La samba y la alegría del carnaval se apoderan de Río de Janeiro
Río de Janeiro se sumerge a partir de este viernes en el frenesí del carnaval, el cual inició con la tradicional ceremonia de entrega de las llaves de la ciudad al Rey Momo, cuyo reinado de solo cinco días tiene como objetivo impulsar la "locura" en Brasil.
A la fiesta de Río de Janeiro, la más multitudinaria del país, acudirán este año más de seis millones de personas, de acuerdo a cálculos de la alcaldía de la ciudad, pero las ganas de fiesta, de entregarse al sexo y la bebida contagian a todo el país, desde Sao Paulo hasta los pueblos más recónditos del Amazonas.
Este viernes, el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, entregó las llaves de la ciudad al Rey Momo y comenzó la música de las comparsas que no van a dar un minuto de tregua en la ciudad hasta el miércoles.
El Rey Momo, un personaje que como manda la tradición es gordo y de raza negra, declaró abierto el carnaval al mediodía en una desenfadada ceremonia en el Palacio de la Ciudad, con la presencia de una decena de percusionistas de Unidos da Tijuca, la escuela de samba campeona del año pasado.
El propio soberano fue el primero en sumarse a la fiesta bailando desaforadamente junto a la reina del carnaval, Evelyn Bastos da Silva. El monarca es personificado desde 2009 por Milton Rodrigues da Silva Júnior, de 33 años, que dijo que pretende continuar difundiendo el espíritu del carnaval mientras se lo permitan.
"La función del rey es abrir el carnaval y llevar las honras carnavalescas a las cuatro esquinas (de la ciudad): al sambódromo, a las comparsas, a las bandas, allí donde hay carnaval. Voy con la reina y las princesas para pasar la alegría al pueblo", afirmó Rodrígues Da Silva.
Este viernes el gobierno de la ciudad permitió a 30 comparsas o "blocos" que recorran sus calles al ritmo de la samba, uno de los más animados es el Carmelitas, que reúne a miles de personas que se disfrazan de religiosos en el bohemio barrio de Santa Teresa para recordar la leyenda de una monja que hace décadas huyó del convento para bailar en el carnaval.
Este año 492 comparsas han recibido autorización para salir a las calles cariocas durante los cinco días consecutivos de fiesta y también en los fines de semana previos y posteriores.
El sábado comenzarán los espectaculares desfiles de las escuelas de samba, cada una compuesta por hasta 4,000 bailarines disfrazados. Su aparición tendrá lugar en el sambódromo, un recinto con espacio para 72, 500 privilegiados.
Para prevenir enfermedades de transmisión sexual, el Gobierno de Brasil anunció que distribuirá en estos días 68.6 millones de preservativos en todo el país. Además desplegará patrullas "antiorina" para procurar la sanidad en el evento y evitar la práctica común de orinar en la calle.