'El Principito' pedirá en otomí que le dibujen un cordero
A más de 60 años de su creación, el relato de El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry, fue presentado en su versión en otomí este martes en el Distrito Federal, reportó Notimex.
Con el título de Ra zi ts´unt´u dängandä, la nueva versión mostrará otra tonalidad del trabajo literario en el que un personaje fantástico pide que le dibujen un corderito para llevarlo a su hogar.
La obra original de Saint-Exupéry ha sido traducida a 180 lenguas y dialectos, y ahora podrá ser leída en hñahñu, nombre original de la lengua otomí en una primera edición de 2,000 ejemplares.
"Esta traducción tiene doble importancia: para El Principito porque muestra que es uno de los libros más universales y que más impacto han tenido, y para el otomí porque nos muestra que puede expresar cualquier idea", explicó a EFE Verónica Kugel, investigadora del centro de documentación Hñähñu.
A lo largo del relato, el lector se encuentra con una crítica mordaz al mundo de los adultos y a las cosas consideradas “importantes”, al tiempo que descubre el poder de la imaginación, indicó un comunicado de Casa Francia, el sitio donde se presentó el libro.
El traductor de la obra, Raymundo Isidro Alavez, aseguró a EFE que el "mayor reto" fue "describir los valores que transmite el autor" pues si se intenta adecuar a la lengua otomí de forma literal se pierde el sentido, de tal manera que leyó el libro varias veces para "sentir sus palabras y poderlas transmitir".
Algunos vocablos como "asteroide", "planeta" o "biombo" no existen en Hñähñu, por lo que según afirmó Alavez uno de los mayores esfuerzos de traducción fue encontrar nuevas palabras que permitieran identificar estos conceptos desconocidos en la lengua.
"Traté de rescatar los valores que inculca el autor como la solidaridad entre amigos, el deseo de ser feliz con cosas simples como una puesta de sol o las ganas de aprender y explicarse por qué suceden las cosas como si lo hiciera un niño", explicó el traductor, miembro de la Facultad de Estudios Superiores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), plantel Acatlán.
En El principito (1943) se narra la historia de un aviador perdido en el desierto del Sahara, quien conoce a un pequeño príncipe que le cuenta cómo es el lugar donde habita y sus experiencias en otros mundos.
El título fue la parte más difícil de la traducción, pues los expertos pensaron en utilizar la expresión "Con el hijo del Rey", pero se dieron cuenta de que en realidad en el libro no hay referencias a un monarca. Por ello, expresar en esa lengua la "idea de un joven tan especial, fue la aventura lingüística del libro", dijo Kugel a EFE.
"Cualquier traducción técnica es mucho más fácil que la literaria, que requiere de experiencia, de enamorarse del libro, de dedicación y de una excelente visión de las culturas", afirmó la investigadora.
El pueblo indígena de los otomíes se encuentra disperso en el Estado de México, Distrito Federal, Querétaro, Hidalgo, Michoacán, Puebla y Veracruz.
“La palabra otomí es de origen náhuatl (singular: otomitl, plural: otomí)… Según algunos autores, otomitl provendría del náhuatl otocac, ‘que camina’, y mitl, ‘flecha’, porque, supuestamente, los otomíes, grandes cazadores, caminaban cargados de flechas”, indica un texto de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de México.
En 2011, los responsables del legado literario de Saint-Exupéry presentaron la versión en dibujos animados del clásico literario, para llevar a los niños del siglo XXI su mensaje universal de tolerancia y amistad, indicó EFE.
Está previsto que en 2013, cuando se cumplan 70 años de la publicación de la obra en Estados Unidos, ocurran exposiciones en Nueva York, Japón y Brasil, según la agencia española.
Un año después, en 2014, el castillo de Saint-Maurice-de-Rémens, en Francia, abrirá sus puertas como museo dedicado al autor.