Ideas sueltas y escritores improvisados construyen historias en la FIL
Una historia que comienza en la casa del fallecido escritor Daniel Sada mientras alguien hurga en su computadora donde gestó su obra El lenguaje del juego, de repente pasa al antojo de chilaquiles y termina con un zombi alcoholizado dentro de la cajuela de un automóvil en Guadalajara.
No se trata de la sinopsis de un texto surrealista sino de un ejercicio literario que por tercer año consecutivo atrae la atención de los visitantes de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
El Jam de Escritura, importado a México desde Argentina por Tai la Bella Damsky, productora de esta propuesta que ofrece una experiencia distinta a la de otros eventos literarios que se presentan en la FIL. Una experiencia literaria a la inversa, pues el mismo lector va armando en vivo el libro.
"(Este ejercicio) tiene como objetivo quitar el miedo a la lectura , que vean que el trabajo de escritor es como cualquier otro trabajo, que ellos mismos lo pueden hacer y de esa forma acercarse a los libros", dijo a CNNMéxico la escritora Paola Tinoco, quien participó este domingo en el Jam de Escritura junto a Antonio Ortuño.
En este tipo de cadáver exquisito son los lectores los que tienen una parte fundamental en la creación de un texto, con la guía de un escritor quien es el que lanza la primera idea para la historia.
Así como el jam en el que los músicos de jazz improvisan sus ritmos, la escritura puede tener esa naturaleza musical con historias entretenidas. Un Dj acompaña este proceso creativo y la primera persona en el público en animarse a continuar a hilar el cuento de Tinoco y Ortuño.
"A la gente le gusta que la involucres, sea una historia, una canción, es un como un poco el karaoke... en todos los jams que he participado creo que no ha habido alguno en el que la gente no quiera participar, todos quieren ser parte de la historia, todos quieren ser un poco escritores aunque sea por cinco minutos", dijo Tinoco.
La idea original del Jam de Escritura nació entre la comunidad literaria en Argentina de la mano de Adrián Haidukowski, quien en 2011 participó dentro de la FIL de Guadalajara en esta actividad que da lugar a una nueva relación entre lectores y escritores.
"Es un cosa inédita, insólita, me agradó mucho que la gente tuviera tanta ansia por participar, muchas veces, se pregunta si alguien quiere preguntar algo o interrogar al autor y todo mundo se queda callado, y el hecho de que aquí hubiera habido tantas ganas por subirse es un buen síntoma", dijo Antonio Ortuño al finalizar su interacción con el público, jóvenes en su mayoría.
Para este novelista y periodista originario de Jalisco, el Jam de Escritura debe tomarse como algo "pensado para jugar, un juego con el público" y que aunque puede volverse eterna esta hilación de pensamientos, señala que la regla debe ser detenerse en el mejor momento: cuando todos ríen.
"(Al Jam de Escritura) le falta mucho para ser completamente una herramienta de lectura, pero de entrada está funcionando bien, la gente se interesa por leer a quien vio escribir ahí y eso ya es un avance, así sean cinco, diez o veinte, yo creo que pueden ser muchos porque a este evento siempre vienen más de 200 personas", dijo Paola Tinoco.
La autora de la antología de cuentos Oficios ejemplares comentó que su primera participación en un jam de escritura este domingo en la FIL fue muy emotiva al iniciarla con un recuerdo de su visita a la casa de Daniel Sada, convirtiendo este ejercicio en un homenaje al escritor fallecido en noviembre de 2011.