Las mujeres de la realeza, ¿mujeres con voz o solo estandartes de la moda?
El momento estelar de la duquesa Catalina de Cambridge por fin ocurrió. Las primeras palabras de Catalina como miembro de la monarquía fueron pronunciadas este lunes tras un recorrido que la oficializó como patrona de un hospicio en Suffolk, Inglaterra.
La esposa del príncipe Guillermo, segundo en la línea sucesoría al trono británico, había puesto especial cuidado en elegir un evento altamente significativo para dar inicio a sus intervenciones públicas.
Y es que esta salida a los reflectores para estrenarse como oradora real guarda un especial significado en la vida de la monarquía, y crea alrededor un gran interés por parte de sus súbditos.
“Las princesas consorte no son figuras dedicadas sólo a convertirse en estandartes de la moda o a llenar páginas de tabloides o revistas. La monarquía tiene un papel", señaló a CNNMéxico Darío Silva D'Andrea, experto en asuntos monárquicos, redactor especializado del sitio Perfil.com y autor del blog latinoamericano Coronas Reales.
D'Andrea aseguró que los discursos de las princesas o duquesas consorte, quienes han adquirido ese título nobiliario al casarse con un miembro de la monarquía, resultan especialmente atractivos porque en esas palabras se busca el reflejo de los intereses de la sociedad de la que provienen y ahora representan.
“Al ser esposas de un príncipe heredero, son potencialmente madres de un heredero al trono, en resumen, una mujer que ejercerá desde el primer minuto una influencia importantísima en la vida del futuro rey o reina”, apuntó.
La importancia de los discursos reales es explicada en la reciente y galardonada película El discurso del rey , de Tom Hooper, en la que el rey Jorge VI se presiona para superar la tartamudez y poder pronunciar de manera fluida un mensaje a su reino en un momento crucial: el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
En el filme, el monarca reconoce que sus discursos no sólo son importantes “porque tengo una voz” sino porque con ella unifica a la nación.
“Si soy un Rey, ¿dónde está mi poder? ¿Puedo formar un gobierno? ¿Puedo poner impuestos? ¿Puedo declarar una guerra? ¡No! Y, sin embargo, soy la autoridad ¿Por qué? Porque la Nación cree que cuando hablo, hablo por ellos”, versa uno de los diálogos más significativos de la película.
En El discurso del Rey, Winston Churchill, resume en una frase el papel de la monarquía para la sociedad moderna: “una figura desde la cual podamos mantenernos unidos”. Eso es lo que se esperaba de Catalina, que también sus palabras fueran unificadoras y para reforzar esa misión ha sido nombrada, junto a su esposo y su cuñado el príncipe Enrique, una de los embajadores de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
"Hace unos días, un político dijo que la presencia del príncipe Enrique vale más que la de 10,000 políticos, y ese es el rol que cumple una monarquía: el de estar por sobre las cosas que generan división. Al mismo tiempo, personifican un puesto al que los políticos, cada vez más ambiciosos, no pueden ni soñar con ocupar: el trono”, refirió Silva D’Andrea.
Para su momento estelar, la duquesa Catalina fue preparada por pasos. La casa real le ha permitido primero, acompañar a su esposo en presentaciones públicas, luego hacer una serie de presentaciones acompañando a otros miembros de la monarquía como su suegro Carlos o la propia reina Isabel II. Luego se le han agendado algunos eventos en solitario y, finalmente, se calendarizó el día en el que el mundo escuchó la voz de la duquesa.
La tímida Diana y una confiada Letizia
El reto enfrentado por Catalina fue superado con éxito en su momento por la princesa Diana, madre de Guillermo. Es parte de las obligaciones de las esposas de los príncipes herederos participar en eventos que representen a la monarquía, Diana fue rápidamente preparada para hablar en público solo tres meses después de su matrimonio con el príncipe Carlos.
Diana acudió el 29 de octubre de 1981 al ayuntamiento de Gales para presentarse como la nueva princesa acompañada de su esposo. La visiblemente tímida Diana sorprendió a todos cuando dirigió unas palabras en perfecta pronunciación del idioma galés que luego tradujo. En breves párrafos se dijo honrada de ser princesa de Gales y agradeció a todos por el recibimiento.
Aunque luego Diana se convertiría en una excelente oradora, sus discursos siempre iban dotados de una dosis de timidez.
Otra princesa consorte, más cercana a Catalina en edad y temporalidad es Letizia, princesa de Asturias, en España. Doña Letizia, como se le llama en su país, pronunció su primer discurso público el 15 de junio de 2005, cuando llevaba poco más de un año casada con el príncipe Felipe.
A Letizia se le vio confiada ante el público, su formación como periodista ante cámaras y micrófonos se notó en el aplomo con el que dirigió sus palabras en una ceremonia militar con motivo del XXV aniversario de la Unidad de Acción Rural de la Guardia Civil Española en la ciudad de Logroño.
El príncipe Felipe presenció la escena desde el palco principal y, al cabo del breve discurso, pareció dar su felicitación a su esposa embarazada de su primogénita tomándola de la mano, un gesto que no suele verse con regularidad en el protocolo real.
Letizia ha desarrollado tal confianza para hablar en nombre de la corona española, que recientemente dirigió un discurso improvisado durante el lanzamiento de una campaña de sensibilización y apoyo a pacientes de cáncer.
Un factor que diferenció al primer discurso de Catalina de los pronunciados por primigenia vez por Letizia y Diana es que la duquesa de Cambridge lo hizo sin la presencia de su esposo como apoyo moral. El príncipe Guillermo fue enviado a las Malvinas , (islas Falkland), a principios de febrero para cumplir como piloto en una misión militar.
Voces femeninas de la monarquía
En pleno jubileo de diamante, la celebración de los 60 años como monarca de la reina Isabel II, se ha rescatado el primer discurso de la que fuera princesa heredera pronunciado junto a su hermana, la princesa Margarita.
Esas primeras palabras dirigidas al público se emitieron en 1940 durante la Segunda Guerra Mundial y fue la primera vez que se escuchó su voz. El discurso pretendió enviar palabras de consuelo y ánimo a los niños británicos que padecían la guerra.
El primer discurso televisado de Isabel II fue un mensaje de Navidad en 1957.
Otras princesas en el mundo han sembrado la semilla del protagonismo femenino en la monarquía, tal es el caso de Rania de Jordania o Salma de Marruecos, pero en el mundo islámico destaca la princesa Lalla Haïcha (hermana del rey Hassan II de Marruecos), que en 1947 pronunció un discurso público escandaloso para el mundo musulmán.
Haïcha apareció a los 17 años sin el velo tradicional árabe, en una manifestación en Tánger reclamando la independencia de Marruecos y la escolarización de las mujeres.
En el lejano oriente también existe un discurso memorable, la de la princesa Masako de Japón, una exdiplomática que se casó en 1993 con el príncipe Naruhito. Las reglas imperiales japonesas son muy estrictas, y en la primera aparición pública, la princesa Masako habló 20 segundos más que su esposo, por lo que fue "castigada". El castigo fue quedarse en palacio mientras su esposo iba de viaje al exterior.