El 'Oktoberfest' 2012 termina con menos gente y más violencia
Con gente vestida con el traje típico de Baviera, brindando sin parar con litros de cerveza en la mano, la tradicional fiesta de la cerveza más grande del mundo llegó a su fin este domingo.
La Oktoberfest de Munich, una fiesta que comenzó en 1810 para celebrar el matrimonio entre el príncipe Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia y Hildburghausen reunió este año un total de 6.4 millones de visitantes, medio millón menos que los que llenaron la Wiesn, como se apoda a la Theresienwiese o Prado de Santa Teresa, en 2011.
No obstante, el consumo de cerveza cumplió las expectativas, pues de los 6.5 millones de litros de consumo mínimo, al final se contabilizaron 6.9 millones de litros de cerveza en sus dos semanas de duración.
El 3 de octubre, día en que Alemania celebra su reunificación, fue el más exitoso en años, según Dieter Reiter, director del Oktoberfest, quien señaló que "ésta fue probablemente la mejor jornada con diferencia para los feriantes".
También los incidentes fueron en aumento en la edición 179 de este festival con más de 2,000 actuaciones por parte de la policía, un 3.5% más que en 2011, y un total de 66 riñas en las que estuvo de por medio el uso de las jarras de litro donde se sirve la cerveza como armas de ataque.
"Esto ya va al límite y más allá", declaró Wolfgang Wenger, portavoz de las fuerzas de seguridad.
La Cruz Roja del estado federado de Baviera atendió en estas dos semanas de fiesta a un total de 827 personas con intoxicación alcohólica, frente a 777 en la edición anterior.