Museo del Juguete Antiguo, el "secreto surrealista" de la Ciudad de México
Fotos en blanco y negro de una familia de origen japonés decoran la puerta de la oficina del arquitecto Roberto Y. Shimizu. En una de esas imágenes se le ve a él a la edad de dos años sosteniendo un juguete, que ahora, sesenta años después, sabe con exactitud en dónde está.
Abre un cajón de un archivero de madera y saca una pequeña carroza de plástico. Sospecha que ese fue el primero de cerca de 45,000 juguetes y objetos que ahora dan forman al Museo del Juguete Antiguo México (Mujam), un recinto en la zona centro de la Ciudad de México, cuya proyección a través de los años ha rebasado las fronteras.
"Hace un año la revista Domus, la máxima revista de arte, arquitectura y diseño clasificó al Museo del Juguete como un genoma urbano porque a través de un proyecto cultural estamos regenerando sociamente la colonia Doctores, que tiene una mala reputación", cuenta Roberto Shimizu hijo, director creativo del museo.
Shimizu hijo cuenta que al lugar llegan por igual celebridades escoltadas por guardaespaldas que las "señoras que asisten al mercado".
El Mujam se encuentra en la Colonia Doctores, a unos cinco kilómetros del Centro Histórico de la Ciudad de México. La zona luce descuidada en sus vialidades e iluminación.
El pasado 5 de enero, el museo organizó una venta nocturna en la que convocó a ciclistas. “Era algo impensable hace unos tres, cuatro años, que 70 ciclistas se metieran a las 10 de la noche (a la Doctores)”. La diferencia, agrega Shimizu hijo, es que ahora “hay un destino a dónde ir”.
El museo, fundado en 2007, es un proyecto independiente de las instituciones de gobierno que está captando atención mediática.
El New York Times definió al museo como el "secreto mejor guardado" de la ciudad mientras que la guía de viajes Looney Planet le dio una mención especial, según la cual, cualquier persona que quiera saber por qué André Breton decían que México era surrealista, debería visitar el Mujam, recuerda Shimizu hijo.
Entre las piezas que alberga el museo están un muñeco Kiko, personaje de El Chavo del Ocho, hecho con tela para silla; un autobús en miniatura de la fábrica DINA que era un regalo para el expresidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, la reproducción de una planchadora, todo tipo de Barbies, luchadores, robots, comedores miniatura y más.
En su mayoría, son juguetes artesanales-industriales hechos en México. “Es la historia reciente del país en objetos”, dice Shimizu padre, cuya familia se dedicó durante décadas al negocio de las papelerías y la fabricación de plásticos.
La colección nació cuando él tenía cerca de 10 años y comenzó a adquirir y guardar todos los objetos bajo un solo criterio: “Lo que yo guardaba eran las cosas que me hacían feliz”.
Shimizu padre guardó por décadas los objetos en las bodegas de los negocios de su familia. Hasta hace unos años, dice, todavía ponía a prueba la paciencia de su esposa y tres hijos cada vez que hacían un viaje a Acapulco por carretera y él se detenía en cada bazar que encontraba en busca de tesoros.
De las cajas de cartón a un proyecto cultural
El Museo del Juguete Antiguo México surgió cuando Shimizu padre decidió sacar de las cajas de cartón sus juguetes para que sus hijos comprendieran su valor.
Una vez abierto el museo al público en un antiguo edificio de departamentos, Shimizu hijo hizo crecer el proyecto al darle uso a una antigua fábrica de plásticos de 5,000 metros cuadrados, ubicada a unas cuadras del Mujam.
“Puse en un muro de Facebook 'si quieres tocar con tu banda o hacer un performance, nosotros tenemos el espacio y fue tal la respuesta, que se cayó (la cuenta en la red social)”, cuenta Shimizu hijo.
A partir de ese momento surgió el Foro Cultural Mujam, un espacio independiente para artistas emergentes, músicos, actores, amantes de la danza, del coleccionismo y el cine. El sitio también ha servido como sede de ventas de arte.
Shimizu impulsó a jóvenes que les gustara el arte urbano y puso a su disposición los muros de la antigua fábrica de plástico.
Ahora los muros del Foro Cultural albergan pintas de artistas urbanos como Broken Crown, de Estados Unidos, Liqen y Pelucas de España, Supakitch Coraline, de Francia, Koko y Dronz, de México, entre otros.
Regularmente se aparecen por el Foro Cultural Mujam artistas de otros países que también quieren plasmar su obra. Llegan porque escucharon el "rumor" de que en la Ciudad de México hay un buen muro para pintar, cuenta Shimizu hijo.
Como parte de su entusiasmo por promover el arte urbano, en 2012 Shimizu y dos amigos organizaron por primera vez el Festival All City Canvas en el que invitaron a artistas urbanos internacionales a pintar grandes muros de la ciudad.
El Foro Cultural también ha servido como set de grabación para películas, entre ellas, la coproducción española Solo quiero caminar, protagonizada por Diego Luna y Victoria Abril.
El Mujam y el Foro Cultural siguen creciendo como proyecto. Actualmente están en construcción las salas seis y siete del museo, una biblioteca donde habrá 15,000 ejemplares, catálogos y revistas sobre juguetes, un centro de estudios y dos departamentos para que artistas internacionales hagan residencias y ofrezcan talleres.
Mientras tanto, el museo recibe hasta 700 visitantes en un fin de semana, es sede de conciertos transmitidos por internet y ofrece talleres constantemente.
Shimizu hijo dice que una conversación en Twitter entre dos jóvenes de la que se enteró por casualidad resume bien lo que ha pasado en torno al Mujam y el Foro Cultural.
“Uno decía 'yo creo que el Mujam es el espacio que está haciendo los proyectos más vanguardistas de la ciudad de México en arte urbano y música experimental'. Él otro le decía 'su director creativo está loquísimo'. Fue algo increíble”.
Shimizu padre dice que aún tiene el vicio de comprar los juguetes que no compró antes y que ahora que sus tres hijos ya se enamoraron de la colección ellos serán sus guardianes.