El cuento, ¿el nuevo género literario de internet y las redes sociales?
El género del cuento revive con un nuevo impulso gracias a las nuevas plataformas tecnológicas, sobre todo internet y las redes sociales.
El escritor mexicano Alberto Chimal, un referente actual del microrrelato y otros géneros de literatura producida desde internet, encuentra en estas herramientas digitales un medio idóneo para aprovechar la riqueza del cuento, el cual, desde su perspectiva, ha vivido bajo el prejuicio de ser "circunscrito al cuento infantil, incluso a la fábula, una lección breve o moral".
"En este momento están surgiendo una gran cantidad de formas y practicantes de la escritura breve en internet, lleva este proceso lo que lleva el siglo por lo menos y ahora lo vemos en Facebook, en Twitter, lo vemos en todos los sitios web, hay una efervescencia de la narrativa breve, y de todas esas formas se encuentra el cuento", dijo a CNNMéxico el autor.
Ganador en 2002 del Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí que le otorgó el Instituto Nacional de Bellas Artes por su obra Estos son los días, Chimal es autor de más de una docena de libros de cuentos, además de dos novelas: Los esclavos (2009), y recientemente publicó La Torre y el Jardín.
El escritor toluqueño de 42 años se ha valido de plataformas como Twitter para crear dos de sus obras, 83 novelas y El viajero en el tiempo, conformadas a partir de publicaciones hechas a lo largo de dos años en esta red social y con las que estructuró las series de minificciones.
"Cada tecnología que se presenta para cada escritor le impone ciertas obligaciones, y le da ciertas fortalezas o ciertas facilidades, en el caso de la tecnología digital, lo que se impone es quizá un ritmo más acelerado, quizá la necesidad de algo más breve, más concreto, de una escritura más sucinta", dijo Chimal.
Los lectores electrónicos
El autor señaló que la experiencia de escribir en plataformas distintas al libro de papel también se refleja en los lectores haciendo un tipo de zapping cambiando constantemente de canal.
"Es una lectura más fragmentaria, es más suelta, mucho más dispersa, esta no es una buena época para las lecturas profundas y concentradas, como las de las grandes novelas del siglo XIX, se sigue dando esa posibilidad de lectura, tenemos best sellers que miden miles de páginas (...) pero las nuevas generaciones se están formando de otra manera", puntualizó.
En medio del debate que genera la posible desaparición del libro impreso por sustitución de herramientas como el iPad y el Kindle, Alberto Chimal ve un proceso que no tiene marcha atrás.
"Hay estos escenarios apocalípticos acerca de la red y de las herramientas digitales, pero insisto, no se van a ir... no veo forma de que se pueda dar un retroceso al tiempo antes de la popularización de internet y del libro electrónico y de todos estos mecanismos, invenciones que tenemos ahora".
Pero en la visión de este escritor mexicano, el libro tradicional sobrevivirá en el hecho de que las plataformas digitales "reproducen o conservan ciertos actos, ciertos rasgos del acto de leer antiguo".
"Hay ciertas acciones que se replican de alguna forma en el uso del aparato electrónico que provienen del tiempo de la palabra impresa, porque de alguna forma el libro es una invención tecnológicamente hablando muy práctica, es muy compacto es comparativamente muy fácil de hacer, tiene una capacidad de resistencia, se puede leer cuando no hay luz, cuando no hay batería", aseguró Chimal.
Alberto Chimal presentó en 2012 su segunda novela, La torre y el jardín, la "columna vertebral" que fue alimentando sus cuentos y personajes creados a lo largo de ocho años, en una historia que enlista una serie de extrañas filias sexuales, que parte de ese interés del escritor por "el enfrentamiento del ser humano con el mundo, la naturaleza".
"Desde que existimos como especie nos hemos dedicado a distanciarnos del mundo natural, a crearnos un entorno nuevo a adaptar el ambiente a nosotros", explicó Chimal y añadió que pese a ese intento de dominio, "el conflicto entre nosotros y el mundo continúa y constantemente escuchamos voces de alarma acerca de todo lo que estamos haciendo que reduce nuestras posibilidades de existencia en el mundo, y que de alguna forma seguimos haciendo".