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Arqueólogos descubren escultura de 190 kilos dentro de la Pirámide del Sol

Investigadores del INAH encuentran una figura del dios Huehuetéotl y dos estelas de piedra verde en la zona de Teotihuacán
mar 12 febrero 2013 10:27 PM

La Pirámide del Sol guarda aún muchos secretos, como descubrieron arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes encontraron la escultura más grande de Huehuetéotl, Dios Viejo o del Fuego, hallada en la zona de Teotihuacán.

La escultura fue encontrada en la cúspide de la pirámide, a una altura de 66 metros, junto a ella estaban dos estelas completas de piedra verde y el fragmento de otra, que debieron decorar el templo que coronaba esta edificación hace 1,500 años y que fue destruido por los propios teotihuacanos, informó este martes el INAH. 

Las recientes exploraciones en la cima de la pirámide son las primeras en realizarse en este espacio y fueron conducidas por el arqueólogo mexicano Alejandro Sarabia, junto con el doctor Saburo Sugiyama, de la Universidad Provincial de Aichi (Japón).

Las piezas se encontraron al interior de una fosa de 4 metros de ancho, 17 de largo y 5 metros de profundidad. La escultura de Huehuetéotl se halló en un 75% de su totalidad, fue realizada en andesita gris, tiene 58 cm de altura y pesa alrededor de 190 kilos, informó el instituto en un comunicado.

La representación conserva parte de su pigmentación original sobre los diseños geométricos en bajorrelieve, de acuerdo con los investigadores dista de otras representaciones de la deidad porque porta un antifaz y moños, tanto en la cabeza como en el cuello.

Este descubrimiento, aunado al hallazgo en 1906 de un brasero y varios símbolos escultóricos de la ceremonia sagrada del Fuego Nuevo , podría indicar que la Pirámide del Sol fue escenario de cultos de carácter ígneo, es decir, dedicados al fuego, informó el INAH.

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En cuanto a las dos estelas que fueron halladas completas, una es el monolito verde más grande de los 20 registrados hasta el momento en Teotihuacán, mide 2.56 metros de largo y pesa 955 kilos, y se encontró a 4.30 metros de profundidad. La segunda estela mide 1.40 metros de alto y pesa 300 kilos.

De acuerdo con la arqueóloga Nelly Zoé Nuñez Rendón, investigadora responsable de las excavaciones, la poca profundidad en que fueron hallados los nuevos objetos indica que cuando el arqueólogo Leopoldo Batres reconstruyó la Pirámide del Sol, hace poco más de un siglo, sólo cubrió la cima sin antes excavar el área, por lo que la pirámide aún puede guardar secretos.

En 2010, arqueólogos mexicanos hallaron túneles debajo de la ciudad de Teotihuacán , los cuales consideran pueden conducir hasta tumbas perdidas de sus antiguos gobernantes.

Teotihuacán alcanzó su apogeo entre los años 250 y 500 d.C. cuando tuvo una población cercana a los 150,000 habitantes y llegó a ser la sexta ciudad más grande del mundo después de Constantinopla y Alejandría.

 

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