mirando a la izquierda. Fue encontrado aproximadamente hace 70 años, metido en un libro; y como muchos objetos de intriga artística, tiene una larga y enredada historia, independientemente de si es obra del maestro del Renacimiento.
Las convicciones de los dos hombres están basadas en similaridades artísticas con otros trabajos de Da Vinci así como la fabricación del papel del boceto, el cual dicen es similar al papel que Da Vinci usó en otros bocetos.
La palabra final, sin embargo, provendrá de la Biblioteca Ambrosiana, la biblioteca en Milán, Italia, que guarda el Codex Atlanticus, la mayor colección de obras de Da Vinci.
Hohenstatt realizó el análisis histórico y artístico del dibujo. Capasso, un profesor de antropología en la Universidad Gabriele d'Annunzio en el pueblo medieval de Chieti, manejó el lado científico y técnico del trabajo.
Aunque el hombre cita varias razones para sus conclusiones, dos elementos son los más convincentes, dice Capasso:
Primero, la composición del papel es casi idéntica al papel usado en tres bocetos de Da Vinci que se encuentran en la Galería Uffizi en Florencia, incluyendo El Paisaje No. 8P, el cual fue fechado por el mismo Da Vinci. Los cuatro trabajos muestran evidencia de un tratamiento de sal previo, el cual Da Vinci usaba comúnmente para blanquear su papel antes de aplicar las tintas y pigmentos , dijo Carpasso,
El segundo elemento es el que pone interesantes las cosas: En el volumen 12, página 1033 del Codex Atlanticus, existe un espacio en blanco con una silueta de pegamento que “corresponde impresionantemente” con el papel en que el boceto fue dibujado, dijo Carpasso.
Carpasso dice que tiene la composición química del pegamento pero que no puede realizar una comparación con el codex hasta que la biblioteca Ambrosiana permita el análisis.
El vice prefecto de Ambrosiana, Pier Francesco Fumagalli, se negó a discutir el tiempo de la prueba. Pero en una carta a los propietarios del boceto, les indicó que la librería permitiría una análisis no invasivo de la página 1033.
La prueba tendrá que esperar hasta al menos el 2012, escribió, debido a que el codex está en proceso de preservación.
El hallazgo
Cristina Gerbino, la hija de uno de los actuales propietarios del boceto, fue comisionada para publicitar el descubrimiento. Ella dijo que el dibujo fue originalmente encontrado en un libro perteneciente al cardenal Placido María Tadini, alguna vez arzobispo de Génova. Cuando Tadini murió en 1847, un notario de la familia Ponzellini compró la casa del cardenal Montecalvo y todas sus pertenencias, dijo Gerbino.
En 1940, el último descendiente de los Ponzellini se mudó a Génova y, mientras reorganizaba los libros, notó la portada de un viejo tomo que se desprendía. Después de inspeccionarlo, encontró el boceto, “que había sido intencionalmente escondido”, dijo Gerbino.
Tras su muerte, el boceto fue comprado por un restaurador de antigüedades llamado Amadeo Barile.
Barile, junto con su colega y amigo Francesco Gerbino, tomó propiedad del boceto y en 2001 encargó estudios al respecto. Y le mostraron el dibujo a un experto que sugirió que podría ser obra del maestro Da Vinci. Ese hombre era Hohenstatt, quien se ha dedicado hasta la fecha a la búsqueda de la verdad sobre el boceto a lápiz rojo encontrado.