Tomas Tranströmer, el psicólogo que se convirtió en poeta
Pasaron 37 años desde la última vez que un sueco ganó el Premio Nobel de Literatura. En 1974, en una de las muy escasas ocasiones en que la Academia Sueca ha decidido compartir el galardón, fueron reconocidos los escritores Eyvind Johnson y Harry Martinson.
Este jueves, las letras del país escandinavo recibieron otro motivo para festejar tras los honores concedidos al poeta Tomas Tranströmer . “¡No puedo hacer nada más que celebrar! Todos aquí están muy felices”, dijo a CNN la vocera del escritor, Anna Tillgren, quien aún no ha hablado con él sobre el premio.
Originario de Estocolmo, la capital sueca, Tranströmer, de 80 años, es uno de los más importantes representantes de la poesía europea, de acuerdo con la Academia de Poetas de Estados Unidos.
Autor de los poemarios Secretos en el camino (1958), Paraíso casi terminado (1962), Poemas selectos (1972), Para los vivos y los muertos (1995) y El gran enigma (2003), su trabajo se caracteriza por “imágenes condensadas y translúcidas” sobre su país, con las cuales los lectores tienen “acceso fresco a la realidad”, según la Academia Sueca.
“Quizá es poco conocido para el público (occidental), pero es uno de los poetas más influyentes”, dijo a CNNMéxico Diego Moreno, editor de la casa Nórdica, con sede en España y que publica los libros de Tranströmer en México. Moreno explicó que es el segundo poeta más traducido después del chileno Pablo Neruda , ganador del Nobel de Literatura en 1971.
“Será más conocido luego del premio, sin lugar a dudas. Va a permitir ampliar la difusión de su obra del otro lado del Atlántico”, agregó.
Tranströmer también ha escrito los libros de memorias Bálticos (1975) y Las memorias me ven (1993), así como elaborado algunas traducciones de su propia obra a otros idiomas.
“Su trabajo gradualmente ha pasado de la poesía de naturaleza tradicional y ambiciosa elaborada cuando tenía 20 años hacia versos más oscuros, personales y abiertos”, señala la academia estadounidense en su página web.
Tranströmer nació el 15 de abril de 1931 en una familia que desde pequeño fomentó su formación académica: su madre, Helmy, era profesora y su padre, Gösta, periodista. En 1950 ingresó en la Universidad de Estocolmo, donde estudió Historia de la Literatura y de las Religiones, Poesía y Psicología. Años más tarde se graduó en Artes.
Pese a que había comenzado a escribir poemas desde la década de los 50, sus primeros empleos no se relacionaron con la literatura sino con el estudio científico del comportamiento humano.
Antes de casarse en 1958 con Monica Bladh —con quien vive en la localidad sueca de Vasteras—, fue asistente en el Instituto de Psicométrica de la Universidad de Estocolmo y, entre 1960 y 1966, trabajó como psicólogo en la correccional juvenil de Roxtuna, ubicada cerca del poblado de Linköping, donde atendió a algunos adictos a las drogas.
“No es político militante, pero sí es un hombre con una conciencia social muy grande”, dijo Moreno. “A diferencia de otros ganadores del Nobel, que son muy militantes, su compromiso es más con la sociedad y con su realidad que con la ideología”.
Fue en los 60 que, según la Academia Sueca, su poesía cobró interés internacional luego de que su trabajo fuera difundido en Estados Unidos por el autor Robert Bly, con quien Tranströmer sostiene desde entonces una amistad.
En 1990 sufrió un derrame cerebral que durante mucho tiempo le impidió hablar y lo alejó de la escritura y de las apariciones públicas. Pudo retomar sus actividades después de un periodo de recuperación.
Su estilo, de acuerdo con algunos críticos, es introspectivo y místico y posee referencias a la naturaleza y al mundo de la psicología. En su poema Tormenta escribe: “De pronto el caminante halla aquí el viejo/ roble gigante, como un alce convertido en piedra/ con su ancha copa ante fortaleza verde negra/ del mar de septiembre./ Tormenta del norte. Es el tiempo cuando las serbas/ maduran. Despierto oye en la oscuridad/ las constelaciones estampadas/ en lo más alto del roble”.
Además del Nobel ha conseguido el Premio Literario Aftonbladets, el Premio de Poesía Bonnier, el Premio Sueco del Foro de Poesía Internacional y el Premio de Literatura Neustadt Internacional.
En uno de sus textos, Tranströmer señala que una de las ideas recurrentes en sus poemas más recientes es ver “un tipo de significado en el presente, en usar la realidad, en experimentarla, en hacer algo de ella”.
Rodrigo Aguiar y Mauricio Torres contribuyeron con este reporte.