La figura del jazz latino, Bebo Valdés, muere en Suecia a los 94 años
Bebo Valdés, una de las figuras más prominentes del jazz latino, falleció este viernes a los 94 años en Suecia, de acuerdo con personas cercanas al artista.
Uno de los trabajos más conocidos a nivel internacional de Bebo fue Lágrimas negras, que grabó en colaboración con el español Diego El Cigala. Con este disco, ambos rompieron los límites del flamenco, la rumba y la salsa, lo que les mereció un premio Grammy .
El Cigala consideró una "pérdida irreparable" la muerte de Valdés, y recordó que el músico cubano "no quería lloraderas" cuando falleciera sino que quería que las personas lo recordaran bailando.
"Este deseo es muy duro de tragar, pero es lo que le gustaba al maestro", dijo El Cigala, quien también consideró que trabajar con Bebo es una de las cosas "más bonitas" que ha vivido en el mundo de la música.
"De Bebo me quedo con todo porque sobrepasaba fronteras, era humilde, muy de pueblo, muy campechano, bromista y caballero", comentó el cantante español, que además destacó la elegancia y el "genio nato" del pianista.
El productor de Lágrimas negras, Javier Limón, y quien colaboraba habitualmente con Valdés, lo llamó un "referente mundial", y "el ser humano más honesto y auténtico" que ha conocido.
Limón contó que él pensaba que solo venderían 30,000 copias de Lágrimas negras pero que Bebo sabía que serían más de un millón porque entendía la relevancia internacional de aquel trabajo.
Pepe Rivero, el músico y director del festival Continental Latin Jazz, que se celebra en Madrid y Barcelona, se mostró "triste" por la muerte de Valdés, a quien en su opinión "nunca se le dio el lugar que se le debía haber dado" pese a haber llevado "el nombre de Cuba por todo el mundo".
Valdés nació en Quivicán en 1918 y vivió los últimos años de su vida en Málaga, desde donde se había sido llevado hace dos semanas a Suecia, país de residencia de sus hijos. Su familia había decidido trasladarlo a ese país debido a que su salud había empeorado. Es padre de otra figura de la música afrocubana, Chucho Valdes.
El músico se desempeñó como pianista, compositor, arreglista y director. En su carrera se distinguen dos etapas. Una primera en Cuba junto a su orquesta Sabor y otra que arranca a raíz de su exilio a Estocolmo a partir de 1960.
Tras 30 años de silencio artístico regresó a los 76 años con el álbum Bebo Rides Again, que lo condujo a una segunda edad de oro gracias a discos como El arte del sabor (2001) y colaboraciones con el director de cine español Fernando Trueba.