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El lingüista mexicano Ernesto de la Peña fallece a los 84 años

El ganador de los premios Xavier Villaurrutia, Alfonso Reyes y Menéndez Pelayo, destacó por su conocimiento de lenguas clásicas y modernas
lun 10 septiembre 2012 09:00 AM
Ernesto de la Peña recibe el premio Menendez Pelayo
EFE. Ernesto de la Peña-Premio Menendez Pelayo Ernesto de la Peña recibe el premio Menendez Pelayo

El escritor y lingüista mexicano Ernesto de la Peña falleció en la Ciudad de México a los 84 años, informó este lunes la titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar.

“Ha muerto Ernesto de la Peña. Las letras mexicanas, la patria de la ñ, están de luto: pierden a uno de sus mayores estudiosos”, detalló  Sáizar a través de Twitter .

El académico murió a las 06:00 horas (local) en su casa a causa de un paro cardiorrespiratorio, luego de que paramédicos de la Cruz Roja llegaran sin poder hacer algo para salvarlo, informaron fuentes de Conaculta a CNNMéxico.

Será velado en el Panteón Francés de la Ciudad de México , dijo la viuda del académico, Maria Luisa, de acuerdo con lo publicado por Sáizar en la red social.

De la Peña recibirá un homenaje de cuerpo presente entre las 12:00 y las 14:00 del martes en el Palacio de Bellas Artes, en el centro de la Ciudad de México, informó la titular de Conaculta. La entrada será gratuita.

De la Peña destacó por “su gran humanismo” y “su conocimiento polígrafo” de lenguas clásicas y modernas del mundo, según el reconocimiento que recibió en junio pasado al recibir el Premio Internacional Menéndez Pelayo.

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Tras cursar Letras Clásicas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estudió sánscrito y chino en El Colegio de México, y hebreo en la Escuela de Monte Sinaí, además de otras lenguas de forma autodidacta.

Llegó a conocer 33 lenguas, según información de Conaculta.

Desde sus días en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM fungió como traductor de griego y latín. Más tarde fue traductor oficial en las secretarías de Relaciones Exteriores, y de Hacienda y Crédito Público, además del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.

A principios de 1993 ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua y meses más tarde, en ese mismo año, lo hizo a la Real Academia de la Lengua española.

Durante su larga carrera, de la Peña ganó algunos de los premios más reputados  de la literatura y la lengua española, como el Xavier Villaurrutia en 1988 por Las estratagemas de Dios, el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura del gobierno mexicano en 2003, y el Alfonso Reyes en 2008.

También recibió la medalla de oro de Bellas Artes en 2007 y el Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo en 2009.

Al recibir el Premio Internacional Menéndez Pelayo, el 5 de septiembre pasado, fue reconocido por “su preocupación por la transmisión del saber y el acceso a la cultura de las nuevas generaciones”.

El jurado formado por miembros del Colegio de México y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), resaltó a de la Peña como un “gran ensayista, relevante cuentista, poeta y filólogo” y lo consideró “un gran conocedor de las lenguas clásicas y modernas de toda índole”.

Entre otras de sus obras se encuentran El indeleble caso de Borelli (1992) y La rosa transfigurada (1999). En el primero, de la Peña retoma el vampirismo para realizar una concepción metafísica de e sos seres, sin que aparezcan materialmente.

"El indeleble caso de Borelli no se ve físicamente un acto de vampirismo, lo que sí se ve es una niña monstruosa y aparentemente inocente —ese contraste moral me interesó mucho—; la niña no tiene la culpa de lo que le pasa (...) El hecho es que la niña engorda y engorda, y luego tiene unos derrames terribles, sacan carretadas de sangre podrida", dijo de la Peña a la revista Quo en una entrevista

Además de lingüista, de la Peña destacó como aficionado a la ópera. Fue miembro del Consejo de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes y colaboró en el Instituto Mexicano de la Radio (IMER) como comentarista de la estación de música clásica Opus 94.

El IMER hizo públicas sus condolencias por el fallecimiento de quien calificó como un “entrañable colaborador”. “El IMER se despide del gran Ernesto de la Peña”, anunció el instituto en su cuenta en Twitter.

También fungió como conductor y comentarista de otros programas culturales para la radio y la televisión mexicana, e integró el Consejo Consultivo del Archivo General de la Nación.

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