10 claves para recordar, conocer y entender a 'Cantinflas' en sus 100 años
Los cien años del nacimiento de Mario Moreno Cantinflas son un gran pretexto para recordar al gran cómico de México , ese que en 1956 vivía el auge de su carrera, y que el propio Charles Chaplin reconoció como el “comediante más grande del mundo”, mientras también era llamado el Chaplin de Latinoamérica.
Luego de su muerte, en 1993, poco se ha editado o recopilado de Mario Moreno, el hombre, empresario, filántropo , el creador de un personaje legendario y de un estilo cinematográfico basado en la habilidad de hablar, gran sentido del humor, crítica social e improvisaciones.
Una disputa legal por las regalías de las 39 películas del actor, entre familiares de Cantinflas —que aún no se ha resuelto— fue el motivo por el que en gran medida no se habían podido hacer antes más eventos culturales para mantener vivo su cine y su legado como actor.
Una tregua, para no desaprovechar la fecha (12 de agosto), permitió realizar homenajes, exposiciones fotográficas, de pintura, mesas redondas, ciclos de cine, la edición de un libro, entre otros esfuerzos.
El público lo ha agradecido. “Ya era hora de que la familia nos diera un poco de Cantinflas”, dijo Mario Rubén, un jardinero y pintor de 64 años que se detuvo a contemplar por largo rato, la exposición al aire libre sobre el cómico montada en las rejas de Chapultepec, en una de las principales avenidas de la capital mexicana.
Es común oir, en esa misma exposición, a padres y madres explicando a menores de edad quién era Cantinflas. Pero ¿cómo descubrir a Mario Moreno en estos tiempos? Eduardo Moreno Laparade, sobrino del actor y José Antonio Valdéz, jefe de información de la Cineteca Nacional y especialista en cine de Cantinflas, nos ofrecen 10 claves para entender su imporancia.
Para conocer al hombre, empresario, cómico y filántropo, Mario Moreno:
- Mario Moreno fue un actor que siempre cuidó su trabajo, era perfeccionista y no permitía que una majadería saliera en sus películas. Si algo de su improvisación se prestaba a ser sacado de contexto en un tono vulgar, él mismo cortaba la escena y pedía que se volviera a grabar.
- Era un actor con el que era difícil trabajar. Sus improvisaciones solían arrancar carcajadas de los empleados o de sus compañeros actores por lo que había que repetir varias veces la escena. Siempre hacía una improvisación diferente.
- Aunque se han escuchado muchas versiones sobre el por qué de su apodo, Cantinflas, la versión aceptada por sus familiares es la que él mismo explicó en un video que fue transmitido en uno de sus homenajes en Bellas Artes: “él se puso a escribir y escribir palabras hasta que encontró que Cantinflas sonaba a lo que él quería transmitir”, relata Moreno Laparade, su sobrino.
- Mario Moreno era un hombre simpático dentro del estudio de grabación pero, como lo son los grandes cómicos, un señor serio fuera de él aunque estuviera hablando con los mismos compañeros de trabajo con los que antes bromeó.
- Era sensible con las necesidades de la gente. “Solía recibir a muchas personas en su oficina, se veía la fila. Nunca nos decía cómo los ayudaba pero sabíamos que algo había hecho por ellos porque salían con una sonrisa. Luego supimos que algunos le veían la cara porque si él les daba para medicinas, los bribones iban y las vendían en la misma farmacia donde él las habían surtido. Pero siempre siguió ayudando”, narra Eduardo Moreno.
Para conocer al actor y entender a Cantinflas
- Cantinflas es el personaje que encarnó al "peladito de la calle". Esos personajes postrevolucionarios, excombatientes, que llegaron de provincia y se quedaron en la Ciudad de México, "sin oficio ni beneficio", explica José Antonio Valdéz, especialista en cine de Cantinflas.
- “Los peladitos, eran personajes que no tenían trabajo, que deambulaban por las calles pero que tenían el hábito de piropear muchachas y mal orear a quien se dejara y cuando ya se veían muy acorralados, se empezaban a defender a través del idioma, o del abuso del idioma. De manera que en una discusión con un personaje de estos, simplemente era mejor tirar la toalla por la cantidad de palabras utilizadas para no decir nada”, dice.
- En el cine de Cantinflas hay dos etapas: el Cantinflas de blanco y negro y el de color, según la tecnología que se usará para filmar sus películas. En esas dos etapas puede diferenciarse bien la labor del personaje para la sociedad de la época. Primero, es un personaje optimista y positivo que ante las adversidades de un país en vías de cohesionarse y crecer, recién salido de una guerra revolucionaria, debe arreglárselas para salir adelante, airoso de los problemas que se le presenten, usando lo que tenga a mano, comúnmente la palabra. La segunda, es una etapa institucional, porque el país se estaba institucionalizando, y entonces Mario Moreno, al estilo Cantinflas pero dejando de lado ya el personaje, interpreta a doctores, maestros, sacerdotes, ministros, patrulleros, porteros, barrenderos, etcétera.
- La comedia hablada de Cantinflas logró darle una identidad a la comedia de habla hispana en un momento en el que el cine buscaba justo eso. A través del lenguaje, y no de grandes producciones, Cantinflas seducía a las guapas, derrotaba a los enemigos, “se sale con la suya”.
- Para adentrarse en el cine de Cantinflas, saber entrar a su filmografía y escoger sólo lo mejor, el especialista sugiere: Águila o Sol de Arcady Boytler, la clásica Ahí está el detalle, El gendarme desconocido, Ni sangre ni arena dirigida por Alejandro Galindo. De la etapa de Hollywood ver La vuelta al mundo en 80 días, y por último alguna de las que forman parte de su etapa a color, El barrendero fue la última.
El estilo de Cantinflas se quedó en el mundo de habla hispana con un término acuñado, en forma y fondo, 100% por Mario Moreno Reyes: Cantinflear, —hablar mucho sin decir nada—, forma parte del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española desde 1993. La peculiaridad de su forma de actuar ha dificultado encontrar, por ejemplo, un actor que pueda personalizarlo en una película de su vida y obra.