La televisión de EU se indigesta con programas sobre comida
La comida ha sido parte de nuestro repertorio televisivo en Estados Undos incluso antes del programa clásico de Julia Child, The French Chef de 1963 (y que inspiró en 2008 la película Julia, protagonizada por Meryl Streep), pero desde entonces se ha vuelto un pilar de la programación cotidiana.
Entre las cadenas de televisión especializada Food Network y Cooking Channel, la franquicia de Top Chef producida por Bravo, especializados en 'reality shows', Sin reservas de Travel Channel, Man v. Food y Bizarre Foods con Andrew Zimmern como protagonista, y otros programas como Hell’s Kitchen, MasterChef y America’s Next Great Restaurant los televidentes se han puesto a comer y a cocinar.
Su popularidad es fácil de entender: los valores de producción pueden variar, pero si no entretienen con escenas estándar de la reality TV, exploran un tema en el que es fácil profundizar. Tienen un atractivo para quienes queremos aprender más de la cocina, y es relajante aunque no te interese.
La cadena ABC anunció recientemente el estreno de un programa de comida al mismo tiempo y la cancelación de las novelas All My Children y One Life to Live. La cadena contrató a la favorita de Top Chef, Carla Hall, a las personalidades Michael Symon y Mario Batali, a la nutrióloga experta Daphne Oz y a Clinton Kelly de No te lo pongas para un programa de una hora llamado The Chew.
La premisa es examinar la comida “como una fuente de alegría, salud, ritual familiar, amistad, noticias, citas, figura, pérdida de peso, viajes de aventuras y momentos de la vida”. El programa se estrenará en septiembre en Estados Unidos.
Y como si la noticia de la cancelación no fuera lo suficientemente mala para los fans de las novelas, las remplazaron con un programa de comida. “¿No pudieron hacer un sondeo? Es muy triste, ¡no queremos otro programa de comida! ”, dijo un fan, mientras que otro agregó, “Muy pronto el único canal que no tendrá un programa de salud, comida y moda será Playboy”.
Una semana después, VH1 anunció que entraría al negocio de los restaurantes reality con Famous Food. La idea era unir a las estrellas de televisión Heidi Montag, Jake Pavelka y Danielle Staub con los raperos Juicy "J" y DJ Paul de Three Six Mafia, Vincent Pastore de Los Sopranos y Ashley Dupre (que no estamos seguros de por qué aún es famosa). La competencia consiste en ver quién puede convertir un restaurante en un éxito, y el ganador se vuelve accionista.
¿Por qué concentrarse en un restaurante? ¿Por qué no mejor dejarlos convivir solos, a la antigüita, en una casa y a ver qué pasa? Con la participación de Danielle Staub de The Real Housewives of New Jersey y un ex Bachelor, cualquier cosa podría pasar.
Como dice Diane Gordon, editora en jefe de The SurfReport, “una vez que llevas a alguien como Heidi Montag a un programa de comida, es que ya se te acabaron las ideas”.
Sólo deberíamos ver cierta cantidad de televisión al día, y los fans no pueden ver toda la programación de comida, sobre todo si la variación es de la misma cosa. Y no es que ya nos hayamos hartado del género, pero los productores son cada vez menos creativos, dice Gordon.
“Aún hay programas muy exitosos como Top Chef y Hell’s Kitchen. Te inspiran a comer muy rico”, dice. “Te inspira a querer comer mejor, y ha sido educativo para muchos estadounidenses”. Agregó que la clave es “unir a gente con perspectivas frescas de la comida”.
Es más fácil decirlo que hacerlo. Los tres canales de Scripps Networks (Food Network, Cooking Channel y Travel Channel) tienen al mercado arrinconado, no sin mencionar los otros canales de cable llenos del mismo contenido. Pero la calidad de la programación tiene la misma importancia que la innovación.
Es por eso que Anthony Bourdain de Sin Reservas y Top Chef , ambos transmitidos también en México, son referencias a la hora de hablar de este género de programación. El primero ofrece anécdotas informativas interesantes, y el segundo tiene drama, pero sólo como acompañamiento del evento principal: la experiencia.
Son cualidades esenciales, sobre todo en una competencia o en un reality, dice Noel Kirkpatrick, cofundador del blog televisivo Monsters of Television. “Con Top Chef o Iron Chef America, disfruto que, a diferencia del resto, estos programas no dependen de los conflictos de personalidad, sino en el talento, y eso es más interesante”, dice Kirkpatrick.
Aunque el contraste puede ser repetitivo, Kirkpatrick cuestiona cuántas variaciones de Diners, Drive-Ins and Dives puede tener el Food Channel, y cuántas versiones de Top Chef puede imaginar Bravo. Aún existe el deseo de ver televisión de comida informativa, y eso podría ser positivo.
Por un lado, “el trabajo del chef es glamoroso y estelar, pero es algo muy falso”, dice Paolo Lucchesi, columnista del Inside Scoop del San Francisco Chronicle. “Es un trabajo rudo y demandante, y la gente que lo hace está todo el día en la cocina, no paseándose como en un reality show”.
Pero, por otro lado, este diluvio de programación de comida ha ayudado a la gente a apreciar un poco más la comida, dice.
La televisión de comida “está siendo forzada y agotada de vez en cuando”, dice Lucchesi, pero “es difícil que no te guste porque ahora la gente tiene un mejor entendimiento de lo que es comer bien. Siempre hay espacio para la innovación y para la educación”.
Y a tí ¿te gustan los programas de comida? ¿Cuál ves y por qué?