La estética steampunk llega a las películas taquilleras
La primera vez que miras a los ojos de un realista y caprichoso autómata en Hugo o ves con horror como los engranajes mecánicos de una bomba victoriana giran incansablemente en Sherlock Holmes: Juego de Sombras, sabes que alguna estética maravillosa está en funcionamiento. Es justo lo necesario para encantar a las audiencias y probablemente ellas ni siquiera sepan cómo se llama la técnica visual que tanto adoran.
El steampunk, un subgénero de ficción que enfatiza la tecnología anacrónica, es una presencia sutil en estas películas pero es una fuerte y agradable “estética aplicada”, de acuerdo con el autor de Steampunk Bible, Jeff Vandermeer, que funciona a la perfección en cada una de estos filmes. Añade asombro mientras preserva los aspectos más humanos de los relatos.
“No tiene que ser un movimiento o un asunto de definición”, dice Vandermeer. “Pero la gente parece responder realmente a la estética, y en parte es porque tenemos mucho diseño moderno y elegante en este momento, el cual es relativamente perfecto. Como un iPod es realmente hermoso a su manera, pero no es hermoso como una catedral”.
Pero directores como Guy Ritchie y Martin Scorsese son cuidadosos de no poner toda la atención en las máquinas. La sutileza de la estética steampunk es la razón por la que funciona.
“Por supuesto, existiría el impulso a sobremecanizarla y entonces perderías de vista de los personajes y las historias”, dijo Vandermeer. “La mejor ficción steampunk está basada en personajes, debido a que los gadgets son parte de la sociedad y de los mensajes involucrados, pero no abruman a los personajes”.
Aunque la subcultura retrofuturista ha aparecido en series como Warehouse 13 y Doctor Who, así como en películas como Van Helsing, The Prestige, Wild Wild West, Sky Captain and the World of Tomorrow, Sleepy Hollow, The Time Machine, Lemony Snicket's A Series of Unfortunate Events, The League of Extraordinary Gentlemen y muchos otras, tanto Scorsese como Ritchie están mejorando la estética para destacar sus películas en lo general, en lugar de hacer del steampunk un punto focal.
Las ocurrencias iniciales de steampunk en la película de Ritchie Sherlock Holmes de 2009 fueron sólo una muestra en comparación con su última aventura. Todo, desde el vestuario hasta el color de los gadgets y armas, así como un guiño a las gafas, está envuelto en la estética steampunk, sin ser abrumador.
“La historia de Sherlock Holmes es anterior al steampunk, pero estas versiones actualizadas están utilizando más elementos, lo cual tiene sentido porque es un movimiento retrofuturista que revive las cosas viejas utilizando el pasado”, dice Vandermeer.
“En la primera película, tenían una máquina construida por el Dr. Moriarty, que tenía el tipo del inventor loco del steampunk. Es una especie de elemento arcaico de James Bond de algún modo. Tuve la sensación de que Guy Ritchie estaba haciendo una prueba con la primera (película)”.
La simple experiencia de contemplar los engranajes expuestos de una máquina en movimiento atrae al público, dice Vandermeer. Se trata de una nueva forma de interactuar con la tecnología renacida.
Hugo es caprichosa sin perder su integridad, y permanece fiel al libro de Brian Selznick La invención de Hugo Cabret. Todo lo que sucede en la película fácilmente podría producirse en la vida real.
Sin embargo, su optimismo es lo que hace que Hugo sea tan encantadora y aparentemente ilusoria.
“El vapor (steam) de ella, la muñeca mecánica, era casi un MacGuffin”, dijo la autora de steampunk Emilie P. Bush. “Sin embargo, hay una cadencia en esa película: Scorsese hizo muy bien al mantener ese latido de la máquina durante toda la película. Es a la vez estimulante y relajante, una pieza hermosa de la la cinematografía”.
El propio Selznick no se había propuesto escribir un libro steampunk, sino que fue más bien un accidente. La invención de Hugo Cabret pretendía contar una historia conmovedora de un niño que descubre un autómata y el arte de las primeras películas mudas a través de Georges Méliès.
La primera vez que Selznick oyó hablar del steampunk fue después de que su libro había sido publicado y los sitios web de la subcultura comenzaron a declarar a Hugo una novela steampunk. Ahora él está encantado de que la comunidad steampunk lo haya adoptado.
“El steampunk para mí siempre parece implicar algo más de fantasía o algo inspirado en la época victoriana o en la Revolución Industrial, pero no en tecnología moderna”, dice.
“Quería que mi libro de sintiera mágico y fantástico, pero no quería ningún elemento de fantasía en él. En lugar de ser steampunk, siento que es sólo vapor (steam). Todos los elementos originales en los que se inspira el steampunk se encuentran en Hugo: mecanismos de relojería, autómatas, la visión del mundo como una máquina gigante. Veo que esos son los elementos en los que el steampunk se inspira y luego crea algo nuevo, futurista e inusual con ellos”.
¿Incluir el steampunk en estas películas populares será beneficioso o perjudicial para la subcultura?
“Creo que el jurado está analizándolo”, dice Vandermeer. “Obviamente, existe la posibilidad de que se vuelva tan familiar que ya no tenga un sentido de maravilla en sí mismo. Al mismo tiempo, está cambiando y evolucionando en muchas maneras diferentes. Hollywood se está poniendo al día en donde el steampunk estaba hace unos años, y no hay nada de malo en ello”.
Por su parte, Bush cree que estas películas pueden ser una puerta de entrada para las personas que se sienten conmovidas por la estética steampunk, o simplemente pueden disfrutarla sin saber el nombre de la subcultura. En cualquiera de los casos, podrían salir con un buen sentimiento en su alma, y tal vez el steampunk ha ayudado a crear esa chispa optimista en cada película.
“Todos en Hugo están un poco descompuestos”, dice Bush. “Apela a los steampunks en cuanto a que todos estamos un poco descompuestos y encontramos que funcionamos mejor juntos”.
En la última película de Sherlock, a medida que Watson y Holmes recorren estruendosamente las calles de Londres en una curiosa calesa, Watson cuestiona la cordura de conducir un vehículo tan llamativo entre carruajes tirados por caballos, tal como el steampunk se cuela en el entretenimiento masivo.
“Es tan obvio, que es encubierto”, contesta Holmes, ajustando sus gafas de piloto.