Veracruz vuelve a sonreír con su exótico carnaval
Ahí donde una granada le quitó la vida a un turista el 14 de agosto de 2011, este jueves se derrochaba alegría con el inicio del segundo desfile del Carnaval de Veracruz.
Un hombre de edad avanzada, flaco y encorvado, adoptaba poses de torero y lanzaba consignas realzando a la cultura fiestera de los "jarochos", levantando aplausos y risas desde las gradas.
Era uno de los primeros personajes que amenizaron a alrededor de medio millón de personas que se dieron cita en la fiesta más importante del Puerto de Veracruz, después de vivir un violento 2011 a causa de la presencia de la delincuencia organizada.
La granada que mató a un hombre en plena zona turística y lesionó a sus dos hijos y esposa, marcó el inicio de una etapa violenta que los veracruzanos pretenden dar por terminada volviendo a lo que saben hacer: la fiesta.
La 88 edición del Carnaval de Veracruz inició con la "quema del mal humor", caracterizado por una gran figura de papel que este año representó a la "tristeza" que embargó a los "jarochos" durante 2011.
"La tristeza" ardió el 14 de febrero en el zócalo de Veracruz, sede de las típicas tardes de danzón enmarcadas por las tertulias y el bullicio de Los Portales. Ahí mismo, tres días antes se repartieron miles de condones y se aplicaron pruebas rápidas de detección de VIH-Sida.
La Marina-Armada de México suplió a la policía y ahora sus elementos custodian las calles y los desfiles. Además, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) dispuso de una base militar en Veracruz y otra más en el aledaño municipio de Boca del Río.
El comandante de la Sexta Región Militar, Carlos René Aguilar Paez, informó que esa medida fue tomada para que unos 140 soldados se aboquen a dar respuesta rápida para atender ilícitos relacionados con la delincuencia organizada durante el Carnaval.
Elementos de la Marina y de la Policía Estatal se colocaron a la punta de la comitiva que habría de desfilar. A su paso recibieron aplausos de la ciudadanía ávida de paz.
La reina Yarizeth I y el "rey de la alegría", Marmico I con sus respectivas cortes reales encabezaron el esperado desfile que recorrió el bulevar costero que abarca las ciudades de Veracruz y Boca del Río.
El recorrido inició con más de una hora de atraso debido a que unos vándalos dañaron las llantas de nueve carros alegóricos, según confirmó a los medios de comunicación, el presidente del Comité del Carnaval, Anselmo Estandía.
Más temprano, se había registrado un incendio en un hotel de Boca del Río, ubicado a unos metros del boulevard, que obligó a desalojar a 200 personas, sin que ninguna de ellas resultara lesionada, informó el alcalde de ese municipio, Salvador Manzur Díaz.
Los imprevistos no alteraron los festejos. Tampoco el decomiso de 25 millones de pesos realizado por la Procuraduría General de la República (PGR) al gobierno de Veracruz el 1 de febrero cuando dos de sus funcionarios los transportaban en efectivo dentro de dos maletas, en el Aeropuerto de Toluca.
El gobernador, Javier Duarte de Ochoa, "urgió" este sábado a la PGR a devolver esa suma a su gobierno, que en parte sería utilizada para la organización del carnaval .
Pese a todo, los grupos de bailarines que prepararon sus atuendos y sus pasos durante meses en sus colonias, se arrojaron a la multitud que bebía cerveza y los buscaba para compartir la fiesta con ellos durante su recorrido.
Las comparsas estaban conformadas por compañeros de trabajo, por sindicatos, empresas o simplemente por orgullosos vecinos de barrio.
El Carnaval de Veracruz, que culminará el 22 de este mes, continúa durante todo el día hasta la madrugada con conciertos de salsa y grupos invitados desde otras partes del país.
Según cálculos del gobierno de Veracruz, un millón de personas se darán cita a la fiesta y serán atendidas mediante un operativo de seguridad, logístico y sanitario donde participan 16 instituciones que integran el Comité Interinstitucional.