Una fotógrafa 'caza' con su cámara a los 'superhéroes' anónimos de EU
Disfrazado de Spiderman, Bernabé Méndez limpia un vidrio en la cima de un rascacielos en Nueva York. Frente a él, amarrada también con un arnés, Dulce Pinzón le apunta con su lente.
La fotógrafa mexicana captura en sus fotografías el arriesgado oficio gracias al que Bernabé envía a su familia en Guerrero, al sur de México, 500 dólares al mes.
El libro Superhéroes muestra una serie fotográfica de 19 inmigrantes mexicanos y centroamericanos en su lugar de trabajo , todos disfrazados como los héroes más famosos de las historietas estadounidenses.
“Son personas comunes y corrientes que en su trajín cotidiano logran sacar del empobrecimiento a sus comunidades de origen sin afán de ningún reconocimiento y que en Estados Unidos son la fuerza que nutre a una economía súper consumista”, afirma la fotógrafa.
La concepción de la idea de la serie fotográfica surgió a partir del atentado a las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001. “El concepto de heroísmo volvió a resurgir súper fuerte en los medios”, cuenta Dulce quien, al cumplir 18 años, emigró de México para estudiar fotografía en la Universidad de Indiana, en Pennsylvania.
Fue entonces cuando decidió otorgar la categoría de héroes a los que viven en el anonimato: los migrantes que “trabajan en las cocinas que nadie ve, los que trabajan en las oficinas cuando ya están cerradas, toda esta fuerza laboral que vigoriza la economía de los Estados Unidos”.
La fotógrafa que se considera a sí misma una migrante se unió a la comunidad de poblanos en Nueva York, donde estudió en el International Center of Photography. “Viví durante 15 años ahí y me di cuenta cómo cada vez éramos más y más”, dice.
Dicha ciudad estadounidense es conocida entre los hispanos como Puebla York, debido a la cantidad de migrantes originarios de ese estado, ubicado en el centro de México.
Según el último censo realizado en 2010, hay 31.8 millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos, son l a minoría más grande en este país , pero no hay una cifra oficial de cuántos son poblanos. En mayo de este año, el gobierno de Puebla anunció que iniciaría un censo para determinar cuántos poblanos radican ahí con la finalidad de implementar programas de apoyo.
En una visita a Puebla, donde estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de las Américas, vio que vendían en un mercado el disfraz de Spiderman, lo cual fue parte de la inspiración para la serie Superhéroes.
“Me encanta el humor negro. Todas mis series tienen una doble lectura, en un principio es algo muy sutil, pero cuando lees el texto que acompaña, aterriza el proyecto y lo vuelve social, lo vuelve fuerte. Me interesa contribuir de una manera positiva a la transformación de mi mundo, con mi herramienta: la cámara”.
De primera instancia la foto de un hombre elástico que sirve cafés a varias mesas de distancia sin moverse de la barra, puede ser humorística. Pero la ironía está en saber que cruzó el desierto por mandar 350 dólares a la semana a su familia.
“Me gusta que la gente pueda transformar la risa, el humor o la fantasía para reflexionar o sentir un momento de gozo o enojo. Prefiero que digan que mi foto es interesante o mala, pero que nunca digan que es bonita”.
Durante el tiempo que trabajó como organizadora sindical y maestra, la fotógrafa fue localizando a los personajes que necesitaba para las imágenes que ya había ideado. Le enviaba las medidas de los fotografiados a su mamá, quien se encargaba de los disfraces de Flash, Hulk, Superman, Aquaman, Los 4 fantásticos, Linterna verde, Ángel, Capitán América, Batichica y el popular antihéroe mexicano, el Chapulín Colorado.
“Mientras buscábamos una locación para Batman, él me contó toda su historia amorosa”. Pero la relación más cercana la tuvo con María Luisa Romero, la Mujer maravilla: “Se llegó a convertir casi en mi tía”. Después fotografié a sus hijos que son los gemelos fantásticos”. Hubo otros migrantes a los que les perdió la pista, pues no lograron volver a cruzar al ser deportados.
Aun sin el uniforme de Spiderman, Bernabé sigue limpiando los vidrios de los rascacielos de Nueva York; María, sin su capa de Mujer maravilla continúa como lavandera en Brooklyn; Paulino levanta pesadas cargas pero ya sin la ayuda de los fuertes brazos de Hulk.
Estos son solo algunos de los migrantes que –en palabras de Pinzón– arriesgan su vida para cruzar la frontera y, con todo en contra, “logran salir adelante en condiciones extremas ya sean laborales o climáticas”.
