El escritor Arturo Pérez-Reverte es condenado por plagio de un guión
Un juzgado en Madrid condenó al escritor y académico de la Lengua, Arturo Pérez-Reverte, a pagar 80,000 euros (en torno a 115,000 dólares) al cineasta Antonio González-Vigil, tras ser encontrado culpable de plagiar el guión de la película Gitano, estrenada en 2000.
Pérez-Reverte calificó el resolutivo de la Audiencia Provincial de Madrid, ocho años después de iniciado el juicio, como "una emboscada" y "una clara maniobra de chantaje" para obtener dinero de él "después de 10 años".
La Audiencia tomó en consideración de manera parcial un recurso de apelación interpuesto por el cineasta González-Gil y Dato Sur, S.L, contra una sentencia de 2008 que exoneró a Pérez-Reverte y al director de cine Manuel Palacios por copiar el guión.
El escritor afirma que no se puede comprobar el plagio, acusó a la Audiencia de ignorar otros tres resolutivos, y aseguró que el peritaje sobre la cinta “estuvo encargado y pagado por el demandante, frente a los cinco informes periciales que fueron encargados a petición de juez y fiscales" de las anteriores sentencias que lo exculparon.
"Que me digan que necesito copiar un guion de un tío que no conozco ni por lo visto conoce nadie es tan grotesco y ridículo, que sería de reírse si no hubieran llegado tan lejos como han llegado,” afirmó el autor de “La Reina del Sur”.
La sentencia fue apelada por el escritor ante el Tribunal Supremo.
Coincidencias entre historias
El fallo de la Audiencia considera que existen coincidencias suficientes entre Corazones púrpura, de González-Vigil y Gitano, de Pérez-Reverte, "sin perjuicio de que esta esté además enriquecida con otros matices".
Entre las coincidencias se incluye que los protagonistas de ambas cintas salen de la cárcel tras cumplir una condena de dos años por delitos relacionados con drogas y que ambos mantienen una relación sexual con una prostituta.
Además, ambas historias tienen a un policía corrupto, adicto a la cocaína, que intenta inculpar nuevamente al recién liberado, quien se enamora de una mujer gitana, dedicada al mundo del espectáculo.
En ambas cintas, el líder del clan gitano al que pertenece la mujer pronuncia la frase "Mi reino no es de este mundo", de acuerdo con el fallo.
La Audiencia descartó que las similitudes sean derivadas de "clichés" del género y afirmó que hay "significativos indicios de que ha existido cierta transmisión conceptual, argumental, estructural, relacional y de atmósfera” de una cinta a otra.
González-Vigil pedía una indemnización de 160,890 euros.