Los villanos de James Bond, los 'protagonistas' del Museo de los Espías
El galante y apuesto superespía, James Bond, ha luchado contra el mal durante medio siglo en la pantalla grande.
Desde Sean Connery hasta Daniel Craig, el público ha aplaudido a los seis actores que han personificado a Bond en la franquicia cinematográfica más larga y lucrativa del mundo y que recibirá un tributo en la ceremonia de los Oscar, este domingo.
Sin embargo, en el Museo Internacional de los Espías, en Washington, D.C., son los villanos de Bond los que han acaparado los reflectores, como homenaje a los chicos malos del creador de la saga, Ian Fleming.
En la exposición Exquisitely Evil, los visitantes pueden ver un gran surtido de artículos, como la soga con la que se golpeó a Bond en Casino Royale; la tarántula que trepó por el brazo de Bond en Dr. No y el diente de acero que se usó para atacar al espía en Moonraker.
Sin embargo, no solo se trata de la utilería usada en las películas, sino de una reflexión sobre los cincuenta años de cambios en el mundo del espionaje y de las amenazas contra las que luchan con frecuencia los servicios de inteligencia estadounidenses y británicos en el mundo real.
“No queríamos solo exhibir la utilería interesante de las películas y decir: ‘Vengan a ver esto’. Queríamos que tomaran su significado del tema de las películas de Bond. Parte de ese significado se obtuvo a través de los ojos de los villanos, que reflejaban las ansiedades y preocupaciones de la época”, dijo Peter Earnest, director del museo y exagente de la CIA.
A principios de las décadas de 1960 y 1970, las tramas de las cintas a menudo reflejaban el choque de las superpotencias en la Guerra Fría. Los villanos como Ernst Stavro Blofeld buscaban desencadenar la confrontación mundial.
En películas posteriores, las tramas evolucionaron. “Cuando Fleming escribió los libros y cuando Eon Productions produjo las cintas, trataron de tomar las cosas que provocaban ansiedad a la sociedad, como el genocidio y la proliferación de armas nucleares, el terrorismo o las drogas”, dijo Earnest.
En el reciente éxito de taquilla, Skyfall, el arma del villano Raoul Silva es la información; su método, la guerra cibernética. “Tiene los nombres de todos los agentes del MI6 alrededor del mundo, sus pseudónimos y la gente que trabaja para ellos”, nos recuerda Earnest.
Sin embargo, a lo largo de los años, los villanos han conservado ciertos rasgos: guaridas secretas, asistentes chiflados y tramas para provocar el caos mundial.
Además de los esmóquines, los autos veloces, los fabulosos artefactos de espionaje y las chicas Bond, las cintas han sido una especie de ventana a un mundo secreto.
“Para muchas personas, esta es la única impresión que tienen. Tal vez no lean libros u otra información acerca del espionaje o la inteligencia real y por eso esto llena los huecos”, explicó Earnest.
“Cuando Fleming empezó a escribir las historias y cuando salieron las primeras cintas no había mucha información” acerca del mundo de los agentes secretos, agregó.
“Bond se volvió la representación que la gente tiene de la inteligencia y el espionaje reales”.