¿Las celebridades pueden tener la privacidad que pide Jodie Foster?
Podría parecer un poco extraño que Jodie Foster escogiera un evento visto por millones para abogar por la necesidad de privacidad pero, después todo, así es Hollywood.
La actriz aprovechó la ocasión de recibir el Premio Cecil B. DeMille este domingo en la ceremonia de los Globos de Oro para hacer varias declaraciones personales, incluyendo algunas que no estuvieron exactamente claras. Pero algo sobre lo que Foster fue definitiva es acerca de cuánto valora su privacidad.
En un discurso que muchos encontraron conmovedor y que pareció hacer frente a los rumores sobre su orientación sexual, Foster destacó su trayectoria en el negocio del entretenimiento desde que tenía tres años.
“Si has sido una figura pública desde que eras un bebé, si has tenido que luchar por una vida que se sienta real, honesta y normal a pesar de todo, entonces quizá tú también podrías valorar la privacidad sobre todas las cosas”, dijo la actriz de 50 años, entre los aplausos de los asistentes a los Globos de Oro.
Pero, ¿qué tan realista es la expectativa de privacidad en una era en la que muchas celebridades dependen de sus conexiones en redes sociales con los fanáticos más que lo que dependen de máquinas tradicionales de mercadotecnia y cada momento de sus vidas es reportado en los medios?
Quedaron atrás los días en los que un estudio trabajaba con periodistas para enterrar los comentarios negativos sobre las estrellas o para proteger sus vidas personales, dijo Robert J. Thompson, director fundador del Centro Bleier para Televisión y Cultura Popular en la Universidad Syracuse de Estados Unidos.
“Todos los que llevan un teléfono celular tienen la habilidad de tomarte una fotografía comportándote mal, o metiéndote en problemas”, dijo Thompson. “Las personas acosan a las celebridades durante el tiempo en que han sido celebridades, pero ahora hay tantos lugares a dónde los resultados de ese acoso pueden ir”.
Y en algunos casos las celebridades alimentan esos lugares. Las cuentas de Twitter, Facebook e Instagram son casi obligatorias para la estrella del siglo XXI que puede escoger revelarse a millones de fanáticos sin tener que llevar a cabo una conferencia de prensa o incluso sin tener que dejar sus casas.
Un ejemplo son Rihanna y Chris Brown, cuya renovada relación ha sido ampliamente documentada por la pareja a través de sus cuentas de redes sociales e igual de criticada por los fanáticos de la música y los medios.
Sin embargo, estas mismas celebridades a veces insistirán en que esperan que los medios “respeten su privacidad”. Mientras era escritor en Newsweek, el periodista Steve Tuttle abordó el tema en un artículo titulado Pay Attention and Leave Me Alone (Presta atención y déjame solo), en el que señalaba que la estrella de How I Met Your Mother, Neil Patrick Harris, anunció en Twitter que él y su pareja David esperaban gemelos en un mensaje en el que añadía: “espero que la prensa pudiera respetar nuestra privacidad”.
“¿De verdad? ¿Por qué tuiteaste esta información personal si querías privacidad?”, escribió Tuttle. “Creo que Harris es un tipo extremadamente talentoso y divertido, pero es parte de una larga fila de celebridades que nos piden que respetemos su privacidad pero al mismo tiempo difunden noticias sobre su familia o carrera”.
No es que Foster haya sido el tipo de persona que comparte incluso las partes más recónditas de su vida personal en las redes sociales. Esto podría ser la razón por la que algunos espectadores esperaron con gran expectación cuando anunció en los Globos de Oro que tenía “un repentino impulso para decir algo que en realidad nunca había podido transmitir en público”. “Estoy soltera”, dijo Foster después de mucha expectativa. La audiencia se rió.
“De verdad, espero que no se decepcionen porque no hay un gran discurso de declaración esta noche porque ya me declaré hace miles de años en la Era de Piedra, en los días muy pintorescos cuando una niña frágil se revelaría con amigos de confianza y familiares, compañeros de trabajo y luego gradualmente, orgullosamente con cualquiera que la conociera, con cualquiera que se presentara”, continuó.
“Pero ahora aparentemente me han dicho que se espera que cada celebridad honre los detalles de su vida privada con una conferencia de prensa, una fragancia, y un reality show en horario estelar”, dijo Foster. “Y pueden estar sorprendidos pero no soy (la protagonista del reality infantil) Honey Boo Boo. Lo siento. Esa no soy yo”.
Aunque muchos aplaudieron los comentarios de Foster , algunos estuvieron menos entusiasmados. “Parece algo menos que gracioso y algo exagerado de parte de Foster combinar el deseo del público de conocer su orientación con una cultura de celebridades que tienen fragancias y reality shows en horario estelar”, escribió el colaborador del The Wall Street Journal, Eric Sasson.
“¿Martina Navratilova actuó como Honey Boo Boo cuando se declaró homosexual?”, cuestionó Sasson. “¿Qué hay de Barney Frank, o Elton John, o Ellen? Foster parece sugerir que es absurdo que los medios y el mundo ya no valoren la privacidad. Pero Jodie Foster tiene 50 años, y Honey Boo Boo no ha estado en los medios más de un año”.
El exactor infantil Seth Green discutió la cuestión de la privacidad en un podcast reciente de WTF with Marc Maron y dijo que rastrea el interés en el aumento de la cultura de los titulares en los últimos años y es lo que tiene a las personas cautivadas con las vidas de las celebridades.
“De repente (las celebridades) son exhibidas como los reyes y reinas más importantes de nuestra comunidad”, dijo Green.
En general, el público “está cada vez más fascinado con la cultura pop y las cosas brillantes y versiones animadas aplastadas y estiradas de nuestros superhéroes. Nos preocupa menos la privacidad y seguridad”, dijo Green.
Con el ciclo de noticias de 24 horas y con tantas publicaciones intentando superarse en términos de exclusivas, las “imágenes de las celebridades y la irrupción en su privacidad es una industria artesanal para muchas personas”, añadió el académico de la universidad de Syracuse.
¿Las celebridades deberían sentirse con derecho a la privacidad? “Quizá”, dijo Thompson. “¿Pero deberían esperar tenerla? Probablemente no”.