'Habemus Papam' psicoanaliza al Papa en el festival de Cannes
El Vaticano recibió el viernes en Cannes una dosis de análisis freudiano con Habemus Papam, una comedia sobre un Papa recién elegido que se acobarda cuando el peso de la responsabilidad cae sobre él.
La película del director italiano Nanni Moretti suscitó en la crítica risas y aplausos en el tercer día del festival de cine de Cannes, cuya sección oficial, hasta ahora, se mostraba repleta de realismo oscuro y crítica social.
Ridícula y humana, Habemus Papam abre de par en par la reservada Santa Sede, cuando los cardenales de túnicas rojas se reúnen en una habitación cerrada para elegir un nuevo Papa bajo la expectante mirada de millones de católicos.
Cuando se cuentan los votos y el humo blanco sale de la cúpula del Vaticano, el papa electo, interpretado por el actor francés de 85 años Michael Piccoli, es conducido al balcón para dirigirse a los fieles, sólo para quedarse congelado ante su monumental tarea, paralizado por la ansiedad.
"La imagen que más me impresionó fue ver a un nuevo Papa a pocos metros del balcón (del Vaticano), incapaz de avanzar", confesó Piccoli a los periodistas tras la presentación.
"El papel reforzó mi convicción de atreverme a hablar sobre la ansiedad personal, este Papa es un hombre excepcional", añadió.
Aterrorizadas por la ruptura del protocolo, las autoridades del Vaticano toman la poco ortodoxa decisión de llamar al mejor psiquiatra de Roma, interpretado por el propio Moretti, para analizar al Papa en una habitación llena de cardenales, en una de las escenas más divertidas de la película.
Falta de atención paterna
A pesar de su tono irreverente (Moretti llega a organizar un torneo de voleibol entre cardenales en el patio del Vaticano), Habemus Papam evita tratar los asuntos más sensibles que han golpeado a la Iglesia católica en los últimos años.
Moretti sólo alude indirectamente a controversias como el abuso sexual por sacerdotes católicos en una escena, donde un alto cargo del Vaticano advierte al psiquiatra que no profundice en la infancia del Papa o en sus "deseos reprimidos".
"Todos conocemos los escándalos del Vaticano, los asuntos de pedofilia y financiación, pero esta historia no es sobre eso", dijo Moretti, ateo reconocido, en la rueda de prensa. "Es una historia sobre mi Vaticano", agregó.
Con este amable tratamiento de la Iglesia católica, parece poco probable que la película genere protestas en los círculos religiosos en el festival anual de cine.
La película de Moretti, rodada en gran medida en el Vaticano y la plaza de San Pedro, utilizó tanto las propias locaciones como estudios para la mayoría de las escenas de interior.
"El Vaticano no puso ningún impedimento. Ni tampoco nos ayudaron", dijo el director.
Más allá de lo que es habitual en las comedias italianas, Habemus Papam tiene momentos de absurdo, como cuando el Papa, que se escapa por las calles del Vaticano, le dice a un apático panadero que él sufre de "falta de atención paterna".
Aunque intenta mantener su consistencia y credibilidad, algunos críticos han dicho que la película se hace pesada en algunos momentos. Se especula que podría recibir la Palma de Oro a la mejor película al terminar el festival francés de cine , que termina el 22 de mayo.