Bailes y cantos: el secreto del éxito de la industria de Bollywood
Es una mezcla extraordinaria de héroes gallardos, malvados villanos, obstáculos insuperables y desventurados amantes.
Bienvenido al mundo de Bollywood , la industria fílmica de Mumbai, donde cualquier cosa puede pasar, siempre y cuando tenga un final feliz y mucho canto y baile.
Las tramas inverosímiles y los movimientos de baile exagerados pueden parecer cursis para algunos, pero esa es la formula que ha cautivado a una nación, con alrededor de 10 millones de indios asistiendo a las salas de cine cada día.
“Tenemos un poco de todo”, asegura el actor de Bollywood, Amitabh Bachchan. “Cuando la gente asiste para ser entretenido, ellos van a ver un poco de música, baile y drama”.
Bachbach, una leyenda viviente para el cine en lengua hindi, es mejor conocido en la India como El Gran B, ha hecho más de 150 películas en una carrera que abarca 40 años.
“Nuestras películas tienen mucho escapismo”, comenta. “Muchas veces Occidente ha sido un poco cínico sobre la calidad de nuestro cine. Pero creo que quizá ellos no entienden la razón por la que hacemos nuestros filmes y por qué tienen esta naturaleza particular”, asegura Bachchan.
Bollywood produce más de 1,000 películas al año y es la industria cinematográfica más grande del mundo. Pero al igual que su contraparte estadounidense, el éxito no viene por la saturación internacional, sino por su capacidad para atender a millones de trabajadores indios en todo el subcontinente.
Farah Khan es una de las coreógrafas más exitosas de Bollywood. Ella cree que el elemento esencial de cualquier película de esta industria , y la clave del éxito del género, son las rutinas icónicas de baile y canto.
“La vida no es fácil en la India”, dice. “Si mi chofer o mi empleada doméstica quieren salir e ir al cine, ellos quieren pasar un buen momento”.
“En la India, una canción puede ser absolutamente ajena a la película, pero aún así la incluyes porque atraen a las multitudes. Las audiencias quieren bailar, quieren tener una fiesta.
“No quieren salir y deprimirse y ver una película realista, depresiva y dura”, expone.
Bachchan está de acuerdo: “El público indio no quiere entrar a una sala de cine para ser educados. Ellos quieren ir para entretenerse”.
El estilo único de Bollywood y la “cursilería” sin rubor es, asegura Khan, su mayor riqueza. Mientras Hollywood se ha infiltrado en las industrias cinematográficas de todo el mundo, ha fracasado en diluir la pasión de la India por este género.
“Realmente siento que la única razón por la que Bollywood no ha sido devorado por Hollywood como otras industrias, se debe a nuestras canciones y bailes”, asegura Khan. “Tenemos el ingrediente que las películas de Hollywood no tienen”.
Eso no quiere decir que Hollywood no piensa afianzarse en la India. Pero en lugar de ver su presencia como una amenaza, Bachchan ve el creciente interés de occidente como una oportunidad para revolucionar la industria.
“Con la apertura de nuestra economía, hay un mayor intercambio de ideas”, dice. “Todos estamos intentando mejorar la calidad en nuestras películas y estoy muy feliz de ver a una generación más joven no tener miedo de salir y buscar la mejor tecnología disponible en Occidente”.
Hollywood no solamente influye en el uso de nuevas tecnologías, también el estilo de trabajo está cambiando. Atrás quedaron los días donde los actores trabajaban en seis o siete películas al año en cualquier momento —en el caso de Bachchan, filmaba tres películas en un sólo día.
Las prácticas de mercadotecnia y distribución también están cambiando según Bachchan: “Hollywood (tiene) una gran visión de mercadotecnia, que es lo que le falta al cine indio. Ahora podemos trabajar con ellos para asegurar que nuestro producto llegue a la mayor cantidad de espectadores”.
Pero a pesar de la colaboración con gigantes de la industria en occidente, Bollywood sigue siendo un producto netamente indio, hecho a la medida para el público indio.
“Con esa base”, afirma Bachchan, “las (películas) que realmente siguan funcionando bien son las que claramente estén identificadas con nuestra cultura y con nuestra moral y nuestra ética”.