Un estadounidense a caballo protegerá a la reina Isabel II en la boda real
Creció en las calles de Manhattan, andando en patineta y escuchando rock punk. Denton John nunca esperó estar donde estará el viernes, montando a caballo con su uniforme, y ser el único estadounidense en la boda real británica del príncipe Guillermo y Kate Middleton.
Pero ahí estará, con sus guantes blancos y sus plumas rojas, como miembro del Regimiento de Caballería Montada Nacional, protegiendo a la reina Isabel II cuando salga de la Abadía de Westminster para regresar al Palacio de Buckingham.
Con su sonrisa primaveral fuera del palacio, el soldado John, de 23 años de edad, explica que creció en Nueva York como hijo de inmigrantes de la pequeña isla caribeña de Granada.
"Cuando era joven, yo patinaba, escuchaba rock punk… me gustaba de todo", dice. Pero después de graduarse de la Preparatoria Wadleigh en Harlem, decidió tomarse un año antes de irse directo a la universidad.
Pasó algo de tiempo en Granada con sus padres, y ahí decidió entrar al proceso de selección de la Armada Británica.
John entró porque tiene ciudadanía granadina y estadounidense. La nación caribeña es miembro de la Commonwealth, la asociación de países que solían ser parte del imperio británico.
No había considerado hacer una carrera militar de niño, pero a sus 20 años le llamó la atención. Le gusto la idea de ser parte de algo grande y ver el mundo… y como soldado, dice, "maduras más rápido como persona".
Aprobó el proceso de preselección en Granada y la selección en Inglaterra, y aprobó el entrenamiento militar básico para entrar a la Caballería Nacional, en la misma unidad en la que estuvieron los príncipes Guillermo y Enrique, segundo y tercero en la línea al trono británico, después de haberse graduado de Sandhurst, la academia militar británica.
Pero a diferencia de la realeza, John nunca se había subido a un caballo antes de unirse al ejército. Es algo usual en la unidad, dice. "El 90% de las tropas de caballería nacional nunca se habían subido a un caballo" antes de entrar al ejército.
Después de dos años de entrenamiento, John pasará todo el viernes dentro de su escuadrón Blues & Royals escoltando el carruaje de la reina de regreso a casa después de la boda de su nieto.
Aunque los turistas ven a la caballería como una muestra de la monarquía británica, John dice que antes que nada son soldados. "Somos los guardianes de la reina", dice. "Somos la primera línea de defensa si algo le ocurre al carruaje. Estamos muy pendientes como soldados. Claro que aprovecharé el espectáculo, pero estaré concentrado en mi trabajo", dijo.
John tendrá una posición privilegiada el viernes, dice el capitán James Hulme, de la Caballería Nacional. "Es el único estadounidense en la Caballería Nacional, y hasta donde sabemos, el único estadounidense en la boda real", dijo Hulme con una sonrisa. "Es nuestra versión del 'sueño americano'".
Y también es el sueño de los padres de John. Sabían que estaba en el ejército, pero no sabían con precisión cuál era su papel.
"Mi mamá está muy orgullosa", dice. "Está contando esto a todo el mundo".