Gran Bretaña celebra por primera vez el Día de George Orwell
Gran Bretaña celebra este lunes por primera vez el Día de George Orwell, un homenaje anual al escritor británico, que coincide con el aniversario de su muerte y que incluye la reedición de varias de sus obras, incluyendo 1984.
La fecha recordará a "uno de los grandes británicos y uno de los más influyentes escritores del siglo XX", según la asociación de los premios que lleva su nombre y la editorial Penguin, creadores de la iniciativa.
Como parte de las celebraciones su conocido ensayo La política y el idioma inglés (1946) estará disponible a partir de este lunes para descargar de forma gratuita en el sitio en internet de los Premios Orwell, mientras que Penguin lanzó una nueva edición de este clásico por 99 peniques (1.6 dólares).
Los creadores de la iniciativa animan a rescatar esta obra de Orwell, cuyo nombre real era Eric Blair, ya que consideran que gran parte de su contenido es vigente, como ejemplificaron con algunos fragmentos.
"El lenguaje político —que a pesar de las diferencias es igual en todos los partidos, desde los conservadores a los anarquistas— está diseñado para hacer que las mentiras suenen veraces y respetablemente asesinas", destacaron los organizadores de la obra que Orwell escribió hace seis décadas.
Además de la reedición de este ensayo, figuran la de otros títulos como Rebelión en la granja, Sin blanca en París y Londres, Homenaje a Cataluña y su celebérrima, 1984, el clásico orweliano que describe a una sociedad futurista marcada por un Estado omnipresente y rector de todas las actividades sociales —Gran Hermano, también se encuentra entre los títulos reeditados.
A partir del día 26, la radio de la BBC emitirá una "temporada Orwell" en la que se recrearán radiofónicamente sus novelas, que permitirán conocer el viaje personal del comprometido escritor, según señaló la propia cadena pública británica.
Eric Blair nació el 25 de junio de 1903 en Motihari, entonces colonia del imperio británico y actual India, y pese a que realizó sus estudios en Inglaterra, pronto volvió a las colonias británicas, esta vez a Birmania, donde fue policía imperial.
La experiencia se tradujo en él en un profundo sentido crítico del colonialismo y los poderes gubernamentales, algo que reflejó en sus obras, centradas en la política y la relación entre representantes y ciudadanos.