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La literatura, una forma de controlar el dolor, dicen dos premios Nobel

Los premios de Literatura, Herta Müller y Mario Vargas Llosa, dijeron que encontraron en la lectura un refugio contra las penas
dom 27 noviembre 2011 04:51 PM
Vargas Llosa y Herta Müller
Vargas Llosa y Herta Müller Vargas Llosa y Herta Müller

La literatura fue para los premios Nobel de Literatura, Herta Müller y Mario Vargas Llosa una cura para el dolor de sus recuerdos en la infancia. En el caso de ella, un gobierno autoritario, y en el de él, el miedo infundido por su padre.

“Uno escribe para escapar de la pena”, dijo Vargas Llosa en un diálogo con Müller frente a unas 2,000 personas que asistieron este domingo a escucharlos en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

Aunque reconocieron que no es fácil hablar ante públicos numerosos, supieron crear un ambiente íntimo donde compartieron sus recuerdos.

Müller, de origen rumano y exiliada en Alemania desde 1987 en donde se refugió huyendo de un gobierno autoritario, manifestó que el recuerdo es lo que mata y puede avasallar, “el escribir es quizá una forma de controlar eso”.

Nacido en un continente y un contexto social diferente, Vargas Llosa compartió con los asistentes algunos pasajes de su infancia, entre ellos, “la experiencia traumática” de relacionarse con su padre, un hombre al que, dijo, le tenía miedo y le ejerció un profundo autoritarismo.

La lectura que durante su infancia lo regocijó se convirtió años después también en su refugio, “no solo para ser feliz, además para mantener una cierta dignidad que frente a mi padre no tenía”, mencionó.

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“La literatura es tan importante para los seres humanos, no solo porque nos defiende del infortunio, nos hace vivir una vida mucha más digna a la que estamos condenados en la realidad… es uno de los grandes instrumentos del progreso humano”, dijo el escritor peruano nacionalizado español.

Müller confesó "la culpa" con la que, escondida, escribía textos mientras sus amigos morían víctimas del gobierno de Nicolae Ceausescu.

“Me preguntaba si tenía derecho a estar sentadita leyendo y escribiendo… tenía que esconder las cosas y era un mundo escondido y me preguntaba si yo tenía derecho a seguir viviendo mientras otros morían”, dijo.

Los escritores concluyeron con una reflexión sobre el fenómeno de la xenofobia, con el que aseguran han convivido de cerca.

“La desconfianza hacia el otro es una de las tradiciones más siniestras y dañinas”, dijo Vargas Llosa.

Müller advirtió del surgimiento en Alemania de grupos radicales que asesinan a migrantes. “Es un movimiento subversivo subterráneo y lo que se ha encontrado son ideas del Nacional Socialismo, es el fracaso de las autoridades”.

El autor de La Fiesta del Chivo dijo que la literatura es un instrumento efectivo contra fenómenos dañinos como la xenofobia. Aseguró que la lectura crea hombres con conciencias capaces de entender mejor las injusticias.

Los dos escritores también estuvieron presentes este sábado durante la inauguración de la FIL, que este año rinde un homenaje al escritor colombiano, nacionalizado mexicano, Fernando Vallejo .

Mario Vargas Llosa, un escritor "fatigado"

El rostro de Mario Vargas Llosa acusa el cansancio acumulado desde que ganó el Premio Nobel de Literatura 2010, un cansancio que se pudo observar este domingo en la vistita del escritor a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara .

"Lo llevo con mucha fatiga”, aseguró el novelista peruano-español en una entrevista con EFE. “Ha sido un cuento de hadas, pero al final incluso los cuentos de hadas pueden resultar muy fatigantes”, dijo.

Desde octubre de 2010, cuando obtuvo el galardón, Vargas Llosa interrumpió su rutina por las actividades intensas que acompañan el Nobel. “ He pasado un año muy movido, con muchos viajes, y ya tengo ganas de regresar a mi sistema habitual de trabajo, que es bastante ordenado y disciplinado", afirmó.

El autor de Pantaleón y las visitadoras inaugurara este domingo el Salón Literario de la edición 25 de la FIL su contraparte femenino, la ganadora del Nobel 2009 Hertha Müller.

Es la cuarta vez que Vargas Llosa participa en esta feria, la más importante del ámbito hispano y cuyo éxito atribuye a que ha sabido combinar "muy bien el aspecto comercial, industrial con el aspecto literario e intelectual".

En las vísperas de 2012, confía en retomar sus proyectos literarios, en los que se incluyen una obra de teatro inspirada en el Decamerón, de Boccaccio, y una nueva novela.

"Nunca me faltan proyectos, lo que me falta es tiempo en la vida", asegura el autor de "El sueño del celta", que no conoce la experiencia, "muy dolorosa, de los escritores que de pronto pierden la imaginación o las ilusiones y se quedan paralizados ante la página en blanco".

"Hay muchos casos, y me parece algo dramático, terrible". Lo es también el de "los escritores que pierden la vocación, como Rimbaud. A mí nunca me ha pasado. Yo la vocación la tengo más viva que cuando empecé, y proyectos desde luego no me faltan. Estoy seguro de que jamás podré acabar con todos los que tengo en carpeta", subraya Vargas Llosa.

Advierte sobre un narcocontinente

El escritor no deja nunca de pronunciarse sobre los problemas de la sociedad, y el de la violencia del narcotráfico es uno de los más graves que tiene México.

La violencia que genera el tráfico de drogas es "un fenómeno continental" . El narcotráfico "es una hidra, que está en todas partes" y, si esa amenaza no se enfrenta, puede acabar convirtiendo a Latinoamérica "en una especie de continente de narcos", aseguró este domingo Vargas Llosa.

"Yo creo que ha llegado la hora de pensar en una solución distinta, y en lugar de la represión", habría que destinar recursos a "la prevención y la descriminalización de las drogas", dijo.

Hace dos días la ciudad de Guadalajara se vio sacudida por un nuevo episodio de violencia, y muy cerca de donde se celebra la Feria del Libro aparecieron 26 cadáveres de hombres atados y amordazados.

Vargas Llosa cree que el gobierno mexicano "ha dado un ejemplo" al enfrentar "de una manera resuelta, directa, el desafío del narcotráfico", y le sorprende "mucho" que haya quienes critiquen al presidente de México por haberse "lanzado a una aventura semejante".

"¿Qué habría que hacer? ¿Habría que mirar hacia el otro lado y dejar que el narcotráfico siguiera creciendo e impregnando el Estado, infiltrándose en todas las instituciones hasta convertir a México en un narcoestado?", preguntó.

Sin embargo, en su opinión, la idea de que reprimir el narcotráfico "es la prioridad fundamental, es equivocada" y se está viendo que no da resultados.

Por eso Vargas Llosa es partidario de "descriminalizar las drogas" y sostiene que "si los inmensos recursos que se dedican a la represión del narcotráfico, sin ningún éxito, se orientaran hacia la prevención, podría haber resultados y, sobre todo, se eliminaría la criminalidad, que es lo que está provocando esa montaña de cadáveres, en México y en todas partes".

Y es que esta violencia afecta también a "muchos países de América Latina"; es un fenómeno "continental". El narcotráfico "es una hidra, está en todas partes y si no se enfrenta, esa amenaza puede acabar convirtiendo a Latinoamérica en una especie de continente de narcos", sostiene el novelista.

"Corremos el riesgo de que en un momento dado la democracia se ponga al servicio, no de la sociedad, sino del narcotráfico", asegura.

Con información de la agencia EFE

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