Mujeres palestinas bordan ropa de última moda desde sus refugios
Las mujeres que viven en campamentos de refugiados en Jordania y Líbano bordan ropa y accesorios que son vendidos en grandes almacenes de última moda, a través de un negocio iniciado por una joven palestina de 27 años.
Zeina Abou Chaaban dirige la empresa social llamada Palestyle . Los diseños incluyen ropa, bolsas, joyas y cinturones. Y los comercian a través de Bloomingdale's, en Dubai, y otras tiendas en Bahrein, Abu Dhabi, Qatar y Reino Unido.
"Yo quería difundir la riqueza y la prosperidad de la cultura palestina, pero de una manera moderna", dijo Abou Chaaban, una mujer palestina que vive en Dubai.
"Por lo general, los bordados están en piezas muy tradicionales, pero estamos tratando de revivir la cultura del bordado de una manera muy moderna, usando colores modernos y diseños modernos".
Ella creó el negocio hace dos años y ahora da empleo a 40 mujeres en Jordania y Líbano. Una ONG (organización no gubernamental) que trabaja con las mujeres y los niños, recibe el 5% de todos los ingresos de las ventas de Palestyle.
La vida en los campamentos de refugiados está muy lejos de las tiendas de última moda, donde se vende el trabajo de las mujeres por precios como 850 dirhams (230 dólares) por un bolso de cuero, 550 dirhams (150 dólares) por un chal con motivos trenzados en oro y bordados, o 195 dirhams (53 dólares) por una blusa kafiya con bordados hechos a mano.
" Las condiciones de vida en los campamentos son muy duras debido a la escasez de elementos básicos como agua, electricidad, comida y educación escolar para los niños. Es una lucha por las aspectos básicos de la vida", contó Abou Chaaban.
"Los ingresos que reciben por los bordados les ayudan a mantener a sus familias y dar educación a sus hijos".
Inaash es otra organización que entrena a las mujeres palestinas refugiadas en el bordado y la venta de productos desde 1969.
Jacqueline Inglessis Khayat, presidenta de Inaash, dijo: "Ahora tenemos alrededor de 500 mujeres en varios campos palestinos diferentes en Líbano que trabajan para nosotros. Con el paso de los años hemos capacitado a más de 6,000 mujeres.
“Queremos que nuestro legado permanezca y estamos enseñando a bordar a las generaciones más jóvenes".
Su trabajo es vendido a través del centro cultural Inaash, en el Líbano, y en exposiciones en todo el mundo.
La mayoría de las mujeres nacieron en los campamentos de refugiados y nunca han estado en los territorios palestinos , pero siguen considerando que son su hogar.
"Siempre están pensando en Palestina, en sus pueblos, en sus casas, en sus árboles de oliva o lo que queda de ello; incluso los que nunca han estado allí", expresó Inglessis.
"Ellas saben de dónde vienen y piensan que ése es su hogar. Su sueño es volver", añadió. "Cuando están bordando, sienten que Palestina está con ellas. Son sus raíces. Ellas están luchando con sus agujas”.
Las mujeres que trabajan para Inaash se les paga por pieza, dependiendo del tamaño y la complejidad del bordado. La mayoría de las mujeres hacen el bordado en sus casas en su tiempo libre mientras cuidan sus hogares y a sus hijos.
“El dinero les ayuda mucho”, dijo Inglessis. “Es por eso que siempre nos están pidiendo más trabajo y nosotros hacemos exposiciones y tratamos de vender lo más que podamos.
“ Es una vida dura en los campamentos . Los profesionales de todos los campos, los médicos o ingenieros, no pueden ejercer su profesión en Líbano. Sólo pueden trabajar en empleos de baja calidad”.
Inaash, como Palestyle, pretende dar un toque moderno a los diseños tradicionales.
“El trabajo está completamente basado en motivos tradicionales palestinos, pero hoy en día tratamos de poner más color en ellos. Mantenemos nuestros viejos patrones y motivos para que nuestro patrimonio palestino siga vivo”, dijo Inglessis.
