Obsesiones: Hacer la lista
Si existe una cosa más emblemática de la temporada navideña que los adornos en los árboles o el ciclo de melodías conocidas que tocan en los espacios públicos, sin duda es “la lista”.
Aparecen por todos lados (hagamos una lista de ellas, ¿no?): La larga lista de tareas pendientes, la lista de invitados para las fiestas navideñas, la lista de deseos, e incluso, no olvidemos, la lista que revisa el mítico personaje con barba que viste con traje rojo.
Y también hay otras listas de fin de año, que en estos días son una especie de obsesión cultural.
Está la versión normal de “lo mejor del año”, un honor que a menudo concedido a menudo en las principales categorías de películas, música, series de televisión, libros, medios de comunicación y acontecimientos, así como el resumen de las “primeras 10”. Para los mejores momentos en la televisión hasta los mejores colapsos de las celebridades hasta los memes (acontecimientos que se popularizan en la red) de internet, siempre y cuando pasó en los 11 meses previos, lo podemos contar en una lista.
Durante el resto del año, dependemos en las listas que nos dicen lo que se está vendiendo y lo que podemos esperar. Pero tan pronto como se termina lo que sobra del día de Acción de Gracias, nuestro deseo por categorizar y clasificar los eventos culturales se pone en sobremarcha. Y con la inmensa variedad que nos llega en estos días, la tradición es casi cómica. En el caso de la lista de NPR de Las 20 personas más infelices que encontrarás en la sección de comentarios de las listas de fin de año, decididamente así fue. Pero realmente, ¿cuántas cosas que son lo “mejor” pueden existir?
“Mucho tiene que ver con el hecho de que estamos inundados con una gran cantidad de cosas en internet”, dice Lisa Nola de Listography.com , (quien, sí, mantiene una gran cantidad de listas). “Ya no sólo son los libros que aparecen en las listas de mayor venta del New York Times, hay libros que se publican independientemente, o a través de Amazon, o por otros medios en línea, hay muchas cosas más que la gente puede seguir a lo largo del año. Al final, se convierten en sus fuentes confiables para depurar lo que vale la pena del año”.
Siempre disfruté de estas listas retrospectivas precisamente por eso, las esperaba de la misma forma que esperaba una galleta navideña y el ron del rompope (o quizás sólo el ron, en algunos casos).
“Consumimos tanto, que nos permite reducir (las cosas)”, coincide el editor en jefe de la revista Paste , Josh Jackson, quien en la página web de su revista acoge una serie de “lista del día”. Esta obsesión de catalogar nuestro año “aumentó debido a que el número de medios de difusión lo hizo”, continúa. “En lugar de tener seis revistas importantes de música y eso es todo, cada página web y cada blog presentan su propia visión de las cosas”.
Por lo tanto no es exagerado encontrar las listas de fin de año de los mejores sencillos, de los mejores álbumes, de los mejores artistas y de los mejores videos musicales. Sin embargo, al intentar depurar el paisaje cultural, tal vez estemos creando un nuevo tipo de inundación. Lo creas o no, eso podría ser algo bueno.
Los registros de reconocimiento creados por los medios de difusión de la corriente principal pueden ser blancos de críticas por ser demasiado predecibles, repitiendo los mismos nombres y rostros que ya escuchamos antes en lugar de buscar otros nuevos. Con la abundancia de eventos culturales a las que tenemos acceso en la actualidad, también hay una mayor oportunidad para tener una retrospectiva más inclusiva con los medios más especializados que se unan.
El autor Umberto Eco , quien examina las listas de la cultura en su libro The Infinity Of Lists (El vértigo de las listas), dijo en una entrevista con la revista Der Spiegel en 2009 que “la lista no destruyen la cultura, sino que la crea”.
Si adoptas esa línea de pensamiento, como lo hace Nola de Listography.com, entonces las listas de fin de año se pueden ver más como un hábito nuestro de la temporada, que se lleva a cabo a finales del año junto con las luces navideñas.
Incluso los que se pueden considerar como ligeras pueden tener argumentos de valor. Dentro de una década, ¿qué dirán de nosotros los tres principales Trending Topics —Justin Bieber, seguido por el futbol y Lady Gaga— de Twitter en 2011?
Cualquiera que sea la respuesta a esa pregunta, es precisamente la reacción que debe tener, dice Jackson de la revista Paste.
“Nuestro trabajo es resaltar lo mejor de la cultura pop, pero no es una lista autoritaria”, dice. El punto no es crear una lista con la todo el mundo esté de acuerdo, es para “iniciar una conversación”.
Para muchas personas, dice Nola, crear una lista —o discutir por una— logra eso.
“Es una manera interesante de declarar tus valores a través de decir que esto está bien y esto está mal”, dice Nola. “Lo hago todo el tiempo. Tengo una lista de películas y le pongo estrellas. Hay algo muy poderoso en calificar algo, y el internet nos da a todos un foro para hacerlo, para que nuestra opinión importe”.