'La Esmeralda' pone a México en el escenario mundial del ballet
Elisa Carillo tiene un sueño: que igual que ella ha logrado brillar en Europa y convertirse en la primera bailarina de la Ópera de Berlín, la danza mexicana “se escuche en el extranjero”.
Ese sueño empieza a volverse una realidad. Como embajadora de la cultura mexicana, cargo que le otorgaron en 2010, la primera bailarina de la Ópera de Berlín promueve la danza mexicana para que se reconozca mundialmente.
El primer paso, dice Elisa a CNNMéxico, es que la Compañía Nacional de Danza (CND) se conecte con otras compañías y comparta su repertorio, lo amplíe y suba su nivel para que el talento mexicano se conozca más en el extranjero.
Para ello, la bailarina trajo al país el ballet La Esmeralda, basado en el clásico de la literatura Nuestra Señora de París, de Víctor Hugo.
La puesta llega por primera vez a América Latina con una nueva adaptación donde participan más de 80 bailarines de la Compañía Nacional de Danza, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) bajo la dirección de los coreógrafos del ballet Bolshoi, Yuri Burkala y Vasily Medvedev y basada en la versión de Marius Petipa.
“Para la compañía algo muy importante es, exactamente lo que está pasado aquí, tener más contacto con coreógrafos europeos o de Estados Unidos o de diferentes partes del mundo”, dice Carrillo.
“La Esmeralda es el proyecto más grande que hasta ahora he traído y estoy muy contenta de que el Conaculta (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), Bellas Artes y que el Festival Cervantino tuvieron el interés de apoyar este proyecto”, comenta Carrillo.
La coreografía cuenta la historia de Claude Frollo, archidiácono de la Catedral de Notre Dame, quien desea fervientemente y de manera enfermiza a Esmeralda por lo que incita a Clopin Trouillefou, rey de los vagabundos de La Corte de los Milagros, y a Quasimodo, el campanero jorobado, a que la rapten.
“Esta versión la escogimos porque es una historia que se recuerda más, quisimos adaptarla al tiempo actual, tanto la música contemporánea, que la mayoría de las personas conocen, así como la trama, que los niños reconocen por la película El jorobado de Notre Dame” explicó a CNNMéxico el coreógrafo ruso Vasily Medvedev.
El ballet solo se ha presentado con esta versión en Rusia, en el teatro Bolshoi y en la Ópera de Berlín, hace dos años. Este 2012 se presenta en nuestro país para difundir esta disciplina artística.
“Nunca había venido nada directamente del Bolshoi hacia la compañía, fueron los maestros rusos lo que trabajaron con los más de 80 bailarines y fue una gran enseñanza para todos y un gran aprendizaje para los bailarines, técnicos y maestros”, explicó a CNNMéxico la directora de la Compañía Nacional de Danza, Sylvie Reynaud.
La Esmeralda tiene muchísima dificultad técnica para los bailarines y el montaje, ya que es una obra grande de tres actos con cinco escenas. “Nos da mucho gusto que la obra se queda con la CND y que en los subsiguientes montajes también bailarán los primeros bailarines”, dice Reynaud.
Elisa Carrillo compartirá el escenario con los bailarines de la CND, quienes a su parecer están preparados para presentar la obra.
“Estoy muy orgullosa, es una experiencia única. Siempre soñé bailar con la compañía nacional de danza y sobretodo, saber que pude apoyarlos para que este ballet se pudiera presentar en el país, es algo que me hace sentir muy orgullosa”, asegura Carrillo.
México empieza a apreciar el arte
Con la próxima presentación de la obra en el 40 aniversario del Festival Cervantino, y las galas realizadas con otros compañeros europeos como Elisa y Amigos y Jóvenes talentos mexicanos, Elisa Carrillo, egresada de la Escuela Nacional de Danza Clásica de México impulsa el desarrollo de las disciplinas artísticas en el país.
La bailarina ha buscado junto el gobierno del Estado de México, su estado de origen, para otorgar becas que ayuden a jóvenes en la iniciación a la danza, también planea ofrecer otros apoyos para que éstos continúen sus estudios y puedan tener una carrera profesional ya sea en México, Europa o alguna otra parte del mundo.
“Lo que yo puedo ofrecer es eso, todo lo que está en Europa tratar de traerlo para acá, diferentes bailarines, diferentes coreografías, y que la gente se vaya educando poco a poco con los diferentes estilos de danza que hay” afirmó Elisa Carillo.
El Instituto Nacional de Bellas Artes otorga becas para el extranjero a aproximadamente 100 alumnos por año, realizan concursos infantiles y juveniles donde coreógrafos extranjeros escogen a los bailarines que consideran talentosos para que formen parte de sus grupos dancísticos.
No obstante, hace falta que valore la parte artística, ya que en el antiguo continente “nacen con ese conocimiento y aprecian lo que son las artes”; sin embargo, afirmó que ha notado que en el último par de años “la gente comienza a apreciar más lo que es el ballet y la danza en general”.
La primera bailarina tiene entre sus planes a futuro hacer festivales para que los niños tengan la oportunidad de viajar, además de abrir posibilidades para la Compañía Nacional de Danza en la colaboración con integrantes de compañías de diferentes países.