'El planeta de los simios' vuelve sin máscaras ni disfraces
La saga de El planeta de los simios regresa este viernes a la cartelera mundial tras una década de ausencia; llega con una nueva entrega que cuenta la génesis de la conocida historia de ciencia ficción y lo hace por primera vez sin máscaras ni disfraces.
"Es una gran historia, la de una revolución como las que pasan en nuestros días y nuestro mundo, pero que en esta ocasión está liderada por simios", aseguró en una entrevista el director Rupert Wyatt, quien debuta al frente de una superproducción tras dirigir el filme de corte independiente The Escapist.
El origen del planeta de los simios, es el nombre de esta séptima entrega de la saga y la primera que responde por fin a la pregunta de qué ocurrió para que la humanidad fuera dominada por los monos.
La trama se desarrolla en la actualidad y responsabiliza de la rebelión de los primates al abuso humano de la ciencia y la genética.
La película llega 46 años después de que Charlton Heston se rodeara de actores vestidos de simio en el clásico que dio nombre a la saga y 10 años después de que Mark Wahlberg hiciera lo propio en la reinterpretación de la historia que firmó Tim Burton.
En esta entrega iniciática no hay, sin embargo, un gran presupuesto en caracterización, sino que, como buena superproducción veraniega, la gran apuesta son unos efectos especiales que, además de mostrar una gran batalla en el puente Golden Gate de San Francisco, presenta quizás al simio más realista de la saga y más humano.
"Irónicamente es una historia muy humana, con un protagonista muy humano", reconoció Wyatt para referirse a Caesar, un chimpancé con una inteligencia sobrenatural fruto de un experimento científico para encontrar una cura al mal de Alzheimer y que le hará encabezar una rebelión contra la humanidad apoyado por otros simios.
Aunque no lo parezca, Caesar está creado por ordenador, pero no en su totalidad: sus gestos, expresiones y movimientos son los del actor británico Andy Serkis, gracias a una tecnología punta utilizada con anterioridad en Avatar y que ha sido avanzada ahora para El origen del planeta de los simios.
Se trata de la primera película de la historia en que la tecnología performance capture, que captura movimientos y expresiones de actores para luego aplicárselos a personajes generados por ordenador, se ha utilizado en localizaciones exteriores, con luz solar.
"Tomamos la tecnología de Avatar y la llevamos tanto a los estudios normales como al exterior, porque el mundo de esta película es real, no es inventado. Queríamos que Andy actuara junto a los otros actores y que fuera dirigido por el director", explicó el oscarizado experto en efectos especiales Joe Letteri.
Letteri, de la firma Weta Digital —responsable de los efectos especiales, además de Avatar, de El señor de los anillos—, reconoció que esta cinta fue "más difícil" que la dirigida por James Cameron, ya que "lo complicado fue integrar la actuación real con la animación en el marco de un mundo real y no imaginario".
Esa tecnología permitió así a Serkis interpretar a Caesar en el mismo espacio que sus compañeros de reparto: el estadounidense James Franco y la india Freida Pinto, quienes interpretan al científico que hace del simio un ser sobrenatural y a una primatóloga que es la voz de la conciencia, respectivamente.
"Para mí era muy importante actuar con actores de verdad. No hubiera aceptado esta película sin que ante mí hubiera otro actor", explicó James Franco en una entrevista en Nueva York, en la que se mostró "sorprendido" con la actuación de Serkis, "quien creí que era un simio desde el principio, aunque sólo lo veía con un traje lleno de cables y una cámara pequeña que grababa su rostro".
Franco, quien en la cinta ejerce de figura paterna de un simio al que adora pero del que se debe separar, destacó además que aceptó el papel del científico Will Rodman porque la película, "además de presentar unos efectos especiales increíbles, plantea grandes preguntas".
"No es una superproducción de verano habitual. Plantea preguntas y presenta a personajes muy humanos, como hacían los primeros filmes de Steven Spielberg", dijo el actor, que se refirió así al dilema moral que presenta el uso de medicamentos modificados genéticamente o la pregunta sobre quién es el ser superior, si el hombre o el mono, premisa de todas las películas anteriores.
La cinta retrata el viaje de Caesar desde su nacimiento hasta la madurez, cuando la sociedad humana le cierra las puertas y lo llena de resentimiento, esa semilla del mal con la que se quiere explicar el resto de las otras entregas que de la serie del El planeta de los simios desde su estreno inicial en 1968.