El imaginario de la literatura mexicana que cautivó a Borges
Si Jorge Luis Borges podía ver todos los lugares del orbe entre el fulgor de su Aleph, quizá la imaginación y fantasía propias de la literatura mexicana pudieron haber brillado también en ese lugar "secreto", para convertirse en un punto de encuentro con el universo borgiano.
En el marco del homenaje que México realiza a Borges, su viuda, María Kodama, habló sobre el vínculo entre el autor argentino y este país.
"Hay en México toda una cosa de imaginación que entronca con Borges, así como una generación que a él le atraía o le gustaba más, con una formación y un amor por determinados autores, que hacía que la relación fuera rica", dijo Kodama en entrevista con CNNMéxico.
Kodama participará en los eventos del homenaje organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes que destaca la relación del escritor con México, incluida la exposición gráfica Borges en México: crónica visual y literaria en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México y la presentación del libro Borges y México, el cual rescata textos donde el argentino hace mención de la literatura mexicana.
En este recorrido, la figura del escritor Alfonso Reyes sirve como un puente entre Borges y la cultura mexicana. El escritor argentino admiraba la prosa de Reyes, la cual calificaba como un instrumento elegante y preciso.
Kodama describe la amistad entre estos autores como una "especie de estudio sobre la literatura en el que coincidían, por ejemplo, en que la prosa y el verso no se pueden dividir porque la prosa tiene que ser poética, debe tener un ritmo".
Otro hombre de las letras mexicanas clave en la vida del autor argentino fue el cuentista Juan José Arreola, descrito por Kodama como "un personaje en sí mismo, totalmente distinto a Borges, un personaje histriónico" que lo llenaba de alegría.
El México que Borges pudo ver a través de su Aleph multicolor se entiende a partir del cuento La escritura de Dios, una apología a la libertad cuyo protagonista, un sacerdote mexica, encuentra su magia pese a estar cautivo por los conquistadores españoles.
"Todos vivimos en un cautiverio, porque no nos damos cuenta, pero todos vivimos de algún modo cautivos, y justamente la forma de escapar, de obtener la libertad, es un poco lo que sucede a Tzinacán, cuando comprende, cuando se produce esa revelación, cuando dice Borges estar frente a sí mismo, en esencia; es una iluminación, uno entiende y se da cuenta del sinsentido de las demás cosas y entonces queda como un núcleo, que es la esencia, y todo lo demás no importa", explicó Kodama.
Borges visitó México en tres ocasiones: en 1973, para recibir el premio Alfonso Reyes en su primera edición; en 1978, y en 1981 junto a María Kodama.
Borges, el 'Leonardo' de la literatura
Según María Kodama, dos de los grandes cambios en la literatura española provienen de América Latina en el siglo XX. La primera de la mano de Rubén Darío con su poesía modernista; la segunda, en la prosa "la revolución la va a producir Borges".
Para ella, Borges fue un hombre adelantado a su tiempo, similar a Leonardo da Vinci, quien ideó cosas que en su época eran prácticamente imposibles de llevar a la práctica.
Su obra ha trascendido el mundo literario para ser fuente de inspiración y curiosidad de otras ciencias. Kodama asegura que algunos cuentos del escritor, como El jardín de senderos que se bifurcan, han sido retomados por científicos como una explicación del hipertexto, por ejemplo.
A Kodama le gustaría ver materializado otro elemento de este universo borgiano.
"Lo que me encantaría que todo lo que subyace en esa obra, que la sostiene, que la hace maravillosa que es el principio ético que él tenía frente a la vida pudiera expandirse como una especie de perfume y llegara a todo el mundo, y cambiara todo el mundo", dijo a CNNMéxico.
Para seguir con la tradición y obsesión de Borges de llegar a la perfección en sus textos aún después de ser publicados, Kodama trabaja en una edición con variantes de textos, para mostrar los cambios que él hacía a las palabras, “mostrar cómo se va tallando un brillante”.
Un amor 'infinito'
Kodama dice que se enamoró de Borges “como dicen en los romances españoles, de oídas que no de vista”, a través de una lectura en su juventud de Two english poems.
"Era una cosa extraña. Estando con Borges, yo nunca pude sentir que él era una persona muy mayor, o que era una persona que no veía. Nunca me transmitía eso, y uno es lo que le transmite al otro, en definitiva, esa química que se produce cuando conoce a alguien, y después eso puede derivar en amistad, o en nada, o en amor", dijo a CNNMéxico.
Antes, Borges se había casado con una amiga de su juventud, aunque el matrimonio no funcionó. A mediados de la década de 1970 conoció a Kodama, quien se convirtió en su asistente particular, y en 1986 se casaron, meses antes de su muerte, quedando ella como heredera universal de la obra del autor premio Miguel de Cervantes 1979.
"Borges y yo éramos agnósticos. Él me decía que de todas las formas posibles la más lógica era la reencarnación después de la muerte, entonces me decía que le prometiera que si había reencarnación íbamos a reencontrarnos. Entonces yo le decía: ‘seguro Borges, prometo reencontrarlo. Ahora, quiero ser también sincera en la próxima vida si hay reencarnación yo seré científica’, y me decía ‘No me diga eso’, desesperado, quería volver a ser escritor", indicó Kodama, quien dice "seguir con Borges".
La exposición de Borges en Bellas Artes está desde este martes y hasta el 2 de septiembre. Incluye imágenes y dibujos de artistas como Rogelio Cuéllar, Paulina Lavista, Héctor García y Felipe Erehberg, sobre las visitas de Borges a México.
El homenaje lo corona la publicación de Borges y México, un proyecto que nació en 2011, con los 25 años de la muerte del escritor.
Borges y México es de la editorial Random House Mondadori y fue editado por Miguel Capistrán