El médico de Michael Jackson es sentenciado a cuatro años de prisión
Un juez sentenció este martes al doctor Conrad Murray a cuatro años de prisión tras ser encontrado culpable del homicidio involuntario del cantante Michael Jackson.
El juez del Tribunal Superior de Los Ángeles, Michael Pastor, negó a Murray la libertad condicional, debido a que el médico nunca aceptó su responsabilidad por la muerte del cantante.
Murray fue sentenciado a pasar cuatro años en la cárcel del Condado de Los Ángeles, sin embargo, las medidas para aliviar el hacinamiento carcelario de California podrían acortar significativamente el tiempo que pasará encerrado.
Los fiscales argumentaron que el uso imprudente que hizo Murray del anestésico quirúrgico propofol para ayudar a Jackson a dormir, sin el equipo adecuado de monitoreo, condujo a la muerte del icono pop.
Diversos testimonios durante el juicio revelaron que Murray le dio propofol casi todas las noches al cantante, dos meses antes de su muerte el 25 de junio de 2009, cuando Jackson se preparaba para una serie de conciertos con los que volvería a los escenarios en Londres el siguiente mes.
Previo a la sentencia, este martes los fiscales pidieron el máximo de cuatro años tras las rejas, y que Murray pague a los hijos de Jackson más de 100 millones de dólares en restitución. Los abogados defensores buscaron que se le otorgara libertad condicional, no tiempo en prisión.
Murray ha “mostrado una falta total de arrepentimiento” por la muerte de Jackson, y es “aún peor, al no aceptar ni siquiera el más mínimo nivel de responsabilidad”, escribieron los fiscales de distrito adjuntos David Walgren y Deborah Brazil.
La fiscalía citó la decisión de Murray de no testificar en su propia defensa, incluso cuando estaba dando entrevistas para un documental que se emitió días después del veredicto.
“En cada una de estas entrevistas, el acusado ha declarado muy claramente que él no tiene ninguna responsabilidad por la muerte de Michael Jackson”, señaló la fiscalía. “Por otra parte, el acusado volvió a expresar su preocupación sólo por su situación individual y se retrata a sí mismo, no como el causante, sino como la víctima”.
“No me siento culpable porque no hice nada malo”, dijo Murray en el documental citado por la fiscalía.
“Finalmente, el acusado constantemente culpa a la víctima de su propia muerte, incluso yendo tan lejos como para caracterizarse a si mismo como 'atrapado' por la víctima y como alguien que sufrió 'una traición' a manos de la víctima”, dijeron los fiscales.
La muerte de Jackson se produjo en momentos en que se estaba preparando para una serie de conciertos en Londres, lo cual presionó al cantante para procurar dormir y no arriesgarse a que sus conciertos fueran cancelados, argumento la defensa.
Los fiscales afirman en su nota de sentencia que Murray debe ser condenado a pagar a los tres hijos de Jackson la restitución de los posteriores “salarios y beneficios perdidos”, como se establece en la “ley de los derechos de la víctima” de California.
La administración del patrimonio del cantante estima los beneficios proyectados por la serie de 50 conciertos de Michael Jackson en la O2 Arena serían de 100 millones de dólares”, dijo la fiscalía.
Con cerca de 2 millones de dólares en los gastos del funeral y el 10% de interés agregado cada año, la fiscalía está pidiendo a Pastor que ordene a Murray pagar a Prince, Paris y Blanket Jackson más de 120 millones de dólares en restitución.
Aunque es dudoso que Murray, quien probablemente no practicará la medicina de nuevo, pueda pagar mucho de esa suma, podría impedirle obtener beneficios financieros de cualquier libro, entrevista o proyecto de cine en el futuro.
Los abogados defensores, en su nota de sentencia, dijeron que Murray está sufriendo de “consecuencias colaterales múltiples” por la condena por delito grave.
El memorándum incluye una biografía de Murray que lo describió como “un hombre que labró su propia fortuna, de origen humilde”, que pagó sus propios estudios en la escuela de Medicina sin becas o recursos familiares.
“Se crió en un hogar que carecía de agua corriente o electricidad, y caminaba a la escuela descalzo durante sus primeros dos años de escuela”, señaló la defensa.
Ha trabajado como médico durante 20 años, “sin contactos previos con la ley”, y muchos de sus pacientes eran ancianos en comunidades marginadas de bajos ingresos, dijo la defensa.
“Parece razonable que la transgresión por la que se juzga deba ser vista dentro del contexto más amplio de la vida de la que forma parte”, dijo.
La defensa cuestiona la afirmación del fiscal de que Murray no está arrepentido.
“El doctor Murray desea dejar inequívocamente claro para todos que él lamenta profundamente la pérdida de la vida de Michael Jackson, y lamenta profundamente los errores u omisiones de su parte que pudieran haber contribuido a ello”, dijo la defensa.
El juez también debe considerar “las múltiples consecuencias colaterales que el doctor Murray ha sufrido como consecuencia de su error”, dijo la defensa, incluyendo la pérdida de su carrera médica, la vergüenza pública y la pérdida de privacidad.
El memorando de defensa incluía una carta de la anciana madre de Murray, Milta Rush. Ella estuvo sentada en la Corte durante gran parte de juicio de su hijo, a pocos metros de la madre de Jackson.
“Yo simpatizo con la señora Jackson como madre”, escribió Rush en una carta al juez. “Tengo la sensación de era muy cercana a su hijo. Tenía muchas ganas de acercarme a ella personalmente y decirle que siento la pérdida de su hijo, pero no estaba segura de si iba a ser receptiva, y no quería correr el riesgo de violar las reglas de la Corte. Siento toda su pérdida”.
La defensa sostiene que Murray estaba tratando de ayudar a Jackson, quien estaba desesperado por dormir para poder estar listo para los ensayos. “Sus intenciones compasivas no deben pasarse por alto”, dijo.
“ La víctima era un recipiente dispuesto de medicamentos administrados ”, dijo la defensa. “De hecho, el señor Jackson había pedido reiteradamente al doctor Murray propofol para superar su insomnio y así poder dormir”.
Murray no representa una amenaza para la seguridad del público, dijeron los abogados defensores. “La probabilidad de recurrencia es esencialmente inexistente dado que la licencia médica de Conrad Murray ha sido suspendida”.
La defensa sostiene que el hacinamiento de las prisiones en California significa que no existe “ni el espacio ni los fondos públicos para continuar encarcelando a delincuentes no violentos, no peligrosos, que no tienen que ser incapacitados por el bien de la seguridad pública”.
Si Murray ocupa una celda de una prisión estatal o de la cárcel del condado, eso “puede significar que alguien con mayor potencial para la violencia será liberado”, dijo la defensa.
En cambio, propusieron que Murray podría ser sentenciado a servicio comunitario, junto con la libertad condicional.
“A pesar de que quizás no vuelva a ser un médico calificado para realizar diagnósticos, podría formar y aconsejar a los pacientes sobre el cuidado del corazón y la prevención de enfermedades”, dijo. “Hay muchas clínicas y organizaciones sin fines de lucro que podrían beneficiarse de su participación, si se le ordena hacer servicio comunitario como una condición de la condena y una manera de 'reponer un poco de agua en el pozo público también'”.