Un manuscrito inédito de Góngora habla sobre la Inquisición española
En el Archivo Histórico Nacional de España, en la sección de la Inquisición, fue descubierto un texto escrito de la propia mano del poeta Luis de Góngora en el que testifica ante el Santo Oficio y acusa de conducta irregular al inquisidor de Córdoba, Alonso Jiménez de Reynoso.
El hallazgo lo realizó la hispanista Amelia de Paz y fue presentado durante la inauguración de la exposición Góngora. La estrella inextinguible que muestra en la Biblioteca Nacional de España (BNE) diferentes facetas del ilustre poeta barroco y su influencia en los siglos posteriores.
El autógrafo, que no forma parte de la exposición de la BNE "porque ha sido un acontecimiento sobrevenido", consiste en una testificación ante el Santo Oficio de Córdoba que Góngora, de 35 años, hizo el 25 de febrero de 1597 contra el primer inquisidor de la ciudad.
El testimonio de Góngora ante el tribunal consta de diez páginas en las que relata, entre otros, los encuentros amorosos entre el inquisidor Reynoso y doña María de Lara, a la que califica como "muy pública y escandalosa".
En español de la época, dice Góngora en su texto que el paje del inquisidor, Álvaro de Vargas, contaba que doña María "entraba y salía" de la casa de Reynoso "muy de hordinario, y la tenía veinte y treinta días en un aposento alto que llaman de la Torre".
Cuando "el dicho ynquisidor dormía con la susodicha doña María lo echaba él de ver en quatro y seis camisas que había él mudado la noche y estaban tendidas a la mañana en el terrado para enjugallas del sudor, donde hallaba en las delanteras de las dichas camisas las inmundiçias y suçiedades hordinarias de semejantes actos", escribe Góngora en su testificación ante el tribunal.
Hijo de Francisco de Argote, un oficial de la Inquisición de Córdoba, el poeta testificó durante una visita “rutinaria” como las que siempre hacía la Corte Suprema a todos los distritos de ese tiempo en España.
Ante periodistas, De Paz dijo que este descubrimiento "es una novedad absoluta, porque desde el siglo XIX no salía un autógrafo de Góngora, además de que son muy pocos los que se conocen".
El hallazgo lo realizó de forma “absolutamente inesperada” cuando investigaba asuntos relacionados con la Inquisición de Córdoba, relató la académica.
"Son cinco folios que, probablemente, cambien nuestra visión de Góngora, porque no da la idea del poeta serio de la vejez, el de las cartas. Este otro autógrafo nos remonta al Góngora de juventud, en Córdoba, en su ambiente. Era un guasón y el escrito tiene mucha retranca, como la tiene su poesía, que es muy poco conocida", afirma la hispanista.
En el curso de esa investigación "se observan ciertas irregularidades en la persona de Reynoso, y Góngora es llamado a testificar", señaló De Paz.
El poeta "había sido muy amigo de Reynoso, pero en ese momento habla en contra de él, lo delata, lo acusa de ciertos asuntos que figuran en el texto, que no tiene desperdicio", agrega.
No había noticias sobre ese texto ni de que el autor de Soledades hubiera testificado ante la Inquisición. "Ha sido una sorpresa absoluta. Habrá que ver cómo la recibe el gongorismo", comentó la investigadora.