Brasil despide al 'revolucionario' socialista que cambió la arquitectura
Oscar Niemeyer no viajaba mucho porque tenía miedo a volar. Pero este jueves, el arquitecto brasileño emprendió una de sus últimas travesías a bordo del avión presidencial que trasladó sus restos desde Río de Janeiro a la ciudad que él creó: Brasilia.
Por iniciativa de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el arquitecto recibió un homenaje este jueves en el palacio de Planalto, uno de los recintos que diseñó junto a Lúcio Costa y que hoy es la sede de la presidencia brasileña.
La mandataria decretó luto oficial de siete días por la muerte del arquitecto, según informó el palacio presidencial, medida que también tomó el Distrito Federal de Brasilia, de acuerdo con la agencia EFE.
El féretro de Niemeyer, cubierto con la bandera brasileña, fue cargado a hombros por la guardia fúnebre de la Policía Federal y subió la rampa de la sede presidencial flanqueado por el cuerpo de los Dragones de la Independencia, un honor reservado para los jefes de Estado.
Rouseff estaba compañada por la viuda de Niemeyer, Vera Lucia Cabrera.
Después de las honras oficiales, el Gobierno brasileño abrió las puertas del palacio para que el público que presenciara el homenaje a la distancia y pudiera despedirse también del artista, informó la agencia EFE.
El cuerpo de Niemeyer regresará la noche de este jueves a Río de Janeiro, donde el viernes será velado en el Palacio da Cidade, residencia oficial del gobernante de la ciudad, y por la tarde será sepultado en el cementerio de Sao Joao, en el barrio de Botafogo, un acto reservado para sus familiares y amigos más cercanos, de acuerdo con la agencia.
Niemeyer, quien falleció a los 104 años , fue nombrado "ciudadano ilustre" por los ministros de Relaciones Exteriores de los países que conforman el Mercosur, en una sesión celebrada en Brasilia, en el palacio de Itamaraty, también obra del arquitecto.
"Brasilia no sería lo que es sin el genio creativo de Óscar Niemeyer", aseguró este jueves el canciller brasileño Antonio Patriota sobre este personaje clave en el nacimiento de la capital brasileña en la década de 1950.
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Junto Lúcio Costa, Niemeyer diseñó los edificios más importantes de esta ciudad, como parte de un proyecto para trasladar la capital de Brasil de la costera Rio de Janeiro al interior del país, en medio de la nada.
"La monumental Brasilia, donde dejó la marca de su arte y concentró sus sueños de una ciudad que pudiese albergar con cariño a pobres y ricos, hombres comunes y poderosos, será siempre la expresión máxima de su genialidad y de su generosidad", dijo en un comunicado el expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.
Brasilia fue designada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987, la única ciudad construida en el siglo 20 que tiene ese honor. Los miembros del organismo internacional guardaron un minuto de silencio por el fallecimiento del arquitecto durante la sesión en la que evaluaron las candidaturas de diferentes países a su listado de patrimonio cultural inmaterial.
El británico Norman Foster aseguró que Niemeyer fue una inspiración para él y para toda una generación de arquitectos.
"Poca gente ha podido estar con sus héroes", dijo Foster. Agregó que se sentía alegre de "haber tenido la oportunidad de haber estado con él en Río el año pasado", de acuerdo con un reporte de la agencia EFE.
Foster destacó la enseñanza de Niemeyer de invertir "la norma de que la forma sigue a la función".
"Niemeyer demostró, en cambio, que, cuando la forma crea belleza, ésta llega a ser funcional y, por tanto, fundamental en la arquitectura", explicó Foster, ganador del premio Pritzker 1999.
El arquitecto portugués Álvaro Siza Vieira celebró la capacidad de Óscar Niemeyer para introducir una "intensa alegría" en sus creaciones y para fabricar "poderosas atmósferas" arquitectónicas, de acuerdo con EFE.
Viera destacó la tendencia de Niemeyer a representar curvas por influencia del suizo Le Corbusier y como reflejo de dos de sus pasiones: los escarpados paisajes de su Río de Janeiro natal y las mujeres.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, destacó el "profundo sentido del humanismo y compromiso global" que el arquitecto brasileño supo impregnar a sus obras, de las que destaca la sede de la ONU en Nueva York.
En Francia, país que acogió a Niemeyer durante su exilio en la dictadura militar en la década de 1960, se recordó a este personaje que diseñó cerca de dos decenas de edificios en esa etapa de su vida, entre los que se encuentra la sede del Partido Comunista en la plaza Colonel Fabien, en París, y la Casa de la Cultura en Le Havre.
El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, lo calificó como "el arquitecto de sueño hecho realidad", destacando la defensa de sus ideales comunistas y su simpatía por la izquierda.
El secretario nacional del Partido Comunista francés, Pierre Laurent, anunció una jornada a puertas abiertas en honor del arquitecto en la sede del partido "a fin de permitir a los franceses y a los parisinos admirar su obra, el mejor homenaje que se le podría hacer", según la agencia EFE.
El diario oficial cubano Granma destacó "la pasión por los más humildes, como revolucionario" y la admiración que la nación caribeña ha sentido por Niemeyer, donde dejó uno de sus últimos trabajos en la Universidad de las Ciencias Informáticas de La Habana.