Ringo Starr celebra su cumpleaños con ‘amor y paz’
Hay murmullos por ahí. Momentos después, queda claro por qué.
Ringo Starr entra de repente, y se siente como si una brisa fresca hubiese bañado la sala, a pesar de los sofocantes 40 grados de calor del verano sureño que imperan afuera.
Su ropa es sencilla, sin embargo destila algo de “estrella de rock” –paseándose con una chaqueta a rayas, camiseta, pantalones de mezclilla oscuros y tenis.
Dos colgantes de plata adornan su cuello: El más grande de los dos es el símbolo paz; el otro, creado a partir de un adaptador de LP 45 el cual le regalaron inmediatamente cuando le comentó a su antiguo dueño lo mucho que le gustaba.
Tal es el encanto de Starr.
A pesar de estar acompañado por no menos de 15 personas, él es totalmente humilde y modesto.
Starr, uno de los dos integrantes de los Beatles que aún vive, y ganador de nueve premios Grammy, cumplió 72 años el sábado. Pasó su cumpleaños con fans y colegas músicos en el Hard Rock Café, en Nashville.
Como en todos sus cumpleaños, celebró un momento de paz y el amor en punto del mediodía, y animó a todos los demás a hacer lo mismo.
“En donde quiera que estés –en un autobús, en la oficina, en el estudio, pasando el rato ... cualquier cosa que estés haciendo, al mediodía, solo siente “paz y amor”. Eso es todo lo que pido para mi cumpleaños. Paz y amor”.
Vegetariano, atribuye su buena figura a los pilates y a una dieta equilibrada.
“Hago mucho ejercicio; el brócoli es mi principal plato, y cosas así. Así es como lo hago. Solamente es mantenerse en forma”, dice." “Haciendo algo de ejercicio… manteniéndose en movimiento”.
Se mantiene en movimiento –saludando a la multitud de admiradores, familiares y amigos con gran amabilidad.
Nada extraño, la seguridad es extrema. Sin embargo, él irradia calidez, saludando de mano cordialmente a los desconocidos e intercambiando afectuosos abrazos con los amigos.
Y es un nutrido grupo de amigos el que tiene. Con toda su fuerza se encuentran en el lugar amigos integrantes de su siempre itinerante grupo All-Starr Band: Steve Lukather, de Toto, con su clásica barba de mandarín; el extraordinario productor musical Todd Rundgren, y su inmediatamente reconocible melena blanca con negro; un Richard Page muy juvenil, de Mr. Mister; un Gregg Rolie, de la banda de Santana, con unas gafas deportivas de aviador.
La estrella del country Vince Gill; Ed Roland, del grupo originario de Atlanta, Collective Soul; Jeff Russo, de Tonic; y Roy Orbison Jr. también estuvieron para rendirle tributo al icono británico.
El legendario Joe Walsh, de The Eagles, mete su cabeza durante la entrevista, y en broma dice que interrumpirá y toma asiento en el regazo de Starr.
Starr finge estar molesto. “Tengo que dejarlo entrar. Es mi cuñado. ¡Es una cuestión familiar!”
Se refiere a su esposa desde hace 31 años, Barbara Bach, con cuya hermana se casó Walsh hace tres años.
Afuera del Hard Rock, cientos se arremolinan con la esperanza de tener la oportunidad estar cerca de su ídolo.
Jamie Donaldson viajó desde California con su esposo y sus dos hijos para este momento. “No puedo creer que estoy aquí”, dijo. “Ha sido durante mucho tiempo mi sueño el ver a un ex Beatle vivo en persona, ¡y Ringo es el mejor!”
Reconoce que hace un calor insoportable, pero, “¡vale la pena!”
Una mujer sostiene un cartel que dice: “Ringo, ¡contrata a mi hijo! Otra sostiene un letrero en el que se lee, “me abrazaste en 1964, por favor vuélvelo a hacer”.
La multitud grita de emoción cuando el círculo íntimo de Starr se alinea en el escenario. Cuando el propio Starr aparece en el restaurante, se incrementan los gritos.
Starr está a punto de comenzar la cuenta regresiva para gritar “paz y amor” al filo del mediodía, cuando de la nada, empieza a escucharse un sonido fuerte y monótono.
Sin inmutarse, Starr prosigue, y como si estuviera escuchando el mensaje, el sonido se apaga justo cuando el conteo alcanza el “uno”.
“¡Paz y amor!” todos gritan al mismo tiempo.
Para el deleite de la multitud, los amigos y la familia de Starr, en buena medida comandados por el saxofonista Mark Rivera, comienzan a cantar un himno de los Beatles.
“Todo lo que decimos es dale una oportunidad a la paz”. Starr canta la última frase con voz alta en el micrófono, moviendo ambas manos con la señal de “paz” en lo alto.
La multitud que lo observa se abraza, ríe y llora.
Feliz cumpleaños 72, Ringo Starr.