Una mangana charra para calentar ánimos rumbo a los Panamericanos
Un mariachi y la potente voz del cantante de ranchero mexicano, Vicente Fernández, fueron suficientes para encender al multitudinario público que asistió el sábado a la tercera edición de Jalisco en Vivo, festival de música que reúne a más de una decena de artistas nacionales e internacionales.
El concierto inició por la tarde y concluyó alrededor de las 3:00 (hora local) del domingo.
La glorieta Minerva, icono de la ciudad de Guadalajara, fue una vez más el sitio donde se montó el escenario donde se presentaron los 11 aristas que reunieron a unos 150,000 asistentes, según la Unidad Estatal de Protección Civil de Jalisco.
El evento nació hace tres años a iniciativa del cantante jalisciense Alejandro Fernández, para reanimar la actividad turística de su estado asolado en 2009 por dos epidemias: el dengue y la influenza H1N1 .
Al proyecto se sumó el gobierno de Jalisco, estado ubicado al occidente de México, quien aprovechó la edición del 2010 para pedir a los asistentes donación de víveres para los damnificados por el huracán Karl , que causó estragos principalmente en el estado de Veracruz.
El secretario de Turismo de la entidad, Aurelio López Rocha, dijo en conferencia de prensa que en esta ocasión Jalisco en Vivo ha sido un catalizador en el ánimo de los jaliscienses, los anfitriones de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 de octubre próximo.
Aunque el cartel incluyó a artistas de renombre internacional como Tito El Bambino, Carlos Vives, Julieta Venegas, Luis Fonsi, Ana Torroja y Saúl Hernández, vocalista de Caifanes, los asistentes se mostraron cálidos pero contenidos hasta la llegada del Charro de Huentitán, como se conoce a Vicente Fernández.
"... Y ya pa' que quiero la tumba, si ya me enterraste en vida", frase de la canción Por tu maldito amor, acompañada del característico grito del cantante de ranchero, se escuchó como un estruendo entre los asistentes, que no dejaron de aplaudir. Y Vicente Fernández no dejó de cantar como promete en cada concierto.
Una veintena de canciones, alrededor de dos horas de concierto, hicieron que "la espera desde el mediodía anterior valiera la pena", comentó Pedro Martínez, un hombre maduro que abrazado de su esposa entonó las canciones de Fernández.
El cierre estaba anunciando cuando llegaron los primeros acordes de una canción emblemática de México: Volver, volver, mientras los juegos pirotécnicos encendían aún más la emoción del multitudinario coro.
Por la seguridad
Antes, Saúl Hernández, vocalista de la banda de rock mexicana Caifanes, aprovechó para invitar a los asistentes a solidarizarse con manifestaciones como la Caravana por la paz y la Justicia en México .
"Cada uno desde nuestra trinchera aportemos para que haya paz y seguridad en nuestro país", dijo Hernández.
Durante su intervención, el cantante colombiano, Carlos Vives, hizo lo propio y aunque no se refirió directamente a la lucha del narcotráfico en este país, dijo en un par de ocasiones que, "México es más grande que sus problemas".
El colombiano fue uno de los artistas que más ánimo mostró en el escenario y que intentó en cada una de sus interpretaciones poner a bailar a los asistentes con los acordes de la cumbia vallenata.
El evento concluyó cerca de las tres de la mañana, con un sabor a tequila y música ranchera en la mayoría de los asistentes.