Títeres de tamaño natural, la creación de una pareja en Sudáfrica
Con sus magníficos títeres, Basil Jones y Adrian Kohler han estado impulsando a nuevas alturas las experiencias de los espectadores en el teatro, lanzando un hechizo sobre el público de todo el mundo.
Los sudafricanos son los cofundadores de la Handspring Puppet Company , creadores de los impresionantes títeres de caballos tamaño natural que se adueñan de la escena en la premiada obra War Horse.
En junio, los dos artistas, que también son pareja en la vida, recibieron un premio honorario Tony en Nueva York, una distinción que marca la culminación de muchos años de un bello y sugerente teatro de títeres de la compañía que fundaron hace tres décadas.
“Es algo maravilloso que está sucediendo a medida que cumplimos 30 años con nuestra empresa, 40 años de nuestra relación juntos y 60 años en el planeta, (cuando estamos) cumpliendo 60 años”, dice Jones.
Ha sido un largo viaje para los dos creativos hombres que se conocieron en una escuela de arte de Sudáfrica en la década de 1970, un momento en que todos los varones jóvenes blancos eran obligados a servir durante un año en las fuerzas armadas del gobierno del apartheid.
Jones y Kohler decidieron no unirse al ejército y huyeron a la capital de Botswana, Gaborone, donde muchos de sus compatriotas también habían encontrado refugio.
“Era un increíble lugar de acontecimientos para los sudafricanos y para dos hombres blancos gay de Sudáfrica para sumergirse en el corazón de la cultura del Congreso Nacional Africano”, dice Kohler.
“Creo que resolvimos nuestra identidad entonces, y luego regresamos a Sudáfrica con la intención de tratar de utilizar el teatro como un medio para educar a los niños de un futuro posiblemente distinto”, añade.
Tras comenzar su carrera con obras de teatro para niños, Jones y Kohler pasaron más tarde a realizar robras para el público adulto.
Terminaron creando algunas de las obras de teatro de mayor éxito en su país, a menudo en colaboración con el renombrado artista sudafricano William Kentridge.
Después de haber entusiasmado al público de Sudáfrica durante décadas, el dúo recientemente irrumpió en la escena internacional con el fenomenal éxito de War Horse.
La obra, basada en la famosa novela de Michael Morpurgo, se enfoca en el inmenso amor de un niño por su caballo en el contexto de la Primera Guerra Mundial
La conmovedora historia se ha convertido en un gran éxito: se está interpretando en Nueva York y Londres, y está a punto de estrenarse en Toronto y Melbourne, y también está programado que recorra Estados Unidos durante el próximo año. También es la nueva película del taquillero director Steven Spielberg.
“Se ha convertido en un fenómeno. Es extraño comprender por qué, pero ha llegado a todo el mundo. A finales del próximo año habrá seis producciones corriendo”, dice Kohler.
En el escenario, las creaciones de Jones y Kohler parecen ocupar otro espacio, creando un espectáculo fascinante para sus espectadores.
“Los títeres celebran y hacen lírico lo cotidiano y lo ordinario, hacen que nuestra vida cotidiana sea épica, enorme”, dice Jones.
“Nos sentimos muy afortunados de ser parte de esta profesión que se reinventa en el siglo 21”, agrega Kohler. “En un momento de gráficos CGI (imágenes generadas por computadora), en películas donde todo lo fantástico es posible, los títeres de alguna manera están replanteando su exigencia de una experiencia teatral hecha a mano que pueda transportar a una audiencia de una manera distinta”.
A pesar de todo el éxito que han obtenido con War Horse, Jones y Kohler están decididos a no dormirse en sus laureles. Admiten que están flotando en un “mar de posibilidades”, pero deben tener cuidado acerca de sus decisiones futuras.
“En este momento estamos diciendo un poco no a los grandes espectáculos, y pensando en hacer cosas más pequeñas y locales, y eso nos está dando una enorme cantidad de retroalimentación y placer”, dice Jones.
Jones y Kohler también han creado una organización sin fines de lucro enfocada en el trabajo de desarrollo en comunidades rurales en Sudáfrica, con el fin de explorar los límites de las nuevas formas de teatro de títeres.
“Ahora pensamos más en Handspring como una plataforma para la excelencia en el teatro de títeres y estamos invitando a los recién llegados a esa plataforma como un lugar donde podemos presentar nuevas ideas en nuestra forma de arte”, dice Jones.
“No vamos a estar aquí para siempre: hay mucho talento por delante y si están interesados en los títeres, estamos encantados”, agrega Kohler.
Teo Kermeliotis contribuyó con este reporte