El Festival de Toronto busca sorprender con más de 350 películas

La decisión fue fácil. Unas vacaciones cortas en alguna playa de California (donde reside el autor de este informe) o “descansar” en un lugar donde la mejor forma de relajación ocurre dentro de una sala oscura disfrutando de un estreno cinematográfico mundial.

Al no haber podido asistir el año pasadso al Festival Internacional de Cine de Toronto, el cual cubrí por primera vez en 2004, la edición de 2012 (septiembre 6-16) era pues un destino obligado.

Para cualquier amante del cine, esta cita debería ser obligada. Mientras el de Venecia (que por cierto está a punto de terminar) es el más antiguo del mundo o el de Cannes es considerado un derroche de glamour al mejor estilo francés, el de Toronto (TIFF por sus siglas en inglés) es un encuentro que año tras año crece en volumen. Esta vez se exhibirán 372 películas -entre cortos y largos- frente a las 337 del año pasado.

Al igual que ocurre con festivales casi simultáneos como el de Venecia y Telluride (en las montañas estadounidenses de Colorado), el de Toronto también es vitrina donde cada año cinéfilos, miembros de la industria y periodistas buscamos esa interpretación, esa historia o esa dirección artística que nos haga decir: "huele a Oscar” o en su defecto a cualquiera de las múltiples premiaciones que Hollywood y otras capitales del mundo comienzan a planear a partir del mes de septiembre.

Pero si hubiese algo que se pueda señalar como especial o que hace de navegar por el TIFF una experiencia única, diría que es su organización. Urbanísticamente hablando, la ciudad tiene mucho de Nueva York. Por eso es utilizada como doble en películas cuando la verdadera no está "disponible".

La gran diferencia entre ambas ciudades es que en Toronto sus habitantes parecen vivir a un ritmo más pausado que el de los de la isla de Manhattan. Esto se refleja en el trato amable de sus ciudadanos y, en tiempos de festival, de quienes trabajan en él, bien sea como empleados de planta o como voluntarios, siempre sonrientes.

Ahora que el festival tiene una moderna y "cristalina" sede, apropiadamente bautizada como "caja de luz", el trabajo de quienes cubrimos este festival se vuelve aún más fácil.

En un mismo lugar, bajo un mismo techo, se puede ahora asistir a la proyección de una película, visitar la videoteca y ver una cinta de forma individual, asistir a una conferencia de prensa con las estrellas de un gran estreno o conversar con uno de los programadores de las diferentes secciones del festival para que -con esa amabilidad- ofrezcan "tips" que faciliten nuestra labor.

Si bien cientos de periodistas del mundo entero asisten cada año a cubrir el festival, lo que implica intensas sesiones de cine que comienzan temprano en la mañana y pueden terminar con las populares proyecciones de medianoche (para películas de alto contenido gore o terror), tambien hay miles de espectadores que lo disfrutan y complacidos hacen largas filas esperando que al final exista un puesto disponible para ver la película cuyas entradas se agotaron días atrás.

¿Que espero con ansias ver en este festival? Sin duda alguna, mi película más esperada del año: The Master. Es lo nuevo del director estadounidense Paul Thomas Anderson, el mismo de Boogie Nights, Magnolia y There Will Be Blood. The Master acaba de ser estrenada en Venecia y al parecer hace honor a su nombre pues algunas críticas la han considerado "magistral".

El cine hispanoamericano, gracias al especial interés del festival de Toronto por las cintas en español, estará representado por producciones de Argentina, Chile, Colombia, España, México y Paraguay, entre otros.

De México se estarán proyectando las películas Juego de Niños (Makinov), Ahí Va el Diablo (Adrián García Bogliano) y Post Tenebras Lux (Carlos Reygadas).

Entre las estrellas hispanas que este año se espera lleguen a Toronto están Javier Bardem, Gael García Bernal, Penélope Cruz, Selena Gómez y Viggo Mortensen, que si bien este último es estadounidense, tiene un perfecto acento argentino y una película en español en Toronto (Todos Tenemos Un Plan) que nos hace adoptarlo como uno de los nuestros.

Dejo ya el "trabajo" (escribir) y retomo mis vacaciones, pues a 30 mil pies de altura y con dos horas más de vuelo, cuento con el tiempo suficiente para comenzar a ver algo de lo que este año se proyectará en Toronto. La cinta paraguaya 7 Cajas, convertida en fenómeno de taquilla en su país, viene en mi equipaje de mano en forma de DVD gracias a mis "contactos". Serán unas vacaciones de mucho cine y entre más rápido comiencen, mejor.

Algunas cifras del Festival de Toronto

* 289 largometrajes y 83 cortos se exhibirán en la edición 37 del Festival Internacional de Cine de Toronto.

* 146 cintas serán estrenos mundiales, 31 serán vistas por primera vez fuera de su país de origen y 93 tendrán su premier en Norteamérica.

* 72 países estarán representados este año.

* 4,143 películas fueron sometidas a selección.

* 30,918 minutos de celuloide serán proyectados.

* 4 horas 50 minutos dura la cinta más larga a exhibirse (Penance)

* 1 minuto 40 segundos dura la cinta más corta a exhibirse (Pacific Sun)