Ricardo Legorreta, el 'alma' de la arquitectura mexicana actual fallece
El reconocido arquitecto mexicano Ricardo Legorreta Vilchis falleció este viernes a los 80 años, según confirmó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
Ricardo Legorreta, quien decía que la buena arquitectura tiene alma, siempre tuvo presente la idea de la función social de su disciplina, cuando aseguró en un libro de su firma Legorreta + Legorreta , que "los arquitectos somos resultado y no razón de la sociedad. Nos debemos a ella".
"La arquitectura es un servicio social. Los arquitectos la hemos deformado como hacedores de monumentos, a nosotros, a promotores, o a políticos, somos un servicio social", dijo el maestro en agosto en una entrevista con CNN en Español.
Legorreta, quien consideraba como la principal función de la arquitectura "hacer a la gente feliz", recibió en octubre el Premio Imperial de la mano del príncipe Hitachi de Japón, en reconocimiento a su aportación en el mundo de las artes y en el enriquecimiento de la comunidad global.
La Asociación de Arte de Japón consideró a Legorreta como el arquitecto vivo más significativo de México con los "colores vibrantes, formas geométricas, fuentes, espacios llenos de luz y patios íntimos" que marcan su estilo.
De acuerdo con el sitio de la revista Obras, a lo largo de cinco décadas el arquitecto diseñó más de 100 proyectos entre los que destacan el Papalote Museo del Niño en la Ciudad de México y el nuevo edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Durante la ceremonia en la que recibió este año el Honoris Causa por parte de su casa de estudios, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Legorreta señaló la importancia de voltear hacia las raíces culturales para recordar "la necesidad de inspirarse en valores humanos, para proponer soluciones creativas a favor de la sociedad".
“Hay movimientos que desprecian sus orígenes y consideran que todo lo que representa al pasado no tiene valor y, por tanto, tiene que ser destruido”, expuso el arquitecto, quien criticó entonces las tendencias de seguir modas en la arquitectura y de ver a la tecnología como un fin, y no como herramienta.
Legorreta también fue Premio Nacional de las Artes en 1991.
Víctor Legorreta dijo que su padre murió tranquilo y "tuvo tiempo para despedirse de su familia, amigos y socios del despacho que fundó en 1960, así como de dejar todo arreglado en su vida", informó la agencia Notimex.
Respecto a los proyectos que dejó pendientes, Legorreta informó que están en construcción la Torre Bancomer, en Paseo de la Reforma, el Grupo Gigante que se encuentra en Ejercito Nacional y Moliere, y un conjunto de oficinas en San Francisco, California.
La familia está en pláticas con la Sociedad de Arquitectos y con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), para hacerle un recocimiento póstumo en enero, el lugar y la fecha están por definirse, detalló su hijo.