Un 'mini' Darth Vader utiliza su fuerza para ayudar a los niños
Uno de los anuncios más memorables del Super Bowl en años recientes fue protagonizado por un niño vestido como Darth Vader que intentaba utilizar la fuerza en toda su casa, y finalmente tuvo éxito, o así lo pensó, al prender el automóvil de su padre.
En estos días, el niño detrás de la máscara de Vader utiliza estrictamente su fuerza para el bien. Max Page, el actor de ocho años que robó los corazones de la audiencia en el anuncio de Volkswagen de 2011, nació con un defecto congénito extraño en el corazón y ha tenido ocho cirugías, la más reciente el pasado verano. Pero sus problemas médicos no han desalentado su espíritu.
Como líder del Programa de Embajadores Juveniles para el Hospital Infantil Los Angeles, Max dedica mucho tiempo de su vida a crear conciencia y recaudar fondos para otros niños que lo necesitan. O como dice, “es la primera vez que Darth Vader es bueno, así que ese podría ser un pequeño cambio”.
Max tuvo su primera cirugía a los tres meses de edad después de ser diagnosticado con Tetralogía de Fallot. El defecto congénito, que cambia el flujo normal de sangre a través del corazón, ocurre en aproximadamente cinco de cada 10,000 bebés, según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
Los esfuerzos altruistas de Max comenzaron casi tan pronto como sus problemas médicos. Para el momento de su quinto cumpleaños ya había sido sometido a cuatro cirugías. Sus padres, Jennifer y Buck Page, dijeron que se sentían agradecidos con las familias que vinieron antes que ellos y con otras personas que donaron para mantener abiertos la unidad de cuidados intensivos neonatales y el hospital Los Angeles.
“Sentimos una tremenda responsabilidad para asegurar que las puertas permanezcan abiertas para nosotros y para las familias que nos siguen, además de hacer nuestra parte”, dice Jennifer Page.
Cada año, Max y su hermano menor Els, de siete años, escogen una organización altruista y les piden donaciones en lugar de regalos para ellos.
“Hemos recaudado más de 50,000 dólares con el paso de los años para organizaciones altruistas de todo tipo. Ahora todos esperan lo que los niños van a hacer”, dice Jennifer Page.
La fama de Max por el anuncio del Super Bowl amplió el alcance de la familia y fortaleció su impacto.
“Con suerte, puedo utilizar mi fuerza para un bien mayor, y espero que funcione”, dice.
El joven vivaz regularmente habla y hace campaña para el Hospital Infantil Los Angeles, así como en organizaciones más pequeñas como Saving Tiny Hearts en Chicago, Estados Unidos. Max también visita a los niños en el hospital y se ha vuelto una especie de modelo a seguir. Toma seriamente su responsabilidad debido a que también admira a alguien, el snowboarder Shaun White. Aún tiene que conocer al medallista de oro olímpico, pero dice que tendrá muchas preguntas para cuando lo conozca.
Su madre vio competir a White en los Olímpicos el mismo año en que Max fue diagnosticado por primera vez, y después de escuchar de parte de los médicos las limitaciones que su hijo enfrentaría, dice que encontró esperanza en White, quien tiene el mismo defecto en el corazón.
“Recuerdo verlo, y el significado para mí fue que Max podría tener energía. Podríamos enfocarnos en realidad en la esperanza de que Max podría tener energía, y que era realmente posible”, dice.
“Vi lo que sus padres (los de White) debieron de haber hecho para dejarlo vivir tan libremente”, añadió.
“Porque solo quiero envolver a Max en burbujas de plástico y no dejar que nada lo toque. Y ellos no lo hicieron. Los padres de Shaun White dijeron 've por eso'”.
Han pasado siete meses desde la última cirugía de Max; un reemplazo a corazón abierto de la válvula pulmonar, y fue aprobado para todas las actividades por parte de sus médicos. Regresó a hacer campaña para el hospital, y aprendió cómo hacer snowboard y también juega beisbol en las pequeñas ligas. Pronto, incluso regresará a su papel en la telenovela de CBS, The Young and the Restless.
En sus propias palabras: “regreso a ser yo”.
Su madre dice que él y su padre intentan poner el ejemplo pero atribuye mucha de la actitud positiva del niño a Max.
“Es solo este carácter innato en él que dice 'voy a luchar, voy a conquistarlo, voy a ganar'. Desde el principio, tuvo que luchar. Desde su primer aliento, tuvo que luchar duro por cada aliento, y… creo que es solo parte de su naturaleza”.
Aunque fue la estrella de un Super Bowl previo, este año Max vio el juego en casa con su familia. Dice que estuvo un poco abrumado de que sus dos equipos favoritos compitieran.
“Gané y perdí. Así que no animé a ninguno”, dice Max. “Solo esperé que fuera un buen partido”.