Pedro Armendáriz recibe un homenaje en el Palacio de Bellas Artes
El actor Pedro Armendáriz Jr. recibió este lunes un homenaje luctuoso en el Palacio de Bellas Artes donde estuvieron presentes sus amigos más cercanos, como el escritor Carlos Fuentes, y familiares del histrión.
Armendáriz, hijo del legendario actor del mismo nombre, murió el pasado 26 de diciembre a los 71 años en la ciudad de Nueva York, donde era atendido por un cáncer en el ojo.
“Estamos aquí reunidos para recordar a un hombre de época, a un formidable actor, a un gran sindicalista cinematográfico, a un formidable ser humano cuya figura definió en mucho al mexicano y que ya forma parte del gran legado artístico del siglo XX y el XXI”, dijo la presidenta de Consejo Nacional Para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar.
“Fue una figura irrepetible que vivió el tiempo de su padre y su propio tiempo, acompañando e impulsando a las nuevas generaciones”, dijo Sáizar, quien pidió un aplauso para el actor, el cual se prolongó por más de un minuto.
En el homenaje estuvieron presentes amigos cercanos del actor como las actrices Silvia Pinal y María Rojo; los cineastas Felipe Cazals, Luis Estrada, Paul Leduc, Carlos Carrera y Alfredo Jozkowicz, así como los actores Ignacio López Tarso y Héctor Bonilla, entre otros.
Sáizar recordó que Armendáriz acompañaba desde pequeño a su padre a los estudios, durante la Época de Oro del cine mexicano, y por sus estudios en arquitectura, participó en la construcción del Museo Nacional de Antropología.
“Fue cuando Arturo Ripstein lo invitó a participar en una cinta experimental que encontró su destino y comenzó a engrandecer el linaje que ese otro Pedro, su padre, inició, siendo dirigido por grandes cineastas”, agregó.
La titular del Conaculta citó a Carlos Fuentes cuando dijo: “Hay una zona ambigua, distinto amanecer en que padre e hijo, Pedro y Pedro, se miran cara a cara, es una zona urbana, un frontón quizá, un cabaret, una calle solitaria del Distrito Federal en la que dos hombres, los dos Armendáriz, caminan el uno al encuentro del otro convirtiendo la ausencia en presente”.
Y agregó: “Era un seductor de tiempo completo, una figura admirada y consentida. Fue un actor que protagonizó más de 100 películas, pero a Pedro el oficio de vivir era lo que más le preocupaba. La armonía de su familia nunca se rigió por códigos impuestos, siempre se condujo con tolerancia, mostrándonos a todos aquello por lo que la vida vale la pena vivirse”.
Pedro Armendáriz, hijo del actor, agradeció a los organizadores y a la prensa por el apoyo y el respeto que le han dado a su familia.
“Mi padre era ante todo un gran amigo, era un gran hijo, un gran hermano, así como un gran esposo y tío, pero ante todo un gran actor que nos legó muchísimas películas y recuerdos. Nunca se podía quedar callado, nos llenó de consejos, de cariño y de amor”, dijo.
Durante el homenaje se proyectó un audiovisual donde se rescataron varias décadas de la trayectoria del actor en el cine nacional e internacional.
Alrededor de 140 películas conforman el curriculum fílmico del actor, entre las que destacan La ley de Herodes y Su alteza serenísima, por las cuales se llevó el Ariel en la categoría de Mejor coactuación masculina.
En 2010 recibió un reconocimiento por el Festival de Cine de la Ciudad de Huelva, la máxima distinción honorífica del Festival de Cine Iberoamericano de esa ciudad del sur español.
En la televisión mexicana, Armendáriz intervino principalmente en melodramas. Otra de sus pasiones era el teatro, donde participó en 2005 en la nueva versión de la obra El violinista en el tejado, y recientemente actuó en Doce hombres en pugna.