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Eliseo Alberto regresa a la FIL en las anécdotas y recuerdos de sus amigos

Escritores amigos del novelista y periodista cubano, nacionalizado mexicano, fue homenajeado en la Feria Internacional del Libro
vie 02 diciembre 2011 08:54 AM
Eliseo Alberto
Eliseo Alberto Eliseo Alberto

Hace cuatro meses Eliseo Alberto, novelista y periodista cubano falleció, pero Lichi, como le decían sus amigos sigue presente entre anécdotas y prosa. 

“El día que se fue Lichi fue domingo y al amanecer que eran las horas de su mejor prosa, se paró el tiempo con la misma lluvia que hoy sala mi alma”, así recordó el escritor mexicano Jorge F. Hernández, a su amigo en el homenaje que le rindió la  Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

Antes que un encuentro formal, fue una reunión de amigos entre los escritores Hernández, Gonzalo Celorio, Rafael Rojas y Sergio Ramírez que con anécdotas y palabras cálidas para Lichi, crearon un ambiente de nostalgia entre el público, los escritores que lo homenajearon y su hija María José quien también participó del homenaje.

“Lo que más disfrutaba mi padre, en las numerosas ocasiones que vino a la FIL, era encontrarse con los amigos, tanto escritores como sus lectores los consideraba sus amigos y ese contacto directo con ellos era lo que más le gustaba”, dijo a CNNMéxico, María José de Diego.

Cubano, nacionalizado mexicano, Eliseo Alberto escribió sus principales obras en México: Informe contra mí mismoCaracol Beach (premio Internacional Alfaguara de Novela), La fabula de José y su primera novela, La eternidad por fin comienza un lunes.

La editorial Alfaguara donde publicó su obra, reeditó este año los cuatro libros anteriores.

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Eliseo Alberto de Diego y García Marruz pertenecen a una dinastía de escritores entre los que se encuentran su padre Eliseo Diego y Cintio Vitier, ambos galardonados con el premio FIL de Literatura antes Juan Rulfo.

“Eres ahora sí más que nunca pura literatura Lichi, convirtiendo todas las mentiras y todos los cuentos en la pura suspensión de la incredulidad que tanto citaba papá Eliseo”, agregó Hernández.

Eliseo Alberto estaría por ahí llorando, en algún rincón del salón por el homenaje de esa tarde, imaginó María José, y es que llorar era de familia. 

“A él le gustaba llorar, mi abuela siempre decía 'qué bonita tarde, la pase llorando', ya era de familia”, recordó su hija.

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