La comedia romántica con el toque de Nora Ephron
A lo largo de su vida Nora Ephron se caracterizó por ser una gran guionista, exitosa periodista, directora y escritora de ficción, ensayos y obras, tanto para teatro como para cine.
Con esos logros Ephron, quien murió a los 71 años el martes, ha dejado atrás un innovador legado lleno de grandes personajes, un montón de ingenio y una perspectiva distintivamente Ephron.
Su punto de vista era tan particular que llegaron a crear una categoría especial para ella: “películas estilo Nora Ephron”. El San Francisco Chronicle relata que esta categoría “promete una película con ciertos elementos: al menos la aparición de un personaje femenino fuerte, un mordaz sentido del humor, romanticismo puro y a veces una pizca, en algunos casos más que una pizca, de nostalgia”.
Se pueden ver estas características en la cinta de 1989 Cuando Harry conoció a Sally (When Harry Met Sally). Mientras que la palabra "clásico" es usada demasiadas veces cuando se hace referencia a las películas (algo) antiguas, en el caso de esta cinta muchas veces nombrada comedia, tiene algo de cierto.
"Clásico" es la descripción perfecta, según dijo el escritor y director Nicholas Stoller al Huffington Post , ya que el Harry de Billy Cristal y la Sally de Meg Ryan son en realidad “dos personajes bastante dañados. Tienen muchas fallas; es llegar con ellos a un lugar oscuro y bastante cercano a la realidad. Ahí radica lo clásico. Nora Ephron no desperdicia golpes en esa película”.
Y llevó esta misma voz a su trabajo escrito, creando piezas de ficción y no ficción. El bestseller de 2006, sus ensayos llamados I Feel Bad About My Neck: And Other Reflections on Being a Woman culminaron en un “torcido e invaluable libro que habla sobre envejecer”, escribió The New York Times haciendo especial referencia al ensayo On Maintenance.
El Times relata que a lo largo de su carrera, Ephron “perfeccionó una personalidad inteligente, atractiva y exigente, y así se convirtió en la confidente de cada uno de sus lectores”.
Ciertamente, cuando Ariel Levy, escritora del New Yorker , leyó la novela de Ephron llamada Heartburn mientras estaba de viaje, encontró que la compañía de Ephron era “graciosa, franca, modesta pero nunca autocompasiva y muy íntima”.
Esa voz se llevó a la pantalla grande en 1986 con la cinta Heartburn, una adaptación de su novela para el cine.
“Ephron era una artista de la consolación tanto en los libros como en el cine”, escribió Levy, afirmando que parte de la razón por la cual siempre podrás ver “películas estilo Nora Ephron” es porque no solamente son graciosas, sino que también son “profundamente tranquilizantes”.
Las audiencias creyeron eso con su trabajo como directora para cintas como Sleepless in Seattle (1993), You’ve Got Mail (Tienes un e-mail, 1998), y Julie & Julia (2009), de las cuales también fungió como escritora. Estas cintas alcanzaron ganancias acumuladas por 515 millones de dólares en Estados Unidos, según datos proporcionados por BoxOfficeMojo.com
Pero su mayor trabajo también incluye lecciones que nos dejó a nosotros, su audiencia, a quienes nos impartió un ejemplo para aquellas mujeres que quieren alcanzar su grandeza. Nia Vardalos, escritora y actriz, comentó la noche en que falleció: “Nora Ephorn, tú le enseñaste a todas las niñas que escribimos a simplemente decir la verdad”.
En la víspera de su muerte, una cita que Ephron solía decir resonó entre los que la lloraban: “Antes que nada sé la heroína de tu propia vida, no seas la víctima”.