El esoterismo y la 'ciencia ficción' desde la perspectiva de Remedios Varo

Un libro compila la obra de la pintora española durante su estancia en México, donde realizó la parte más importante de su carrera

La pintora surrealista Remedios Varo llevó a cabo su obra más reconocida y prestigiosa durante los años que vivió en México, una etapa que es observada a detalle en el libro recién publicado Remedios Varo: Los años de México.

Varo, de origen español, es una de las pintoras surrealistas más interesantes y misteriosas, quien plasmó en su obra su atracción por el esoterismo y la ciencia ficción.

La artista nació en Girona, Cataluña, en 1908, y estudió en la Academia de San Fernando en Madrid. Durante la Guerra Civil huyó a París, donde se unió al círculo de surrealistas que habitaba en esa ciudad. Tras la invasión nazi partió a México, donde permaneció hasta su muerte.

Llegó a Veracruz a bordo de un transatlántico portugués en septiembre de 1941. Venía en compañía del poeta surrealista francés Benjamin Péret y de un importante grupo de refugiados.

En México trabajó como ilustradora publicitaria, actividad que abandonó para consagrarse a la pintura, lo que la llevó a convertirse en una de las mayores representantes del movimiento surrealista en el país, junto a

y Kati Horna. El trío fue conocido como "
".

El libro cuenta con una introducción de Masayo Nonaka, curadora de la exposición Mujeres surrealistas en México, quien se centra en la etapa mexicana de la artista, la más reconocida y prestigiosa.

En su texto, Nonaka hace referencia a datos originales de la vida y obra de la pintora y contextualiza las 53 ilustraciones que reflejan su pintura más representativa de este periodo.

La obra de Remedios Varo (1908-1963) es amplia y compleja, y posee un estilo con rasgos muy definidos y reconocibles. Sus cuadros están habitados por figuras humanas concentradas en tareas simbólicas y rodeadas de elementos oníricos, alquímicos y enigmáticos.

Varo compartió con Carrington su interés por la tradición espiritual antigua y con Horna su curiosidad por las máquinas, la ciencia, y la ciencia-ficción, además de por la filosofía, la psicología y la literatura del romanticismo alemán, según la introducción de Masayo Nonaka, investigadora especializada en el estudio del surrealismo en México.

Desde Tejido espacio-tiempo, una de las primeras pinturas que realizó en México en 1954, hasta Naturaleza muerta resucitando, de 1963, el libro monográfico hace un recorrido por obras como El flautista (1955), Armonía (1956), Creación de las aves (1957), Mimetismo (1960), Mujer saliendo del psicoanalista (1960) o Fenómeno de ingravidez (1963).