Los aplausos siguen, pero 'Chente' Fernández deja de cantar
"Mientras el público aplauda, yo sigo cantando". Con esta frase, Vicente Fernández emocionaba a su audiencia en cada concierto. Sin embargo, el Charro de Huentitán —conocido así por el poblado del cual es originario— ha decidido terminar con una carrera de más de cuatro décadas.
Un concierto de Pedro Infante, ícono de la música ranchera y de la Época de Oro del cine mexicano, inspiró a Chente a buscar la popularidad que tenía el ídolo de Guamúchil, Sinaloa.
Antes de lograr la fama, su vida parecía salida de una película dramática como las que protagonizaba Infante. Nacido en Huentitán El Alto, un pueblo que quedó atrapado en la zona metropolitana de Guadalajara, capital del estado de Jalisco, ubicado al occidente de México, Chente se ganaba la vida trabajando como lavaplatos o como albañil, entre otros empleos.
Pero su gusto por 'la cantada' lo llevó a encontrar su vocación y a tocar puertas para ser escuchado. Con la muerte de otro grande en 1966, Javier Solís, el Señor de las sombras, la música vernácula mexicana se quedó sin ídolo, y a Vicente Fernández le llegó la oportunidad.
Durante 20 años, el Charro de Huentitán realizó 32 películas, muchas con el estilo de las de Pedro Infante: melodramas que incluían números musicales, con algunas historias que giraban en torno a las canciones. Entre esos títulos está El albañil, donde Chente evoca un momento de su juventud.
Según un estudio realizado por Gabinete de Comunicación Estratégica en diciembre pasado, Vicente Fernández es el cantante por quien más orgullo sienten los mexicanos.
Y es que nunca olvidó su humilde origen. "Dejo que se tomen fotos conmigo y los dejo pasar a que conozcan el rancho", dijo en una entrevista en noviembre con la revista Quién.
Durante la inauguración de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, el Charro de Huentitán fue la figura principal en un escenario lleno de elementos representativos del estado de Jalisco, como el agave y el mariachi.
Después de interpretar el himno nacional de México, Chente entonó temas que han sido adoptados como himnos populares, como México, lindo y querido.
Para Vicente Fernández, un artista necesita retirarse con dignidad, "en el mero momento". Para el intérprete de 71 años, ese momento llegó. Y aunque los aplausos no dejen de sonar, el Charro dejará de cantar.